El método del “martillo y baile” ha estado presente desde el inicio de la pandemia en muchas partes del mundo.
Este miércoles tomó relevancia en Costa Rica cuando el presidente Carlos Alvarado anunció que la reapertura económica gradual se regirá por ese concepto.
¿De qué se trata?
La estrategia la popularizó el ingeniero francés Tomás Pueyo Brochard desde mediados de marzo, cuando el número casos comenzaba a dispararse en Italia o España al tiempo que se intensificaban los confinamientos. También estuvo presente cuando comenzaron a levantarse las curvas en Latinoamérica. Costa Rica no fue la excepción.
Pueyo, de 38 años, se crió en España y vive en California donde trabaja como consultor en Silicon Valley.
Su intención era responder a la pregunta de lo que deberían hacer los países para ganar tiempo mientras se logra una cura o una vacuna, sin que eso implique un elevadísimo costo sanitario (vidas) ni una catástrofe para las economías.
La infectóloga y exministra de Salud, María Luisa Ávila, concretó la idea: “El martillo es que usted le dé un martillazo a la curva que va ascendiendo para que esta se aplane y esas fueron las primeras medidas más restrictivas que el Ministerio de Salud puso. Las puso, por ejemplo, en Semana Santa, con las primeras de restricción vehicular, órdenes de no salir a ciertos lugares y cierres de algunos establecimientos. Posteriormente, el baile es cuando se empiezan a relajar las medidas y le toca irlas manejando”.
Lo que ocurre posteriormente es lo que estamos viendo en el país.
Luego de atravesar la primera ola en la que un martillazo efectivo al inicio permitió aplanar la curva y empezar a bailar, con el levantamiento de algunas restricciones, llegó una segunda ola.
“Si la ola es muy grande tiene que darle otro martillazo. Si la ola baja puede seguir bailando. Si no baja tiene que darle otro martillazo. Se trata de que el martillo dé en el clavo y la ola se baje. Eso es lo que se dice: usted va a lo largo de la pandemia –que puede durar muchos meses más– dando un martillazo y bailando. Si el martillazo es efectivo, puede bailar un buen rato. Si el martillazo no dio en el clavo, va a tener que dar dos o tres más hasta que logre aplanar la curva”, añadió Ávila.
Ese ir y venir implica un largo período donde en ocasiones el “martillazo” será más intenso y en otras el tiempo que se podrá permanecer en modo de relajación será de varios meses, siempre bajo el modelo que han popularizado como “la nueva normalidad”.
En la teoría de Pueyo, que ha sido traducida a más de 30 idiomas, se explica que el martillo debe aplicarse rápido y de manera agresiva, pues se trata de aplacar el problema lo antes posible para evitar el colapso de los sistemas de salud. Añade que el período de martillo durará semanas, no meses, para evitar un desastre económico, pero eso requiere de disciplina de parte de la población.
Posteriormente, llegará el esfuerzo sostenido en el largo plazo que representa el “bailar” con la curva.
“Si se usa el martillo con el coronavirus, en unas semanas estará controlado y las condiciones para hacerle frente serán mucho mejores. A continuación, se requerirá un esfuerzo a largo plazo para mantener el virus contenido hasta tener un tratamiento o una vacuna”, indica la teoría del experto. .
¿Qué fue lo que anunció el presidente?
La diferencia en lo anunciado con Carlos Alvarado con la teoría en general radica en el plan que seguirán las autoridades de Salud en el país a partir de ahora será focalizado.
Durante la conferencia de prensa de este miércoles, en la que se anunciaron 147 casos nuevos (la cifra más alta desde el inicio de la emergencia) y la inclusión de varios cantones y distritos más en la categoría de alerta naranja, el presidente habló de que pronto se daría una fecha de reanudación de vuelos comerciales y que además esta semana se retomaría el cronograma de apertura de actividades, que fue súbitamente cancelado la semana anterior.
Alvarado detalló que en la localidades específicas donde la información epidemiológica determine un mayor impacto del virus, se continuarán aplicando medidas restrictivas, mayor cierre y contención (el martillo).
“Hay zonas del país donde el número de contagios es muy reducido comparado con otras parte. En estas zonas se puede avanzar siempre que así lo disponga la información, con las aperturas, pero siempre siguiendo de manera estricta los protocolos, las medidas de higiene, todo el cuidado de distanciamiento físico y demás”, agregó el mandatario.
Advirtió que bajo esta estrategia se avanzará a la tercera fase de apertura tal y como estaba programado, sin embargo los anuncios siempre irán de la mano de los datos, lo que implicará que las medidas cambien de un momento a otro o de un lugar a otro.