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La falta de servidores y de terminales provocada por el ataque cibernético contra la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), no fue obstáculo para que los equipos de trasplantes reunieran la información necesaria y pudieran trasplantar riñones a dos enfermos terminales, uno del Hospital Nacional de Niños y otro del Calderón Guardia.
Los pacientes cuyo deterioro los tenía al borde de la muerte, tienen hoy una nueva oportunidad de vivir. Se trata de un operativo complejo, que requiere celeridad y toda una batería de información clínica del paciente receptor y del donante para garantizar el éxito del procedimiento.
El proceso incluye la participación del Laboratorio de Inmunología del Hospital San Juan de Dios, en donde está ubicada la seroteca, responsable de hacer los análisis para confirmar la compatibilidad de los órganos ofrecidos con los candidatos en lista de espera.
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“Es importante que los pacientes a la espera de trasplantes sepan que estamos luchando por oportunidades para ellos. También compartimos esta noticia para que familias sepan la oportunidad de confirmar el deseo de los seres queridos de donar porque estamos en capacidad de hacerlo aún en estas circunstancias”, señaló José Pablo Garbanzo, coordinador institucional de Donación y Trasplante.
El especialista destacó la voluntad de la familia donante, el trabajo articulado de los equipos de donación y los equipos de trasplante, y el conocimiento que estos tienen de sus pacientes, lo cual permitió avanzar hacia los procedimientos con seguridad y oportunidad.
El Programa de Donación y Trasplante se ha mantenido activo en pandemia, con todas las medidas de seguridad necesarias para actuar sin poner en peligro a los pacientes receptores de órganos, quienes son vulnerables al ataque del virus SARS-CoV-2.
El anuncio de estos procedimientos, informó la CCSS, se emite en el marco del Día Mundial del Paciente Trasplantado, que se celebró este 6 de junio. Es una fecha para fomentar la cultura de donación de órganos y dar una oportunidad de vida a los pacientes en espera gracias a la solidaridad de los donantes y sus familias.
