El viernes 4 de noviembre, La Nación consultó, vía correo electrónico, a Randal Álvarez Juárez, gerente médico de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), si asistió el miércoles 19 de octubre al primer juego de la final entre el Deportivo Saprissa y el Club Sport Herediano, en Tibás.
También le preguntó en qué se desplazó al evento y si le pidió al chofer que le asigna la institución, esperarlo, para luego llevarlo a su casa, ubicada en el centro de Puntarenas.
No obstante, el martes 8 de noviembre, Álvarez Juárez se escudó en un artículo de la Constitución Política para no contestar las interrogantes.
Ante las consultas, ¿usted asistió a ese partido? y ¿en qué se desplazó al estadio?, el gerente dijo por escrito: “Me apego al artículo 24 de la Constitución Política de Costa Rica”. Esa norma se refiere al derecho a la intimidad, a la libertad y al secreto de las comunicaciones.
Sobre si le pidió a Diego Guzmán Madrigal, chofer de la Gerencia Médica, esperarlo hasta las 10 p. m., hora en que concluyó el partido, para luego llevarlo en un vehículo oficial a su vivienda, indicó que no se hizo esa solicitud. El Sistema de Posicionamiento Global (GPS) del Toyota Fortuner utilizado por el gerente médico muestra que, el 19 de octubre, salió de las oficinas centrales de la CCSS, en San José, a las 11:15 p. m. con dirección a Puntarenas.
Según los datos de GPS, suministrados por la Subárea de Transportes de la Caja, el carro usado por Álvarez Juárez llegó al centro de Puntarenas a la 1 a. m. del 20 de octubre. Inmediatamente, se desplazó hacia Miramar, donde reside el conductor, y fue apagado a la 1:18 a. m.. Contrario a lo que establecen las reglas institucionales, el registro muestra que el vehículo no fue guardado en la clínica de la CCSS en la zona, sino en un área residencial ubicada a 700 metros.
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El GPS también revela que el automotor volvió a salir esa misma mañana, a las 5:40 a. m. del 20 de octubre, con dirección a San José, lo cual significa que el conductor durmió cuatro horas o menos, aproximadamente.
La semana pasada, este diario publicó que el carro del gerente médico tiene un gasto de combustible hasta 5,4 veces superior comparado con algunos de los otros gerentes de la entidad pública. En los últimos seis meses, según cifras oficiales, gastaron ¢1.950.000 en gasolina para transportar al jerarca.
Además, Guzmán Madrigal cobró, en ese mismo periodo, ¢2,7 millones por tiempo extraordinario y ¢1,9 millones por viáticos, equivalente a ¢10.500 diarios.
Sin justificación
La agenda del gerente médico para el viernes 19 de octubre señala que su último compromiso iniciaba a las 6 p. m. y concluía a las 8 p. m.. Se trataba de una sesión de trabajo con el Ministerio de Salud para analizar la situación de los médicos especialistas en la CCSS.
Según reconoció Álvarez Juárez, entre 8 p. m. y 10 p. m., horas en las que se jugó la final del torneo de Apertura 2022, no tuvo reuniones ni actividades de trabajo. Sin embargo, el vehículo oficial que le cedió la CCSS para sus funciones permaneció en las oficinas centrales, en barrio Don Bosco, desde las 6 p. m. hasta 11:15 p. m., cuando salió hacia Puntarenas.
En ese tiempo, el auto registra pequeños movimientos en calles aledañas a las oficinas centrales de la CCSS.
Si el último compromiso de trabajo estaba previsto para finalizar a las 8 p. m. ¿Cuál fue la justificación para que el vehículo permaneciera en uso hasta la 1:18 a. m? Desde el 4 de noviembre se enviaron varios mensajes de texto al gerente médico solicitando una entrevista, pero no respondió. También se hicieron llamadas a su teléfono celular, pero tampoco contestó.
El departamento de Gestión de Recursos Humanos de la CCSS certificó que, hasta el 11 de noviembre, la Gerencia Médica no había enviado el reporte de horas extras de Guzmán Madrigal.
El 1.º noviembre se le consultó al chofer sobre los desplazamientos realizados el 19 de octubre, pero dijo no recordar a qué hora regresaron a Puntarenas. También aseguró que dejaba el carro guardado en el área de salud local, pero el GPS desdice esa versión.
Este martes 8 de noviembre, al repreguntarle por el sitio en el que deja el auto de la Seguridad Social, cortó la llamada y luego envió un mensaje de texto en el que pidió que no se le llamara más.
Le pidieron explicaciones
Roberto Cervantes Barrantes, gerente general de la CCSS, aseguró que pidió explicaciones al gerente médico sobre el uso del automotor y le preguntó directamente si asistió a la final del fútbol local y luego hizo uso de recursos públicos para volver a su casa. Cervantes manifestó que no puede revelar detalles de la conversación pues ordenaron a la Auditoría Interna iniciar una investigación.
El gerente general agregó que si se refiere a este tema podría afectar eventuales procesos administrativos contra el gerente médico y el establecimiento de posibles castigos o sanciones.