A pesar de los miles de contagios diarios y del posible colapso de servicios de salud, grupos de ticos creen conveniente verse con amigos y romper burbujas sociales, como si no hubiera pandemia.
Luego de vivir siete meses con el nuevo coronavirus, distintas personas han bajado la guardia y disfrutan de una falsa sensación de seguridad al salir con conocidos sin mascarilla y sin guardar distancia.
Especialistas en vigilancia epidemiológica, advierten que la falta de protección en las reuniones familiares y de amigos puede disparar los casos positivos en los rebrotes de covid-19.
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) confirma la existencia de personas que aseguran tener baja sensación de riesgo de la enfermedad con allegados, a pesar de que no sean parte de su burbuja social.
Sociólogos explican que la apertura comercial y el relajamiento de las restricciones vehiculares, han generado una sensación de confianza en la población, lo que provoca que algunos desistan de extremar cuidados como antes.
La epidemióloga Guiselle Guzmán Saborío, jefa del área de Salud Colectiva de la CCSS, concuerda en que las personas se relajan cuando se habla de reapertura y llevan a cabo actividades con personas cercanas sin medidas preventivas.
“La gente se siente segura con el núcleo familiar con el que está más frecuentemente en contacto. Pero el peligro está en que cada persona del grupo de contacto frecuente tiene a su vez contacto con otros grupos de contacto frecuentes, laborales, sociales o familiares", dice la doctora.
Agrega que las personas sin síntomas o con síntomas como una mínima tos o una leve molestia de garganta, son las que comúnmente propagan la enfermedad entre grupos.
Por eso, recomienda que cada individuo con riesgo aumentado de complicación se mantenga a distancia de familiares y amigos, como una medida de autocuidado.
“Las personas deberían tomar conciencia y decir: si soy una persona del grupo de mayor riesgo, debo estar siempre protegida, por eso, evito contacto cercano con otras personas y pido con amor a otros que usen su mascarilla y se laven las manos”, añade.
Divulgación en redes
Los sociólogos Roberto Pineda y José Carlos Chinchilla explican que a las personas ya no les importa tanto romper sus burbujas sociales y hasta divulgarlo en sus redes sociales.
Aunque esta acción implique desafiar a las autoridades sanitarias y al sentido común, muchos lo hacen sin preocupación alguna y cuelgan fotos en grupo en plataformas como Facebook e Instagram, sin sentir culpa.
Pineda argumenta que la apertura que se dio en las últimas semanas trajo la falsa idea de que ya no hay peligro por el virus y que eso ha llevado a que la gente se relacione más.
“Me parece que ya la gente no siente esa presión ni esa obligación de respetar las burbujas. Si no se quiere que la curva aumente más, van a tener que volver medidas de restricción como antes o más radicales”, dice.
Por su parte, Chinchilla explica que, para este punto, la emergencia sanitaria ya no se ve como una disrupción de la cotidianidad, por lo que las personas han vuelto a realizar actividades como si no existiera pandemia.
El profesional indica que, cuando las personas se tienen cercanía afectiva, a pesar de no ser parte de la misma burbuja social, parten del supuesto de que entre pares se cuidan igual, por lo que no ven peligro de contagio.
"Si las autoridades sanitarias transparentan un poco la difícil realidad que se está viviendo, me parece que la gente podría volver a recuperar un nivel de consciencia que se ha perdido bastante.
“Ahorita es muy importante difundir una narrativa de lo que implica tener una enfermedad de estas y de lo que implica para los grupos familiares pasar por esto”, aseguró.
La psicóloga Carolina Porras explica que cuando las personas satisfacen necesidades básicas como la de socializar con otros, rompen muchos límites, hasta el de la conciencia y el temor.
Agrega que el ser humano busca el placer a toda costa y siempre trata de evitar el temor, por lo que muchas personas están dispuestas a poner eso por encima de las medidas sanitarias por el virus.
Campaña de concientización
Ante esta situación, la CCSS comenzó una campaña en sus redes sociales para presentar testimonios de pacientes que fueron contagiados cuando compartieron espacios fuera de su núcleo familiar.
En los relatos, se cuentan historias de ciudadanos que desestimaron el riesgo de contagio porque compartieron con personas conocidas que, aparentemente, “se veían sanas”.
La iniciativa de la institución está basada en informaciones recolectadas por los propios servicios de salud al atender pacientes positivos de covid-19.
Para la jefa de producción audiovisual de la CCSS, Doxy Navarro Padilla, a las personas con baja percepción del riesgo “en vez de repetirles que sí existe la covid-19, se trata de darles un mensaje emocional para estén concientes de la importancia de cuidarse en todo momento y en todo lugar”.
“Sabemos que siempre relacionamos seguridad con seres queridos, pero las medidas de la transmisión comunitaria obligan a mantenernos exclusivos con el círculo inmediato y, aún con ellos, el mantener distancia es la forma de expresar protección”, dice la productora en la justificación de la campaña.
En uno de los videos publicados por la institución, se presenta el relato de un ciclista quien, en un paseo recreativo, tiene contacto con un enfermo y eso lleva el virus a su casa, donde hay personas vulnerables.
En otro se relata el caso de un grupo de amigos que se encuentran de manera casual, pero la emoción de estar juntos hace que olviden la distancia sanitaria, lo que provoca el contagio de todos por uno estar enfermo.