Cuando se creó la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), en 1941, Costa Rica tenía 672.043 habitantes y había poco más de 40 nacimientos por cada 1.000 personas. La gente apenas lograba cumplir una expectativa de vida de 47 años.
Ochenta años después, el país sobrepasa los cinco millones, y se registran 13 nacimientos por cada 1.000. La expectativa de vida hoy es de 80 años.
“En este momento, la Caja actúa en una sociedad donde tenemos menos nacimientos y un envejecimiento de la población dramático. Esto cambia el panorama a futuro. Los próximos 80 años serán muy distintos”, dijo Roberto Cervantes Barrantes, gerente general de la entidad.
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La caída tan abrupta en el número de nacimientos registrada el año pasado como parte de una tendencia acelerada en la reducción de la fecundidad, golpea fuertemente a la institución encargada de administrar los seguros de Salud y de pensiones más importantes del país.
Según datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en el 2020 se registraron 57.848 nacimientos en todo el país, 6.426 menos que en el 2019. Expertos del INEC calificaron esa reducción como la más importante en los últimos 20 años.
La Tasa Global de Fecundidad (TGF), que refleja la cantidad de hijos por mujer en edad fértil, cayó a 1,4 en 2020, se coloca entre las más bajas del mundo junto a países como China, Japón, Corea del Sur o Singapur.
Cervantes explica que esta caída de la natalidad y la fecundidad se mezcla con un envejecimiento dramático de la población.
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“Actualmente, solo dos de cada diez adultos mayores están sanos. Ocho tienen algún tipo de padecimiento que necesita atención en los servicios de salud.
“(...) es frecuente en ellos la coexistencia de dos o más enfermedades crónicas, lo que se denomina multimorbilidades, que generan pérdida de calidad de vida, aumento del consumo de recursos sanitarios y de la mortalidad, de la progresión de las enfermedades crónicas y un aumento del riesgo y gravedad de la discapacidad”, advirtió el médico.
Uno de los enormes desafíos tratándose del seguro de Salud –que cubre los riesgos de enfermedad y maternidad–, de cara a los próximos 80 años de la Caja, es educar a los más jóvenes pensando en los servicios que recibirán como adultos mayores.
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“Hay un gran reto: pensar los servicios de salud para una población adulta mayor a la cual hay que educar desde jóvenes para que sepan que las personas con multimorbilidad tienen un mayor riesgo de deterioro funcional en el seguimiento a 3 años. Casi dos veces mayor por cada nuevo diagnóstico, y hasta 13 veces mayor en caso de presentar tres o más enfermedades crónicas incidentes”, explicó Cervantes.
Según el gerente, la Caja ha intensificado los esfuerzos por aumentar las actividades enfocadas hacia la prevención, con el propósito de que las personas no lleguen a enfermar.
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“La Caja asumió recientemente un modelo de trabajo integral en la comunidad donde se busca la detección de factores de riesgos y se va más allá de los servicios de salud buscando redes de apoyo comunales para sostener la vida saludable de las personas mayores”, dijo el gerente.
La cruz de pensiones
Ante un escenario de envejecimiento acelerado y caída de la fecundidad, el régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) profundiza sus desafíos.
De acuerdo con los datos del último informe actuarial de la CCSS, facilitados por la Gerencia General, se tiene proyectado para las próximas décadas una reducción importante en la llamada ‘razón de soporte’, es decir, en la cantidad de cotizantes que aportan para sostener lo que se le paga a los pensionados
Cerca del año 2080, esa relación, dijo Cervantes, se estabiliza en alrededor de 1,5. Actualmente, hay siete cotizantes por pensionado.
“El IVM al igual que otros sistemas en el mundo, es dinámico y requiere adaptarse para garantizar a sus cotizantes el cumplimiento de los beneficios en el tiempo, como hasta la fecha lo ha hecho.
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“La Caja viene impulsando periódicamente ajustes que garanticen su sostenibilidad adecuados a los contextos demográfico, social y económico”, manifestó Cervantes en referencia a la nueva reforma que está en proceso y en la que tienen en la mira variables como la edad para pensionarse, las cuotas y los beneficios.