Cinco aceleradores lineales para dar radioterapia a enfermos de cáncer en el Hospital México trabajan, ininterrumpidamente, 24 horas al día desde el 2018, para cubrir el crecimiento en la atención de pacientes oncológicos del país.
Empiezan a funcionar a las 6 a. m. del lunes y finalizan el sábado siguiente, a las 10 p. m. Se turnan los roles: dos equipos dan terapias diurnas, y los otros tres en las noches. Hay un sexto aparato que empezará a dar apoyo de 6 a. m. a 10 p. m. con miras a aumentar la atención de 382 a 422 pacientes diarios.
Mientras en el Hospital México las jornadas en radioterapia son intensas, otros dos aceleradores lineales de última generación están sin estrenar en el nuevo Centro Conjunto de Radioterapia (CCRT), un edificio subterráneo con un área de 1.400 metros cuadrados ubicado en el ala oeste del Hospital San Juan de Dios, el cual se financió con el impuesto a cigarrillos.
Esos dos aceleradores lineales podrían desahogar al México al asumir un 25% de la atención de pacientes que actualmente llegan de los hospitales San Juan de Dios, Nacional de Niños y Geriátrico: aproximadamente, 1.200 enfermos de cáncer al año.
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Al día de hoy, 334 enfermos de cáncer de todo el país están en espera de iniciar la radioterapia en las diferentes fases del proceso: 197 pendientes de tomografía; 108 esperan la planificación o simulación del tratamiento, y 29 están listos para iniciar en cualquier momento. En promedio, la espera es de 45 días, informó el Hospital México.
El edificio de este nuevo Centro Conjunto de Radioterapia, de $16,8 millones, está finalizado desde febrero, lo mismo que la instalación de todos los equipos, incluidos los dos aceleradores y sus búnkers, pero el hackeo a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), del 31 de mayo, frenó la última etapa del proceso: el llamado “comisionamiento” de la obra.
Esta fase es fundamental para sincronizar los equipos con todos los sistemas informáticos, aseguró el gerente de Infraestructura y Logística de la CCSS, Jorge Granados Soto, quien atribuye al ciberataque el atraso en la entrega de la obra.
“Esa última etapa de conexión y revisión de los sistemas no se ha podido realizar hasta que no se levanten esos servicios. Una vez que esto se levante, en un par de semanas se podrían finalizar las actividades pendientes necesarias para firmar la recepción del proyecto y entregarlo al hospital (San Juan de Dios, responsable de administrarlo).
“Estamos coordinando con la Dirección de Tecnologías de Información (DTIC) para que nos colabore en levantar estos sistemas y servicios que requieren los aceleradores y finalizar el ‘comisionamiento’. Esperamos, muy pronto, levantar los servicios y finalizar esa etapa”, aseguró Granados en entrevista con La Nación.
Lo que Granados omitió es que ese proceso se podría prolongar hasta por seis meses, luego de que la directora de la Dirección de Arquitectura e Ingeniería de la CCSS (DAI), Gabriela Murillo Jenkins, suspendió temporalmente dos contratos con la empresa Promoción Médica S. A. (Promed), responsable de la obra.
La medida se ampara en el artículo 207 de la Ley de Contratación Administrativa, que faculta a la administración a suspender el plazo del contrato por motivos de fuerza mayor o caso fortuito.
“Se emitió dicha suspensión porque el contratista tiene que cumplir con un plazo contractual. Debido a que el hackeo no es culpa del contratista hay que suspenderles el plazo del contrato, según la Ley de Contratación Administrativa y su reglamento.
“Esta suspensión es por seis meses o hasta que se superen los obstáculos generados por el hackeo, que esperamos sea muy rápido por lo que no habría que esperar los seis meses. Los seis meses están en la Ley de Contratación Administrativa y su reglamento”, amplió posteriormente la Gerencia de Infraestructura por medio de la oficina de prensa de la CCSS.
La dirección médica del San Juan de Dios, hospital que estará a cargo de administrar el CCRT, confirmó que los aceleradores lineales del centro se desconectaron por prevención y seguridad de la fibra óptica y redundancia de la red después del hackeo a la CCSS.
Sin esa conexión, explicó, no se pueden finalizar tareas que están pendientes. Entre ellas, instalar y habilitar las estaciones de trabajo clínicas en el Servicio de Radioterapia y la estación en el Hospital Nacional de Niños; comunicar el tomógrafo simulador con el Centro, y el servidor en espejo de la base de datos de pacientes, así como la conexión de los aceleradores con fábrica para mantenimientos y actualizaciones.
Obra necesaria y esperada
Los servicios de radioterapia de la CCSS han vivido varias crisis sucesivas. Una de las más dramáticas sucedió en 1996, con la tragedia de sobreirradiación con cobalto en el Hospital San Juan de Dios, en la que resultaron afectados 115 enfermos de cáncer. En la discusión en torno a este hecho, trascendieron problemas para el mantenimiento y la reposición de los equipos.
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Este fue el germen del Centro Nacional de Radioterapia, que actualmente funciona en el Hospital México, y considerado la transición entre la radioterapia con cobalto y los tratamientos con aceleradores lineales; estos últimos, más precisos y menos invasivos para los pacientes.
Según el Colegio de Médicos, la falta de planificación institucional para reemplazar los equipos y ampliar la capacidad instalada, desató en el 2018 una nueva crisis con equipos paralizados por exceso de trabajo, agobiados frente al desafío del crecimiento de la demanda de enfermos oncológicos.
Sucedió hace justamente cuatro años, en junio del 2018, cuando se supo de más de 800 enfermos de cáncer en esperas de tres meses o más para recibir terapia con acelerador. Esto obligó a la CCSS a poner a funcionar 24/6 los aceleradores disponibles; no solo para sacar la presa de pacientes sino para atender la nueva demanda.
En parte, ahí está el germen del nuevo Centro Conjunto de Radioterapia, que será administrado por el Hospital San Juan de Dios, y verá a enfermos de este hospital, del Nacional de Niños y del Geriátrico. Forma parte de todo un plan de equipamiento de la CCSS para fortalecer la atención oncológica en el país, el cual fue anunciado en febrero del 2021.
Para su funcionamiento, el San Juan aportará 25 profesionales, entre médicos especialistas en radio-oncología, físico médicos, dosimetristas e imagenólogos. Además de tres médicos que trabajan en el Hospital Nacional de Niños, informó la dirección médica de este hospital. La CCSS se comprometió, además, a dar otras 21 plazas en el segundo semestre del 2022.
“El CCRT es un proyecto de ampliación de la capacidad institucional para ofrecer tratamientos de radioterapia en dos turnos de trabajo, cinco días por semana en dos equipos de acelerador lineal. Se iniciará con un turno de trabajo por equipo y se incrementará la capacidad de acuerdo con el fortalecimiento de componentes como la capacitación y formación del recurso humano”, agregó la dirección médica del San Juan.
Hospitales como el Nacional de Geriatría y Gerontología, refieren unos 18 adultos mayores con cáncer al año a radioterapia del San Juan de Dios para que, a su vez, de ahí sean enviados al Hospital México, donde actualmente operan aceleradores lineales.
Katrin Kulzer, jefa de la Consulta Externa del Geriátrico, explicó que este centro de salud y el San Juan de Dios desarrollan desde el 2012 un trabajo de cooperación conjunta con un programa de Oncología Geriátrica para mejorar la atención oncológica de la población adulta mayor, donde la prevalencia de cáncer (principalmente gástrico y de colon) es alta.
Por su parte, el Hospital Nacional de Niños refiere anualmente al México entre 60 a 70 pacientes pediátricos con diagnósticos que requieren tratamiento con alguna de las técnicas de radioterapia, informó la directora Olga Arguedas, y el jefe de Oncología, Carlos Rodríguez.
La dirección del Hospital México espera que, a corto plazo, el CCRT empiece a tratar a ese 25% de la población que le corresponde. “Esto implicaría dejar de requerir horas extra en los equipos del Hospital México”, manifestó la dirección de ese hospital por medio de su oficina de prensa.