Omisiones de la Dirección de Producción Industrial de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) aumentaron el costo de la lavandería del nuevo Hospital Monseñor Sanabria, en Puntarenas, en $9,5 millones (¢14.820 millones).
El problema fue señalado por Ólger Sánchez Carrillo, auditor interno de la CCSS, el 3 noviembre de 2021, pero el error se originó en 2017, durante la planificación del centro médico puntarenense. Según el oficio de advertencia AD-ASAAI-2316-2021, firmado por Sánchez, la Dirección de Producción Industrial no incluyó en la licitación del proyecto las características necesarias para las instalaciones y el equipo de lavandería.
Según ese documento, la institución avanzó con el diseño, licitación, adjudicación, construcción y compra de maquinaria para lavar, secar y planchar sin percatarse del descuido y corregirlo. Ahora, remediarlo costará, según la Gerencia de Infraestructura y Tecnologías, $9,5 millones. Eso significa que el valor total del nuevo Hospital Monseñor Sanabria pasaría de $225 millones a $234,5 millones (¢150.000 millones, aproximadamente). Lo más grave es que la institución no cuenta con presupuesto adicional para el proyecto.
“La magnitud de esta modificación representaría un impacto importante en las finanzas institucionales tanto de inversión como de operación (...) El proyecto debe continuar con el alcance original con el fin de que no existan atrasos eventuales en el proceso de ejecución”, dijo Jorge Granados, gerente de Infraestructura y Tecnologías de la CCSS, en un oficio dirigido el 19 de noviembre de 2021 a la Gerencia de Logística y a la Gerencia Médica.
Además, en el documento Granados afirmó que la Gerencia de Logística y la Gerencia Médica deberán gestionar ante la Gerencia Financiera la disponibilidad presupuestaria y, luego, conseguir la aprobación de la Junta Directiva.
Por último, reiteró que corregir las omisiones generaría atrasos en la finalización del Hospital, la cual está prevista para el primer semestre de 2024.
Esteban Vega de la O, gerente de Logística, indicó que por orden de la Junta Directiva realizan un “análisis técnico” para precisar la demanda futura de la lavandería y plantear algunas soluciones.
“Hay un equipo financiero determinando escenarios de cuál es la mejor alternativa desde el punto de vista técnico. Ya se emitió el criterio para que, finalmente, se le presenten opciones a la Junta Directiva y se tome la decisión de cómo tiene que ir ese Hospital”, declaró Vega de la O.
La Nación intentó, desde la semana pasada, hablar con Randall Álvarez Juárez, gerente Médico de la CCSS, pero no contestó las llamadas y mensajes. También se solicitó, este martes 27 de setiembre, una entrevista por medio de la oficina de prensa, pero no hubo una respuesta efectiva.
Los puntarenenses esperan esa obra desde setiembre de 2012, año en que el terremoto de Nicoya provocó serios daños a la infraestructura del Hospital Monseñor Sanabria.
¿Cómo ocurrió?
Román Macaya Hayes, presidente ejecutivo de la CCSS entre 2018 y 2022, calificaba la construcción del Hospital Monseñor Sanabria como el proyecto “más ambicioso de la Caja en lo que va del siglo XXI”. Ante esa declaración, es válido preguntar: ¿Cómo la institución cometió una omisión tan grave en lo que consideraba la obra más importante entre su portafolio de inversiones?
Para hallar una respuesta hay que revisar decenas de oficios, algunos de ellos datan de 2017.
Por ejemplo, en el oficio ALC-0989-2018 del 18 de junio de 2018, Eduardo Granados Calderón, jefe del Área Lavandería Central, reclamó a Ovidio Murillo Valerio, director Producción Industrial, que no se incluyera en la licitación del nuevo centro médico las recomendaciones técnicas elaboradas por su departamento para definir los equipos y flujos de trabajo necesarios en la nueva lavandería.
“Por razones que desconocemos, en apariencia en el programa funcional licitado y publicado no incluye elementos primordiales en la definición de demanda y capacidad de equipos de lavado y secado.
“Esta omisión podría eventualmente provocar errores de interpretación por parte de los posibles oferentes, desviaciones en las capacidades adquiridas en los equipos, cuellos de botella en producción, contraflujos y una sobrestimación o capacidad instalada disminuida”, comentó Granados en el oficio mencionado.
El 21 de junio de 2018, a través del oficio DPI-0637-06-18, Murillo se limita a trasladar la inquietud de la jefatura de Lavandería Central a la Dirección de Arquitectura e Ingeniería; es decir, lanzó la bola a otro departamento sin dar explicaciones sobre la razón de la omisión o plantear soluciones.
De acuerdo con el informe de la Auditoría Interna, el asunto se retoma hasta marzo de 2021, cuando varios funcionarios vinculados al proyecto comunicaron por escrito a Randall Álvarez, entonces director del Hospital Monseñor Sanabria y gerente Médico de la CCSS desde el 30 de noviembre, una serie de observaciones y deficiencias relacionadas con la nueva lavandería.
Incluso, en la nota le expresaron a Álvarez que las nuevas instalaciones no superan las condiciones de la lavandería actual.
“Es importante recalcar que actualmente la lavandería del hospital cuenta con un proceso de trabajo semi-automatizado, en las áreas de clasificación, lavado, secado y planchado, proceso que se desarrolla mediante bandas y otros equipos que permiten agilizar y optimizar estas funciones (...) La propuesta presentada por parte de la empresa contratada por el consorcio Vander Laat y Jiménez, es sumamente convencional y va en detrimento de lo que tenemos actualmente en operación”, declararon los funcionarios.
En mayo de 2021, la jefatura de Lavandería Central reiteró sus observaciones y solicitó ajustar las especificaciones técnicas para el área de lavado. Entre las peticiones mencionadas estaba que el consorcio Vander Laat y Jiménez incluyera en el diseño “una mesa o banda para clasificación automática, un sistema automatizado de lavado y secado de 7 módulos de 100 kilogramos con sistema de carga por transferencia aérea”.
No obstante, las peticiones no fueron avaladas, pues el contratista ya había solicitado los equipos incluidos en el cartel de licitación.
Sin respuesta
Lo que no logra responder la Auditoría Interna en su informe es por qué ocurrieron las omisiones. Tampoco recomienda la apertura de procedimientos administrativos para determinar quién o quiénes son los responsables de no incluir las especificaciones técnicas correctas en el cartel de licitación ni la revisión de procesos de trabajo para evitar, en el futuro, descuidos que terminen encareciendo las obras.
Gerardo León Solís, actual director de Producción Industrial de la CCSS, afirmó que desconoce si existen investigaciones administrativas para sentar responsabilidades sobre las omisiones señaladas.
León agregó que asumió la Dirección de Producción Industrial un año y medio atrás, cuando Ovidio Murillo Valerio, antiguo director se acogió a su jubilación.
¿Por qué ocurrieron las omisiones relacionadas con la nueva lavandería? “Es un tema relativo ¿Verdad? Habría que ver de dónde nace la información”, respondió León.
Añadió que para dar una respuesta más precisa se solicitara una entrevista a través de la oficina de prensa de la CCSS.
Los movimientos para preparar el terreno donde se levantará el nuevo hospital se iniciaron el 30 de setiembre del 2021 y terminarían en febrero del 2022. Este es un proyecto de 72.132 metros cuadrados de construcción que se espera beneficiará a 300.000 habitantes de la provincia.
“Dios primero, en 2024 habrá nuevo hospital en Puntarenas”, dijo en diciembre pasado el nuevo gerente médico de CCSS, Randall Álvarez.
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