El funcionario investigado por el supuesto engaño a un adulto mayor con la vacuna contra covid-19, le aplicó dosis a otras 1.593 personas de La Unión, cantón de Cartago.
El dato lo corroboró la oficina de prensa de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ante consulta de este medio, a partir de información suministrada por la Dirección Red Integrada Prestación de Servicios de Salud Central Sur.
El empleado en cuestión es un Asistente Técnico de Atención Primaria en Salud (Ataps), asignado a un Ebáis de Tres Ríos. Fue identificado por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) como de apellido Arrieta.
Contra él se interpuso una denuncia en la Fiscalía porque introdujo la jeringa a un adulto mayor pero no le puso la dosis del fármaco contra la covid-19, como quedó evidenciado en un video que tomó el hijo del afectado y que luego circuló por redes sociales.
Aquel hecho ocurrió el 28 de abril en el salón parroquial de Tres Ríos, que servía de vacunatorio del Ebáis.
La queja fue planteada por el propio Elías Rodríguez, de 82 años, quien finalmente recibió la vacuna el 30 de abril.
Arrieta, entretanto, permanece separado del puesto mientras avanza una investigación administrativa en su contra. La Fiscalía también le sigue causa por la posible comisión del delito de incumplimiento de deberes.
Fue detenido por agentes judiciales, pero luego puesto en libertad por orden de un juez, sin medidas cautelares.
Pruebas en duda
Arrieta es un trabajador conocido en La Unión por su labor de visita domiciliar para revisión de carnés de vacunación y seguimiento de enfermedades crónicas, como la diabetes o la hipertensión.
Esas son tareas usuales de los Ataps en el primer nivel de atención.
Desde que inició la vacunación, él ha participado en la labor, de ahí los casi 1.600 vecinos que ha atendido.
Algunos de ellos han mostrado dudas y temores sobre si realmente recibieron o no el fármaco que los protege del virus causante de la covid-19.
Por su parte, la Caja sigue sin informar si realizará o no pruebas de anticuerpos para verificarlo. El 29 de abril, el presidente ejecutivo de la Caja, Román Macaya Hayes, dijo que se valoraba esa posibilidad.
“Hay que tomar en cuenta aspectos técnicos. No toda persona que recibe una dosis de la vacuna genera anticuerpos, entonces se podrían dar negativos que podrían llevar a conclusiones erróneas, pero sí se está valorando”, declaró Macaya.
Ese mismo día, Daniel Salas, ministro de Salud, instruyó a la directora del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa) para ponerse a las órdenes de la Caja para hacer las pruebas.
“Esto tiene su tiempo, no es instantáneo, también se puede hacer por un muestreo. Todo se tiene que considerar en un protocolo para avanzar con eso, especialmente con los vacunados por esta persona implicada en este caso”, afirmó.
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Desde que trascendió el aparente engaño, se ordenó a las Áreas de Salud de todo el país incorporar en el protocolo de aplicación de la vacuna la obligación de mostrar tanto la jeringa como el frasco con el biológico al paciente, para que este pueda corroborar que le ponen la dosis.