Las medidas de contención emitidas por el Ministerio de Salud y por otras instancias del Estado para frenar la transmisión del nuevo coronavirus en Costa Rica, son necesarias y persiguen proteger a la población.
“No son un castigo”, afirma Christian Marín Müller, quien es doctor en Virología Molecular y Microbiología, y uno de los especialistas más consultados sobre este tema en Costa Rica, desde que apareció el primer caso confirmado de covid-19 en el país, el 6 de marzo.
Lo que la población haga o se deje de hacer hoy por contener a covid-19, se sentirá a la vuelta de dos semanas, explicó. Es el tiempo que corresponde a la incubación del nuevo coronavirus.
Las medidas decretadas, que incluyen, entre otras, suspensión de clases y restricción del tránsito vehicular, así como el cierre de centros de recreo, playas y sitios de esparcimiento, buscan evitar a Costa Rica la saturación de sus servicios de salud y una mayor crisis económica como resultado del impacto de esta pandemia.
El siguiente, es un resumen de la entrevista telefónica sostenida este sábado con La Nación.
– ¿Cuál es el balance que usted hace del primer mes de Costa Rica con covid-19?
– Los esfuerzos de parte del Gobierno y de las autoridades sanitarias han sido espectaculares. Se han organizado de manera excelente, han actuado de una forma de respetar ante el mundo. De parte de los ciudadanos, me he topado con grandes demostraciones de solidaridad.
“En estos días, con estos esfuerzos, hemos podido bajar en un 60% la movilidad. Sin embargo, para controlar esto tenemos que llegar a un 75% o más de reducción. No tenemos que perder la fuerza que hemos tenido en las últimas semanas. Tenemos que continuar, lo estamos haciendo bien, pero tenemos que llegar a esos números”.
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– ¿Cómo se puede alcanzar ese 75% de reducción? ¿Tiene que decretar algo más el Gobierno?
– En mi opinión, lo más importante es el distanciamiento social de dos metros entre personas. Es el arma más poderosa, además del agua y el jabón. Que la gente que no tenga que salir a trabajar se quede en casa. Mientras más distanciamiento social haya, más gente estará protegida. Los que tienen que salir a trabajar por fuerza, estarán más protegidos.
– En una de sus intervenciones recientes, usted afirmó que ya no hay más tiempo. Que la población debe actuar ahora. ¿A qué se refiere?
– Cada persona que se enferma, puede enfermar entre dos o tres más, y estos entre dos y tres más, y así sucesivamente. Sin darse cuenta, pueden estar enfermando a miles de miles en un par de semanas. Y esto sería devastador. No hay tiempo porque entre más gente se escape (de cumplir las medidas), más personas enfermarán. El tiempo de cortar esas cadenas de transmisión es ya, antes de que se vuelva exponencial. Los casos que vemos ahora son un retraso de dos semanas, y así sucesivamente.
– ¿Se tienen que extremar las medidas ya decretadas?
– Lo que la gente tiene que entender es que no debe esperar a que el Gobierno nos diga qué podemos hacer y qué no. Entendamos que lo que el Gobierno quiere no es castigar a nadie. Es proteger a la población.
– ¿Qué se puede esperar para las próximas dos semanas?
– Todo depende de que la gente acate o no las medidas. Si seguimos haciendo las cosas bien, por supuesto tendremos un panorama favorable. Por eso, no hay que relajar el cumplimiento o parar de acatar las medidas. Esto no es un asunto de un momento. Es de ahora y hasta que esto se controle, para lo que pasarán bastantes semanas.