¿Es usted de los que corre a buscar jarabe cuando tiene tos? Posiblemente, pues son muchos quienes recurren a expectorantes, mucolíticos y antitusivos cuando, como tararea la canción de Malpaís, lo atrapa el “cof, cof”.
Antes de hacerlo, es importante que conozca para qué sirve cada uno de esos grupos de fármacos. El medicamento más conveniente dependerá del tipo de tos, las características de su flema (ojo, que tiene que verla para describir al médico o farmacéutico color y textura), el tiempo que lleve tosiendo e incluso, de sus enfermedades de fondo.
La Nación consultó sobre este tema al farmacéutico y vocero del Colegio de Farmacéuticos, Larry Ramírez, y al jefe de Consulta Externa y pediatra neumólogo del Hospital Nacional de Niños (HNN), Arturo Solís Moya. En este artículo le resumimos los consejos y advertencias más importantes que ambos dan.
¿Qué es la tos?
La tos es un síntoma de alguna enfermedad, generalmente respiratoria, de las son frecuentes en la estación lluviosa. Es, además, un mecanismo de defensa para deshacerse de cosas que invaden o tenemos de manera excesiva en el tracto respiratorio.
“Hay que tener muy clara la causa de la tos para tratarla y no el síntoma en particular. Si se decide tratar o aliviar el síntoma, se deben usar los medicamentos correctos”, advirtió el pediatra neumólogo.
La tos es también un efecto reflejo, explica Larry Ramírez: “Cuando tenemos una flema muy pegada en bronquios, el cuerpo busca sacar o botar eso pues no es bueno que esté ahí porque las flemas pueden ser un foco de infección muy fuerte.
“Hay personas que empiezan con flemas blancuzcas y a los días se ponen de color verde o amarillo debido a que están contaminadas pues son ricas en sustancias que les gustan a las bacterias. Las flemas son algo que debe expectorarse cuando hay un cuadro agudo y amerita que salgan”.
La tos, advierte Ramírez, es síntoma de algo: si usted pescó un resfriado puede eventualmente tener tos. Pero si alguien tiene tres meses tosiendo, debería acudir al médico a revisar alguna causa de fondo.
Tipos de tos
Cuando vaya a consultar al médico o al farmacéutico describa muy bien las características de su tos, pues hay quien tose con flemas y quien no lo hace.
“Una tos necia o seca −la famosa tos de perro– es una que no produce flema. Es más espasmódica. Ataca más cuando hay alergia o cuando la persona entra en contacto con cosas que le generan un cuadro reactivo. O cuando un cuadro viral genera esa tos. Por ejemplo, la que causa la covid”, explica Larry Ramírez.
Para casos como esos lo que se aconseja es un antitusivo: un medicamento que quita la tos al actuar a nivel central y quitar el espasmo que desencadena la tos.
La tos con flemas o productiva amerita algo para botar la flema, ya sea que se expectore normalmente o se trague y salga por vías corporales, como las gástricas.
En estos casos, se aconseja usar medicamentos mucolíticos y expectorantes. Un mucolítico hace que las características físicas y viscosas de la flema que la hacen parecer un chicle sean más fluidas, lo cual facilita su salida por medio de la tos.
El expectorante ayuda a que se dé el movimiento de los cilios, una especie de filamentos o “pelitos” que aumentan la presencia de surfactante, una sustancia responsable de hidratar la zona pulmonar y ayudar a botar la flema.
La tos productiva nunca se trata con antitusivos porque pegan las flemas, advirtió Larry Ramírez.
Los expectorantes y mucolíticos también ayudan a controlar las secreciones nasales. Por ejemplo, el moco espeso que genera un cuadro de sinusitis.
¿Qué son mucolíticos, expectorantes y antitusivos?
Son tres grupos de medicamentos diferentes. Por lo general, son bastante seguros. La mayoría de los productos que hay en el mercado son mucolíticos y expectorantes. Pero algunos son más expectorantes que otros, advierte el farmacéutico Larry Ramírez.
“La idea es usar medicamentos que se puedan complementar o usar uno con un buen equilibrio entre las dos cosas.
“El tema de los mucolíticos y expectorantes en niños es de amplio interés para el público en general y padres de familia. Estos medicamentos, por lo general, son seguros siempre y cuando se utilicen en las dosis correctas por peso o edad del niño. Suelen no tener efectos adversos graves.
“Lo que sí es preocupante es el abuso de estos medicamentos en cualquier escenario. Uno de los principales problemas de estos medicamentos es que los padres pretenden que quiten la tos. No estamos hablando de antitusivos o inhibidores de la tos. Un mucolítico y expectorante puede ayudar a que el niño, a través de la tos, logre fluidificar sus secreciones respiratorias y expectorarlas con mayor facilidad”, aclaró Solís Moya.
Un tratamiento con mucolíticos o expectorantes puede rondar los ¢10.000, un costo que dependerá de cuánto tiempo lo necesite. Hay muchas variedades, y son bastante buenos y seguros.
Otros consejos
- Si tiene tos, procure hidratarse bien pues a más hidratación la flema tiende a hacerse menos viscosa.
- Aprenda a expectorar (toser y botar la flema) y enseñe a los más pequeños a hacerlo. Hay quienes ven esto como una falta de educación, pero tienen que aprender a hacerlo. No es andar escupiendo por la calle: es jalar y botar, aunque den ganas de vomitar.
- No hay problema en tragarse la flema, explica Ramírez. El organismo tiene sus mecanismos para distribuir y evitar, por ejemplo, una broncoaspiración. Cuando expectora, se puede ir al estómago y de ahí salen por las heces.
- Consulte siempre en la farmacia si no tiene acceso a un médico. Siempre es mejor que consulten primero porque si no corre el riesgo de usar antitusivos para tos flemosa, o un expectorante para una tos necia. El profesional en salud lo guiará.
- No se automedique.