La espera pone en juego la vida de 830 pacientes con males cardíacos, que llevan hasta seis años en fila para una intervención médica en el Hospital México.
Según denunció la jefa de Cardiología del centro médico, Sofía Bogantes, 141 pacientes fallecieron por falta de atención y poco uso de las salas de operación para hacer los cateterismos, técnica para diagnosticar males en el corazón y las obstrucciones que provocan los infartos.
“Esto no es un problema de ayer; la negligencia del director del hospital viene desde 2009 y él busca desvirtuar la realidad y minimizar las muertes”, dijo ella.
Agregó que los pacientes se habrían salvado si hubieran recibido la atención oportuna.
“Revisé certificados de defunción y ellos murieron por falta de atención. Aquí se hace conciencia hasta que el paciente sea su mamá, su hijo o usted mismo y eso no va con el principio de servicio social del hospital. Al director le fallan las matemáticas”.
El director Douglas Montero afirmó que la lista de espera no es de 830, sino de 512 pacientes y que desde hace cuatro años se trabaja en mitigar la espera.
“La doctora Bogantes quiere tergiversar la realidad; quiere poner en mal al hospital sin tomar en cuenta los esfuerzos de inversión y trabajo que se han venido realizando. Esto es una acción de la doctora en mi contra”, afirmó.
A investigación. La jefa de Cardiología llevó su preocupación ante el diputado Mario Redondo (Alianza Demócrata Cristiana), quien ayer pidió la destitución del director del Hospital México.
“La negligencia en la toma de decisiones y asignar salas para otros procedimientos ameritan una investigación profunda y la destitución del director”, dijo.
Ayer, los legisladores acordaron crear una comisión para investigar la Dirección Médica del hospital y sus dependencias, en especial el Servicio de Cardiología y uso de quirófanos.
La gerenta médica de la CCSS, María Eugenia Villalta, alegó que el hospital sí está preparado para atender a los pacientes, pero abrirán otra investigación.
En el 2014, Bogantes envió una carta con la lista de fallecidos y se quejó de que se tomaran salas de angiografía como quirófanos cuando se dio el cierre de 14 salas de cirugía del hospital por fallas.
Montero dijo que “solo fueron cuatro días en los que se cambió el uso de las salas para otros fines”. Esta decisión, según el Servicio de Cardiología, dejó sin atender a 83 pacientes que esperaban cateterismo, que consiste en colocar un catéter (tubo especial fino) dentro de una arteria e inyectar un líquido de contraste para detectar cualquier tipo de anomalía en el corazón.
En Costa Rica, los males cardíacos son la principal causa de muerte desde 1970, y en más de 40 años, los números no han bajado. La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) invierte ¢117.000 millones anuales en la atención de males cardiovasculares.
Solo en el 2014 hubo 5.626 fallecimientos por esta causa y se dieron 8.242 hospitalizaciones.