Sí, parecía una fiesta. Y de hecho también lo era, al menos un poco. Pero, en el fondo, las carrozas con escenas de cuido de enfermos intentaban enviar un mensaje más profundo a quienes transitaban por San José, la mañana de este jueves: aquellos enfermeros y enfermeras cerraban un ciclo de duelo después de un intenso trabajo sosteniendo la mano de miles de enfermos de covid-19, durante los primeros dos años pandémicos.
En el Día Internacional de la Enfermería, este 12 de mayo, decenas de profesionales en esta disciplina tomaron algunas calles de la capital en homenaje a quien es considerada la primera enfermera de tiempos modernos, la británica Florence Nightingale (1820-1910).
Desde las 10 a. m., se reunió al costado sur del parque Central de San José una gran cantidad de enfermeros y enfermeras que llegaron de diferentes hospitales del país; entre ellos, el San Juan de Dios, Calderón Guardia, CIMA-San José, Tony Facio (Limón) y San Rafael de Alajuela. La Caminata para la Vida, como la bautizaron, culminó en las inmediaciones del Calderón.
El intenso sol y la humedad que elevaron la sensación térmica a límites casi insoportables, se volvieron nada frente a los cientos de historias que muchos de ellos cargan en sus memorias, en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) o en salones de hospital, al lado de pacientes gravemente afectados por la covid-19.
“Todos los 12 de mayo celebramos el Día Internacional de la Enfermería, pero siempre lo habíamos tenido como muy callado. Este año es especialmente importante porque estamos cerrando un ciclo de duelo y dolor que vivimos las enfermeras porque pasamos una pandemia desconocida para todos nosotros.
“Tuvimos ese coraje, el valor y la fuerza para salir adelante en la gestión del cuidado de la población. No desmayamos nunca, siempre estuvimos al frente. Hoy, celebramos la vida y esta es la primera vez que salimos a celebrar a la calle”, comentó Carmen Loaiza Madriz, presidenta del Colegio de Enfermeras y Enfermeros de Costa Rica.
Solo en los hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), principal frente de batalla en la pandemia, laboran 17.804 personas entre profesionales en Enfermería (4.741), asistentes de pacientes (3.913) y auxiliares (9.150), músculo fundamental para el llamado “arte del cuido”.
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La especialización de estos profesionales abarca muchas otras áreas. Una de las más relevantes, sobre todo en estos momentos pandémicos, es la salud mental.
Silvia González Aparicio, enfermera obstetra del Hospital San Juan de Dios y la asistente de las perritas, Maureen Cascante Rodríguez, trabajan con el Programa de Terapia Asistida con Animales de Salud Mental. Ellas guiaban a una gran danés de 9 años, Luna, y a Tica, una golden retriever, que participan en este programa desde hace dos años.
Humanos y caninos, en equipo, entran a dar apoyo a los pacientes que las enfermeras especialistas en Salud Mental identifican. El contacto con estos hermosos animales les baja el nivel de ansiedad y facilita el proceso de recuperación de muchos.
Con esta Caminata para la Vida también se buscó promover estilos de vida saludable y procesos de duelo colectivo con ayuda de estas enfermeras de Salud Mental.
Este tipo de terapias, como la asistida con perros, ha permitido a estos profesionales superar los traumas generados por el miedo y la incertidumbre ante lo desconocido, que los inundó al inicio de la pandemia y los convirtió en testigos del paso de la muerte por los hospitales en su forma más descarnada.
A este ejército de valientes, felicidades en su día, y ¡gracias!