Los difuntos que lleguen a los servicios de patología forense del Poder Judicial ayudarán a más de un millar de enfermos, muchos de los cuales llevan años esperando una córnea para recuperar la vista.
Si alguno de estos fallecidos manifestó en vida su voluntad de donar órganos y tejidos, o si sus familiares autorizan la donación, los equipos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) extraerán las córneas viables para trasplantarlas a quienes necesiten este tejido ocular.
La extracción de córneas de estos cuerpos será posible por un convenio de cooperación firmado entre autoridades del Ministerio de Salud, Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y el Poder Judicial.
De esta forma, se pretende atender la alta demanda de este tipo de trasplante al aumentar la provisión de córneas de donantes fallecidos que se capten en la sección de Patología Forense del Departamento de Medicina Legal del Poder Judicial.
La extracción de estos tejidos es con fines terapéuticos; lo cual quiere decir que busca curar o aliviar la enfermedad de una persona.
El procedimiento no dura más de 30 minutos, pero es indispensable que se realice lo más pronto posible para que el tejido sea viable para el trasplante.
Los fallecidos que llegan a Patología Forense no solo son víctimas de accidentes o episodios de violencia. También son personas que fallecen sin tener un diagnóstico definido sobre su causa de muerte.
El acuerdo establece que personal especializado de la CCSS realizará las extracciones en las instalaciones del Departamento de Medicina Legal, bajo la fiscalización del Ministerio de Salud.
La CCSS aportará el personal responsable del proceso de procura y captación de tejidos. El Poder Judicial suministrará el espacio físico adecuado y la autorización para el ingreso de los funcionarios de la CCSS.
Para lograr los alcances del acuerdo, informó Salud, se conformará un equipo técnico entre esas instituciones para establecer una estrategia de colaboración, y elaborar y actualizar el procedimiento de procura y captación de los tejidos.
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Para Randall Álvarez Juárez, gerente médico de la CCSS, este es un paso importante para mejorar la calidad de vida de decenas de personas que necesitan un trasplante de córnea, el cual les permitirá reincorporarse a sus actividades laborales y familiares con independencia.
Las tres entidades establecerán los mecanismos de control interno y el seguimiento por medio de bitácoras y otros registros de los tejidos capturados para garantizar bioseguridad, transparencia y biovigilancia.
Tejido muy demandado
Un 90% de las personas que necesitan trasplante de córnea se debe a la presencia del queratocono, una deformación de ese tejido provocada, principalmente, por alergias.
La córnea es el tejido transparente del ojo, responsable de dos terceras partes del poder refractivo de ese órgano.
Una córnea sana permite la entrada de luz al ojo. Este tejido transparente y en forma de cúpula actúa, además, como capa protectora y concentra la luz sobre la retina para permitir la visión.
Ese tejido se comienza a debilitar y a dañar por diferentes causas que, además de las alergias, incluyen infecciones desencadenadas por el ingreso de virus o bacterias por manos o lentes de contacto sucios.
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La lista de espera para córnea siempre ha sido la más extensa de todas las de trasplante de órganos.
Un dato del 2021 de la Gerencia Médica de la CCSS daba cuenta de una lista de más de 1.400 enfermos candidatos a trasplante en los tres órganos y tejidos con más demanda: riñón (386 pacientes), hígado (54) y córneas (1.021).