Solo un milagro podría evitar en los próximos días el colapso de los hospitales por el incremento de enfermos con covid-19, luego de un fin de año con playas y otros sitios turísticos repletos de gente sin mascarilla, violando los aforos y el distanciamiento físico mínimo para reducir el riesgo de infección del nuevo coronavirus.
El gerente médico de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Mario Ruiz Cubillo, admite que espera ese milagro, pero siendo realista y ante la evidencia de las últimas semanas, ve hay una alta probabilidad de que el país experimente ese escenario a la vuelta de pocos días.
“Sí, está más cerca el colapso”, reconoció Ruiz en entrevista telefónica con La Nación, la tarde de este lunes.
“Las proyecciones evidencian que sobrepasaremos la capacidad instalada (de 354 camas de Cuidado Intensivo, UCI) para la segunda o tercera semana de enero. Esto depende de la cantidad de enfermos que salgan de diciembre. A uno le preocupa las condiciones que se vieron en bares y playas, con gente sin mascarilla”, relató Ruiz.
“Era gente joven que, si se enferma, lo puede hacer de forma leve, pero puede llevar el virus a padres y abuelos con factores de riesgo, que se pueden complicar y morir”, advirtió.
“Solo un milagro impediría esto. En realidad, solo un milagro. Esperemos que la gente que se cuidó, lo haya hecho muy bien. Dios quiera y siendo muy optimisma, que esa gente que uno vio (violando los protocolos sanitarios) sean los menos. Pareciera que no, pero hay que apostar que quienes se cuidaron se cuidaran muy bien. Nosotros, como Caja, lo único que podemos hacer es ver lo que venga, y atender lo más que se pueda...”, manifestó.
Hasta ahora, el personal de salud de los hospitales no ha tenido que decidir a quién le ponen un respirador para colocárselo a otro porque, por el momento, se ha logrado driblar la saturación de servicios.
La CCSS preparó desde marzo lineamientos biéticos para ayudar al personal a tomar estas y otras decisiones en casos extremos, procurando el mayor respeto posible de los derechos a la salud y a la vida de todas las personas, sin importar edad o condición social.
Pero si se cumplen las proyecciones más temidas, sí se tendrán que aplicar, admitió Ruiz.
“Dios quiera que no, pero (si sucede) la parte clínica tendría que tomar decisiones de adónde se ubica cada paciente de acuerdo a principios bioéticos, entendiendo que aumentará la mortalidad”, agregó el gerente ante consulta de este diario.
Las proyecciones indican que a partir del 14 de enero se podría empezar a registrar un pico de casos, tanto en hospitalización como en muertes.
La actualización de datos del Ministerio de Salud, para este 4 de enero, registra 604 personas hospitalizadas, 256 de ellas en una UCI. Las muertes por causas relacionadas a la covid-19 alcanzaron este lunes las 2.229.
País no soportaría más restricciones
Hasta la tarde de este lunes, los hospitales de la Caja solo disponían de 25 camas para pacientes críticos afectados por la covid-19. Este dato es dinámico, y cambia constantemente.
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Un 68% de todas las camas UCI estaba ocupado. Esto corresponde a 252 camas.
De las 109 disponibles para enfermos críticos, un 70% estaban llenas (76 camas), y de las destinadas a enfermos adultos en condición severa, un 68% ya estaban asignadas a pacientes (174 camas), informó la CCSS al final de la tarde de este lunes.
“Tenemos que cuidarnos más que nunca. El virus está ahí. Vamos a ver los efectos de la Navidad y de esas celebracionees en la segunda o tercera semana de enero.
“Yo quiero ser optimista y esperar un milagro, pero hay una frase: ‘A Dios orando y con el mazo dando’. Hay que ser optimista pero solidario”, reiteró Ruiz.
Hizo un llamado a no depender de las camas, sino a apostar a medidas de autocuidado, como respetar el distanciamiento social, el uso correcto de las mascarillas y el lavado de manos.
Ruiz considera que el país no soportaría volver a restricciones como las del inicio de la pandemia.
“En la Caja siempre vamos a priorizar la salud y la vida sobre la parte económica, pero somos conscientes de que el país no tiene la posibilidad de hacer cierres tan estrictos como los de Europa. Poner un policía en cada casa es imposible. Esto ahora depende de la responsibilidad individual.
En estos momentos, el sistema no se ha saturado pero hay que ver si los casos suben. Quiera Dios que se genere el milagro. Sería la persona más feliz del mundo de estar equivocado, que tal vez se geste ese milagro y no tengamos que tomar medidas más drásticas, porque el país no las aguantaría”, manifestó el gerente.
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Ruiz reiteró que la CCSS no está en capacidad de aumentar esa cantidad de camas porque esto depende, directamente, de la disponibilidad de personal altamente especializado en cuidado intensivo.
“Por eso, no podemos depender de las camas sino del autocuido. Solo salir si es necesario y respetar las burbujas. La pandemia sigue ahí. Tenemos la ventaja de la vacuna, pero esto puede durar entre ocho y diez meses, cuidado y no un poquito más porque son dos dosis, y dependemos de la cantidad de vacunas que nos suministrarán las farmacéuticas a lo largo del año.
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Este 24 de diciembre, Costa Rica comenzó a vacunar al primer grupo de riesgo identificado para la covid-19; entre ellos, adultos mayores residentes en hogares de ancianos, y personal de salud.
En total, hasta este domingo, 2.455 personas se habían puesto la primera de dos dosis programadas.