El 27 de junio de 2022, José Pablo Valverde Díaz, jefe de Nutrición del Hospital México, escribió un correo electrónico en el cual dio visto bueno a Newrest, proveedor de alimentos preparados de ese centro médico, para servir comida durante las sesiones de los miembros de la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
En la comunicación, dirigida a Johanna Esquivel, asistente de la Secretaría de Actas de la CCSS y a varios empleados de Newrest, Valverde agrega que los platillos servidos a los nueve directivos deberán facturarse a través de un contrato con el Hospital México.
Se trata de la licitación abreviada 2020LA-000046-2104 por ¢109 millones, firmada con Casa Proveedora Phillips, representantes de la marca Newrest en Costa Rica.
Esa licitación es para abastecer al Hospital México de alimentos para pacientes en caso de que se diera una huelga de los trabajadores de las áreas de cocina y nutrición, según consta en el oficio SNHM-0492-2020, firmado por el mismo Valverde.
Esquivel confirmó a La Nación haber coordinado, el año anterior, con el Hospital México para conseguir desayunos, almuerzos, meriendas y cenas para los directivos, pero dijo no recordar los detalles. “Sí me acuerdo de que se coordinó para que ellos (Newrest) fueran, pero, sinceramente, no recuerdo si fueron poquitas sesiones o varias”.
Antes de acudir al Hospital México, agregó, buscaron colaboración en otros centros médicos. No obstante, dijo desconocer por qué se echó mano de una contratación de comida para pacientes con el fin de alimentar a los integrantes de la Junta Directiva de la Caja.
“Lo que sé es que en las sesiones se da alimentación porque son extremadamente largas. Empiezan a las nueve de la mañana y terminan a las siete u ocho de la noche”, declaró la funcionaria.
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Correos electrónicos en poder de La Nación evidencian la coordinación entre Esquivel y empleados de Newrest para suplir la comida para varias reuniones de Junta Directiva.
Por ejemplo, el martes 19 de julio de 2022, a las 6:05 p. m., la funcionaria escribió a esa compañía para pedir almuerzos, meriendas y un plato de crema para 15 personas para la sesión del jueves 21 de julio de ese mismo año.
En ese correo, Esquivel solicitó arroz, frijoles, pechuga de pollo, escabeche, vegetales, ayote tierno con zanahoria, tortillas chips y flan frío de limón para el almuerzo. Para la merienda, empanada de pollo y pastel de manzana y una sopa o crema “a gusto del chef”.
También recordó que uno de los platillos debía ser vegetariano, que las sesiones de Junta Directiva se realizan en el Centro Corporativo Internacional, en barrio Don Bosco, San José, y ofreció espacios de parqueo en caso de ser necesario.
Los correos electrónicos sugieren que esa no fue la única ocasión en que solicitaron platillos para los directivos. El 14 de julio, un trabajador de Newrest preguntó si podían enviar los alimentos fríos “como la primera vez”.
Otros correos muestran conversaciones desde el 20 de junio de 2022 para el servicio de alimentación. En esa fecha se solicitaron 15 desayunos y 15 almuerzos para la reunión del 23 de junio, pero luego fueron cancelados porque no se realizaría la cita por falta de cuórum. Los pedidos se reanudaron, según las comunicaciones, para la sesión del 30 de junio.
Lo que no está claro es cuándo dejaron de solicitarse comidas a cargo del contrato del Hospital México con Newrest.
Este diario intentó conversar con el jefe de Nutrición del Hospital México, pero no contestó las llamadas realizadas a su teléfono celular entre el martes y miércoles de esta semana. Por medio de un mensaje de texto, señaló que solo respondería preguntas por escrito.
El encargo de desayuno, almuerzos, meriendas y cenas no es un asunto exclusivo de la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social en la actual administración. Los reportes de ejecución presupuestaria de la entidad muestran que la práctica tiene años, pese a los llamados de atención de la Contraloría General de la República.
No obstante, esos gastos se ejecutaban a través de compras de caja chica cargadas al presupuesto de la Secretaría de Actas de la Junta Directiva.
Desde el 2013, la Contraloría General de la República se pronunció contra este tipo de práctica. “Se entiende que los funcionarios públicos retribuidos por dieta o salario, en virtud de principio de previsión, han de proveerse de alimentos durante el cumplimiento de sus labores costeados de su propio peculio”, señaló en el oficio DJ-0504-2013.
Según la oficina de prensa de la Caja, cada directivo recibe ¢58.000 por sesión por concepto de dieta. Por ejemplo, en julio del 2022 hubo cinco sesiones; en agosto y setiembre, siete en cada mes.
La Junta Directiva de la Caja está conformada por tres representantes del Poder Ejecutivo, tres de los patronos y tres de sectores sociales (sindicatos, solidarismo y cooperativismo).
Desconocimiento
El viernes 19 de mayo, en una primera llamada de este medio de comunicación a Jacqueline Villalobos, jefa del Área de Adquisición de Bienes y Servicios del Hospital México, se le consultó sobre el uso de un contrato de comidas para pacientes en la alimentación de directivos.
Respondió que no podía dar detalles porque estaba fuera de la oficina y solicitó que se le llamara el lunes 22 de mayo. Sin embargo, recordó, en esa primera llamada, que se trataba de una licitación gestionada antes de la implementación del Sistema Integrado de Compras Públicas (Sicop), en 2020.
El lunes 22 de mayo, la funcionaria rechazó que el centro médico haya utilizado un acuerdo de alimentación para pacientes en casos de emergencia para satisfacer necesidades de la Junta Directiva. Esa versión contradice los correos en los que Johanna Esquivel, asistente de la Secretaría de Actas de la Junta, solicita a Newrest el servicio para directivos, varios de los cuales iban con copia a Villalobos.
Al respecto, la jefa de adquisiciones del Hospital dijo que desconocía esos correos, que no está obligada a ver comunicaciones en las que está copiada y que ignora si se aprovechó ese contrato para servir a integrantes del máximo órgano de la CCSS.
Este diario revisó el expediente de contratación de 2020LA-000046-2104. Aunque el convenio fue prorrogado, son escasas las facturas que permiten corroborar la cronología de pedidos.
Al preguntar por qué el expediente no incluye las facturas por los pedidos relacionados con la Junta Directiva, respondió que no sabe la razón, pues es el Área de Nutrición la encargada de remitir esos documentos para que sean incluidos en el expediente.
Añadió que no puede garantizar que el expediente (de 630 folios) contenga todas las facturas pagadas al proveedor.