¿Cuál es el ambiente que han notado por los cambios en la eliminación del plus por desconcentración y la ampliación del pago por prohibición del ejercicio de la profesión?
Por ahora, no tenemos información al respecto, pero habrá que ver cuántos de los 98 funcionarios (a los que se les pagará prohibición) deciden no acogerse a la medida o cuántos presentan la renuncia porque, efectivamente, les va mejor complementando la función pública con el ejercicio privado.
¿Hay algún otro plus salarial que esté siendo evaluado o bien algún tema relacionado con salarios que, eventualmente, varíe en el corto o mediano plazo?
No, no. Incluso, este (el pago de prohibición) no lo vemos como un plus, sino una compensación económica, porque aquí lo que están haciendo es variando las condiciones de empleo que uno tiene y, además, se varía el personal, en los términos en que uno lo contrata.
La Caja eliminó el pago del plus por desconcentración, pero aumentará la cantidad de funcionarios, a quienes paga el plus de prohibición. Según datos de la entidad, a la larga tendrá que pagar ¢387 millones más en salarios cada año. ¿Dónde está el beneficio para la institución?
Esto tiene como tres dimensiones. Una, es que cuando la Junta Directiva toma el acuerdo del cese a la desconcentración, se demostró que por diversas razones no se había cumplido el objetivo y que no había una diferenciación sustancial entre el desempeño de centros de salud desconcentrados con los concentrados.
”Estamos haciendo el pago de un plus de 50% en el salario que no se traducía en ganancias diferenciadas entre uno y otro centro.
”Lo segundo es que el análisis de gestión de personal define que todos los directores, subdirectores y directores administrativos y financieros cumplen funciones que ameritan el pago de prohibición y esto debería llevarnos a tener un personal más involucrado en la gestión; tercero, es tener un modelo salarial equitativo”.