Un grupo antivacunas trató de intimidar al rector de la Universidad de Costa Rica (UCR), Gustavo Gutiérrez Espeleta, con una denuncia penal supuestamente planteada en su contra por haber aprobado el acuerdo para establecer la protección obligatoria contra covid-19 para todos los funcionarios de la institución. La denuncia, sin embargo, resultó ser falsa.
El jerarca universitario señaló como responsable a un grupo denominado “Costa Rica Libertad y Vida”, el cual anunció la existencia de la denuncia penal y una querella por el delito de prevaricato. Se incurre en ese delito cuando un funcionario público resuelve contra la ley.
“Entonces, ellos ponen una foto acá de un expediente que no viene el número, de que se interpone querella por delito de acción pública en mi contra. Nosotros nos metimos a todas las instancias del primer circuito judicial (San José) y no hay nada”, explicó Gutiérrez.
Aparte de que no hallaron tal denuncia, la información que hicieron circular es errónea, pues la obligatoriedad no alcanza a los estudiantes, solo a los funcionarios. La supuesta demanda, sin embargo, generó mucho movimiento en las redes sociales y, según el rector, incluso amigos suyos le escribieron preocupados por la situación, a lo que contestó que se trataba de un montaje creado por el colectivo negacionista del cual nunca antes había escuchado.
“El documento también viene suscrito por la ‘Asociación Profesionales por la Verdad Científica’, vea cómo juegan con las palabras, algo realmente impresionante, y la causa del delito es prevaricato, pero el informe de revisión de causas me lo acaban de dar hace 15 minutos y no hay absolutamente nada presentado”, declaró el rector al mediodía de este lunes durante una entrevista con La Nación.
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El grupo, efectivamente, compartió una imagen en donde se anuncia la supuesta demanda con la siguiente frase: “En contra del rector de la UCR por exigir públicamente la inoculación de sus empleados y en los estudiantes presenciales. Nunca se puede exigir la aplicación de una sustancia experimental y menos condicionar a la gente con un castigo o una pérdida de algo”.
Desinformación en la calle e Internet
“Costa Rica Libertad y Vida” es un grupo que se dedica a la difusión masiva de desinformaciones sobre la vacunación contra el coronavirus. En redes sociales como Telegram y Facebook acumula miles de seguidores. En mayo compartió información falsa en las entradas de los servicios de Emergencias de los hospitales y recientemente ha instado a sus seguidores a manifestarse en contra de la vacunación obligatoria.
La característica principal de este colectivo es el cruce de lo digital a lo físico. Para divulgar las desinformaciones empapela las calles con afirmaciones erróneas de la vacuna, esto con el fin de llegar a las personas que no tienen acceso a Internet y solicitar dinero para financiarse. Pero también se dedica a la filtración de cadenas por WhatsApp, así como a la publicación de imágenes y videos de fuentes no confiables.
El pasado 22 de mayo, la Fuerza Pública de Bagaces, Guanacaste, recibió una denuncia porque este grupo instaló un toldo en vía pública, en el centro del cantón, para divulgar información en contra del proceso de inmunización. Cuando los oficiales se hicieron presentes para atender la situación, el grupo colgó una foto en sus redes con la frase “Llegó la policía... Siguen con su sistema de intentar meter miedo”.
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Días antes, el 10 de abril, se llevó a cabo la “Feria de la Vida y la Libertad” en San José. El movimiento se ubicó, en compañía de la doctora antivacunas Jimena Campos, en las afueras de la catedral metropolitana con carteles desinformativos. Según German Rodriguez Smith, sacerdote encargado de la catedral, el colectivo ni siquiera pidió permiso para colocar sus afiches en las verjas del templo católico.
“Desconocía semejante manifestación y lo que más me extraña es que los guardas no me lo informaron, no sé si sería que ellos no lo vieron, porque la seguridad siempre nos reporta esos asuntos, pero a mí en lo personal no me lo reportaron (...) Fue un abuso, porque no solicitaron permiso de ninguna clase”, manifestó el sacerdote a La Nación, al tiempo que aseguró que la posición de la Iglesia es apoyar la vacuna.
Este diario intentó contactar al grupo antivacunas para consultarle sobre la supuesta demanda al rector de la UCR, pero al cierre de este nota aún no se había obtenido respuesta. Por el momento se desconoce la identidad de los fundadores de dicho movimiento, sin embargo en Telegram la propietaria del grupo se identifica como “María R” y otras dos administradoras como “Vyola Luz” y “Alice”.
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