Un asegurado tendrá que esperar en promedio 480 días para, finalmente, ser sometido a una cirugía programada en un hospital de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Son 139 días más de espera en comparación con el 2019, cuando el plazo era de 341 días, de acuerdo con datos de la Unidad Técnica de Listas de Espera (UTLE).
Ese aumento es resultado de la paralización de operaciones electivas registrado durante el primer año de la pandemia.
No obstante, los plazos podrían ser mayores en especialidades históricamente críticas, entre ellas, Ortopedia, Cirugía General o Ginecoobstetricia.
El detalle por especialidad quirúrgica se tendrá luego de que los hospitales y Áreas de Salud envíen los datos completos a diciembre del 2020, cuya entrega debía concretarse a más tardar el 15 de enero.
Debido a la pandemia, la CCSS paralizó la realización de cirugías programadas o electivas, para dar prioridad en los servicios de salud a los enfermos de covid-19.
La medida pretendía, además, proteger a pacientes y personal médico debido al alto riesgo de contagio en una sala de operaciones.
Hasta la fecha, se mantiene la directriz institucional de operar únicamente casos de emergencias y urgencias, enfermos de cáncer o aquellas cirugías electivas justificadas técnicamente por el médico especialista, confirmó Marny Ramos Rivas, coordinadora de la UTLE, unidad que pertenece a la Gerencia Médica de la Caja.
Como resultado, el año pasado los hospitales públicos dejaron de hacer 86.276 operaciones con respecto al 2019. Ese año, previo a la emergencia por la covid-19, se realizaron 200.949 cirugías, mientras que hasta noviembre del 2020 la CCSS hizo 114.673 operaciones.
Un 58% de estos procedimientos quirúrgicos no provenían de listas de espera (66.456 operaciones), y el restante 42%, sí (48.217).
Ramos comentó que la realización de cirugías es uno de los procedimientos más riesgosos para el contagio del SARS-CoV2, el coronavirus que ocasiona la covid-19.
Si antes de la pandemia los protocolos de limpieza y desinfección de quirófanos eran estrictos, las medidas se reforzaron tras la aparición de esta nueva enfermedad con el fin de reducir el riesgo.
Citas y exámenes médicos
El área quirúrgica es la más afectada debido a las acciones implementadas por la CCSS ante la pandemia.
No ha sucedido lo mismo con los plazos y las listas en exámenes diagnósticos. Según datos a noviembre aportados por la UTLE, el plazo promedio de espera en días pasó de 142 en diciembre de 2019 a 124 en noviembre anterior.
Sin embargo, informó Ramos, se documenta una variación del 26% con una afectación estimada de 87.295 casos respecto al año 2019, y se registró un ausentismo del 18% de marzo a noviembre del 2020.
En la primera cita con médicos especialistas, en consulta externa de los hospitales, los datos de la UTLE muestran un descenso en la totalidad de consultas realizadas, pero no fue tan significativo debido a la utilización de nuevas plataformas, como la telemedicina o la consulta vía telefónica.
Hasta finales de noviembre, los hospitales públicos dieron más de diez millones de consultas (10.032.460), de las cuales un 70% correspondieron al periodo pandémico, a partir de marzo. Un año antes, se registraron más de once millones de citas con especialistas en la CCSS.
Aunque no se registra un incremento en la lista de consulta externa, sí aumentó el plazo por consultas que debieron postergarse: pasó de 151 días en diciembre de 2019 a 157 días de espera promedio en diciembre de 2020 (6 días más).
“Hasta la semana 48 se documenta afectación de más de 2,1 millones de citas en consulta externa (2.136.968 de citas), correspondientes a un 23,6% de las atenciones totales en esta área. La afectación estimada a la lista de espera es de 181.068 consultas, (10%), que corresponde únicamente a casos nuevos”, informó Ramos.
La funcionaria aclaró que la disminución en muchas de las consultas fue porque cayó la demanda y aumentó el ausentismo.
De hecho, en la semana epidemiológica 12, que coincide con la tercera semana (17 de marzo) tras la aparición de los primeros casos de covid-19 aquí, se perdieron 47.000 citas por ambas causas.
El ausentismo malogró entre 13.000 y 20.000 citas entre las semanas 16 a 48 (marzo y noviembre). Según Ramos, cayó la demanda de consultas por diarreas, dolor de espalda, y otras infecciones de vías respiratorias.
Dicho comportamiento se logró compensar al poner a disposición de los asegurados otras modalidades de atención, como la telemedicina, que en el 2018 apenas comprendía un 1% de todas las consultas médicas de ese momento, y las llamadas telefónicas.
A final de año, la modalidad virtual de consulta alcanzó un máximo del 40%, informó Ramos, quien confirmó que la pandemia también se convirtió en una oportunidad para acelerar procesos en la Caja.
El aumento en las consultas virtuales, por ejemplo, impulsó un cambio de normativa para definir, entre otras cosas, servicios como los de teleorientación, que se hacen por teléfono.
En este tipo de consulta, el médico puede explicarle al paciente los resultados de sus exámenes y recomendar una receta.
También se promovió la consulta con apoyo de plataformas como Zoom, y otros servicios hospitalarios como la teledocencia, tanto para personal de salud como para pacientes. El ejemplo clásico aquí es el curso de preparación para el parto.
Del total de consultas, 2,5 millones se dieron en modalidad no presencial de marzo a noviembre, mientras que 7,4 millones fueron presenciales.
“El curso de la emergencia no ha permitido alcanzar la cantidad de consultas previas y será hasta después de los resultados que se obtengan con la vacuna que se puedan incrementar. Igualmente, se aclara que muchas no se recuperarán por corresponder a descenso en la demanda”, dijo Ramos.
Aprovechar espacios
Para este 2021, la CCSS espera retomar algunos de los planes que tuvieron que poner en pausa durante el primer año pandémico.
“El aumento en la producción en todas las áreas está sujeto a la adaptación generada por los centros y que en este momento se ve muy limitada dado el aumento de los casos por covid-19 en todo el país y la cantidad de camas disponibles y de recurso humano, los cuales se encuentran muy presionados para la atención de pacientes con covid-19, así como de pacientes no covid.
“Se espera que la vacuna sea una ayuda para poder retomar los espacios que en la actualidad deben destinarse exclusivamente a covid-19.
“El Plan de Atención Oportuna se mantiene mediante estrategias en red en jornada ordinaria, uso de tecnología y de depuración. Sin embargo, un avance mayor depende del comportamiento epidemiológico de la enfermedad”, aclaró Ramos.
La defensora de los Habitantes, Catalina Crespo, reconoció los esfuerzos de la CCSS por mantener los servicios funcionando al máximo posible, a pesar de la pandemia.
Dicha entidad se ha mantenido vigilante del cumplimiento de los planes de la Caja para bajar los plazos de espera, desde que la Sala Constitucional ordenó a esa institución acabar con los tiempos prolongados para atender a los enfermos.
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La pandemia puso freno al ritmo que se venía registrando desde el 2019.
“El 9 de febrero, tenemos reunión para ver cómo vamos a hacer el monitoreo desde la Defensoría, a casi un año de la pandemia. Ya no es un tema nuevo. Siempre será un tema para tener cuidado, pero ya la Caja se ha ido acostumbrado a los procesos y los tiene bien organizados.
“Es una realidad con la que hay que vivir por un buen tiempo. Ahora sí hay que volver a las otras cosas, y no hay que dejarlas tiradas”, manifestó Crespo.