En Guararí de Heredia se hizo un milagro en cuestión de tres días.
Voluntarios de la organización TECHO y de la cadena de restaurantes Subway, trabajaron intensamente para levantar, en 72 horas, un comedor multiuso para 120 niños de esa comunidad.
Es cierto que antes había otro. Pero este, según Kalía Martínez, una pequeña de segundo grado, "es más lindo, más ancho, más grande, para que podamos venir a aprender y a jugar".
La alianza entre Subway Costa Rica y TECHO permitió recaudar $20.000 que fueron los que se invirtieron en el nuevo comedor. Sucedió el 3 de noviembre, cuando se realizó la iniciativa "Para vos, para alguien más, y los que más lo necesitan", durante el Día Mundial del Sándwich.
Los niños beneficiados pertenecen al Programa de Aprendizaje Escolar (P.A.E.), impulsado por TECHO, que vela por el desarrollo de menores entre los 4 y 14 años de edad.
En este nuevo salón multiuso, además de comer recibirán tutorías académicas, manualidades, talleres artísticos y juegos.
Tras construir el comedor multiuso, la empresa de comidas se compromete a garantizar almuerzos preparados en la comunidad antes de iniciar las tutorías de cada sábado. Esto será posible gracias a la donación de alimentos de la canasta básica durante un año.
María José Hernández, directora general de TECHO, explicó que los trabajos empezaron en enero con el desmontaje de la estructura anterior y con la limpieza del terreno.
El 16 de febrero se inició la construcción del nuevo comedor, que quedó listo dos días después.
El comedor tiene cocina, baño, salón para tutorías, agua potable e instalaciones eléctricas.
"Este proyecto está diseñado para ser sostenible, y seguir impactando a la comunidad semana a semana", puntualizó señaló Gia Pandolfo, Gerente de Mercadeo de Subway.
Mayda Vásquez, madre de uno de los niños beneficiados, dijo que tanto ella como muchos otros vecinos están muy contentos con el nuevo salón pues el otro estaba en muy mal estado.
“Con el nuevo comedor multiuso esperamos que los niños tengan nuevas oportunidades para aprender, y que los más chiquititos puedan entretenerse dibujando y coloreando.
"Además que el salón nos sirva a nosotras, las mujeres de la comunidad, para aprender a hacer manualidades que nos permitan ayudarnos con alguna entradita más para la casa", indicó Mayda Vásquez.