La instrucción de pagar anticipadamente $1,3 millones por respiradores filtrantes de partículas KN-95, que no se habían revisado, fue dada por el asesor de la Gerencia de Logística, Hans Vindas Céspedes.
Así lo declaró Juan José Acuña, jefe de la Subárea de Gestión y Control de Compras de Bienes y Servicios de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), en su comparencia ante los diputados de la Comisión de Control de Ingreso y Gasto Público, la tarde de ese jueves.
“Don Hans Vindas era asesor del gerente de Logística, Luis Fernando Porras; él fue quien ordenó que se procediera con la gestión de pago (...) La instrucción para pagar llegó del señor Hans Vindas”, respondió Acuña ante consultas del diputado independiente, Erick Rodríguez.
Vindas y Porras permanecen suspendidos con goce de salario mientras avanzan investigaciones administrativas en su contra por supuestas irregularidades en varias contrataciones de emergencia realizadas durante la pandemia.
De forma paralela, también la Fiscalía abrió causa penal determinar si se incurrió o no en algún delito.
La Nación dio a conocer, la semana anterior, que la CCSS canceló, el 7 de mayo, $1,3 millones a la empresa Kai Gifts Inc Dba Bazarkai por 570.000 respiradores KN-95.
Según los documentos disponibles, el desembolso se efectuó cuando la mercadería llegó al aeropuerto Juan Santamaría, en Alajuela, sin que se verificar si cumplía con los requisitos exigidos durante el proceso de contratación.
El producto fue revisado hasta seis días después, el 13 de mayo, y tras una evaluación detallada se detectó que los dispositivos no eran de uso médico, por lo tanto no podía ser utilizado por el personal de clínicas y hospitales, expuestos a la covid-19.
A la fecha, los respiradores KN-95 permanecen sin uso en las bodegas de la CCSS y no se ha recuperado el dinero transferido al proveedor.
Se sacude
Acuña manifestó que recibió llamadas y correos por parte de Vindas para que se hiciera efectiva una carta de crédito por $1,3 millones a favor de esa compañía, la cual es representada en Costa Rica por la polémica firma, MR Comunicaciones Políticas, propiedad de la periodista española Miren Martínez Ruiz.
“Recibí llamadas y correos de él (Vindas) en el momento que se estaba gestionando el instrumento para pagar la carta de crédito”, expresó Acuña.
Ante cuestionamientos sobre su responsabilidad en el giro por adelantado, respondió que se limitaron a ejecutar el desembolso con la autorización dada por Vindas y que dentro de sus competencias no está corroborar si los productos cumplen con las condiciones solicitadas.
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Varios legisladores insistieron en atribuirle responsabilidad por transferir los $1,3 millones sin fiscalizar la calidad de las mascarillas, pero Acuña insistió que no era una de sus funciones.
“Vamos a ver, dentro de mis actuaciones en la función pública, hasta donde tengo competencia, lo que yo gestioné es correcto (...) Me reservo mi apreciación personal si fue bien hecha o no la contratación”.
El pago por anticipado contradice lo dicho por el presidente ejecutivo de la Caja, Román Macaya, quien manifestó, en agosto, que no se cancelaba nada antes de inspeccionar la calidad de la mercadería.
“La Caja no paga absolutamente nada por adelantado, se paga contra entrega y una vez que se hace la revisión del cumplimiento de las especificaciones, de la calidad, de las certificaciones que puedan tener estos productos y que hayan sido requisito para participar en estas compras”, aseguró Macaya en agosto.
¿Quién es Hans Vindas Céspedes?
El nombre de Hans Vindas Céspedes adquirió relevancia en los últimos meses en relación con presuntas irregularidades en la adjudicación de contratos millonarios para adquisición de mascarillas y respiradores filtrantes de partículas.
Este administrador de empresa con énfasis en banca y finanzas, ingresó a la Caja en 2004. Actualmente, percibe un salario mensual de ¢1,6 millones y no es la primera vez que se ve involucrado en aparentes anomalías con compras de emergencia.
En el 2011, fue suspendido por cuatro meses con goce de salario mientras la Auditoría Interna realizaba una investigación por presuntas faltas en compras de medicamentos a un proveedor indio que estaba ligado, por medio de una empresa subsidiaria, a su madre.
Empero, en 2013, la Fiscalía archivó el caso.
En las últimas semanas, dos funcionarias de la Dirección de Aprovisionamiento de Bienes y Servicios señalaron a Vindas por interceder para que fueran aceptadas de forma extemporánea, dos ofertas de proveedores para la compra de 12 millones de mascarillas por un total de $4 millones.
Uno de esos proveedores era David Landergren Castro, hermano del contador de una sociedad presidida por Vindas.
Una investigación de este diario demostró que Axel Landergren Castro, contador público de 35 años, presentó las declaraciones de renta de Inversiones Vinro 2016, una sociedad anónima presidida por Vindas y propietaria de un gimnasio en La Guácima, Alajuela.
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