A estas alturas del año, Diana González Sosa ya estaría graduada de médica.
No obstante, la pandemia obligó a la CCSS a suspender el internado rotatorio en sus hospitales, uno de los requisitos básicos para que esta vecina de Vásquez de Coronado cumpliera su sueño.
González, de 24 años, está entre los casi 800 alumnos de último año de Medicina que no se podrán graduar, y mucho menos colegiarse para poder ejercer la carrera que decidieron estudiar con tanto entusiasmo y esfuerzo económico.
Esta práctica clínica, que se realiza en el último año de carrera, es requisito fundamental para graduarse y ejercer la Medicina en Costa Rica.
En su caso, al menos tuvo la oportunidad de avanzar con el internado en el primer bloque de Medicina Familiar y Comunitaria. Pero no sabe qué pasará con los otros cuatro bloques pendientes.
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“Lo que nos frustra a nosotros como estudiantes es que llevamos bastante años desarrollando experiencia clínica. No llegamos a un hospital por primera vez sin saber qué hacer. Los protocolos de la CCSS son fáciles de seguir y hemos sido sumamente responsables. Nuestros tutores, en los hospitales, también nos cuidan”, dijo esta estudiante de la Universidad de Ciencias Médicas (Ucimed).
Hasta ahora, asegura, la CCSS no ha respondido una sola de las gestiones realizadas desde las universidades o desde los mismos estudiantes.
“Hemos sentido una sensación de abandono y negligencia. Postergan todo. Es una falta de comunicación impresionante. Lo que nos hemos sentido es ignorados y abandonados desde que nos sacaron, en marzo”, menciona González en referencia al mes en que las autoridades de la CCSS decidieron suspender el internado para evitar una mayor propagación del nuevo coronavirus.
Todo este tiempo fuera de los hospitales, González lo ha dedicado a reforzar el francés, a dar clases a menores de bajos recursos y a aprender Lesco (lenguaje de señas costarricense), para poder ayudar en el futuro a pacientes sordos.
“Pagar una universidad privada es un esfuerzo para todos, independientemente del nivel socioeconómico. He hablado con personas con deudas, que pagan préstamos para estudiar Medicina, una de las carreras más caras, y con este retraso se endeudan aún más. Necesitan graduarse para pagar su deuda en educación”, comentó.
Por ahora, no se graduará como médica.Tampoco podrá viajar a Estados Unidos, como tenía planeado, para reforzar su formación. Lo que sí espera es que las respuestas lleguen pronto para poder continuar avanzando hacia su meta: convertirse en una médica especialista en Dermatología.