Kalina Quirós Umaña tiene de 40 años y ya pasó un quirófano para un cateterismo cardíaco, y por la Unidad Coronaria del Hospital San Juan de Dios.
Esta joven madre alajuelense es de todo menos sedentaria. Está habituada a hacer ejercicio pero muy probablemente el estrés de la vida diaria causó que su corazón sucumbiera a la presión, el pasado 26 de octubre.
Quirós está ahora en los registros de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) por infarto agudo de miocardio, un problema que afecta a personas cada vez más jóvenes, según informó la institución.
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Jorge Arauz Chavarría, jede de Cardiología del San Juan de Dios, confirmó que historias de pacientes sanos sin factores de riesgo aparentes, como la de Kalina Quirós, hay muchas.
“Hemos visto un fenómeno en los últimos años que nos tiene preocupados: la incidencia de infartos está siendo muy alta en personas entre los 30 y 60 años. Tenemos personas muy jóvenes que llegan acá y deben ser intervenidas urgentemente”, comentó el cardiólogo, a quien también le preocupa la aparición de altos niveles de colesterol y azúcar en la sangre entre gente joven.
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Arauz lo atribuye a cambios en el estilo de vida de la gente, con predominio de sedentarismo, malos hábitos alimenticios y mucho estrés.
Datos de los diferentes hospitales de la Caja, muestran un crecimiento en el número de infartos atendidos entre el 2017 y el 2021. En ese periodo, se pasó de 2.599 egresos por infartos a 3.765.
Año | 20-44 años | 45 a 64 años | 65 años y más |
---|---|---|---|
2017 | 97 | 1.110 | 1.392 |
2021 | 186 | 1.543 | 2.036 |
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cada año, matan a 18 millones de personas.
Los síntomas de la enfermedad cardiovascular pueden incluir dolor de pecho falta de aire, entumecimiento, debilidad o frío en las piernas o los brazos cuando se estrechan los vasos sanguíneos, y también dolor en el cuello, la mandíbula, la garganta, abdomen superior o en la espalda.
Alejandro Sanabria Garita, médico de la Unidad Coronaria del Hospital San Juan de Dios, enfatiza en la importancia de identificar tempranamente los factores de riesgo para disminuir eventos cardiovasculares prematuros.
Sanabria recomienda a la población estar al tanto de los chequeos médicos; entre ellos, los exámenes de sangre para conocer los niveles de colesterol y de azúcar.
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Además, dijo, revisar periódicamente la presión arterial e incorporar a la rutina diaria el ejercicio y la actividad física, ojalá desde edades tempranas, con el fin de reducir el riesgo de alguna enfermedad cardiovascular.
En Costa Rica, entre un 25% y un 50% de quienes sobreviven a un infarto consiguen una referencia para programas de rehabilitación cardíaca, un paso fundamental en el proceso de recuperación del paciente.
El Hospital San Juan de Dios cuenta con uno de estos programas. También el Centro Nacional de Rehabilitación (Cenare).
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Las causas más comunes para explicar la baja referencia de pacientes, según especialistas consultados por La Nación en julio pasado, incluyen la capacidad limitada en personal, equipo e infraestructura en los hospitales de la CCSS que desarrollan estos programas.
Mal en aumento
La Caja tenía bajo medicamentos antihipertensivos a 1.142.500 personas, en 2021. La cifra representa el 22,13% de la población del país y el 29,85% de los mayores de 18 años. A esto se le debe sumar quienes tienen control en el sector privado.
Entretanto, la última Encuesta de Factores de Riesgo Cardiovascular de la entidad, divulgada en 2019, indicó que un 35,1% de los adultos costarricenses tendrían esta enfermedad.
Sin duda, el problema va en aumento. Entre 2013 y 2021, años en los que la población nacional creció 9,54%, la cantidad de personas en tratamiento por hipertensión subió 21,4% (244.495 casos nuevos).
El último estudio de Carga de Enfermedad de la CCSS, publicado en el 2020 con datos del 2019, indica que solo la hipertensión fue responsable de la pérdida de 102.906 años de vida saludable (AVISA) ese año.