Estefany Jiménez acudió este 16 de agosto a una de varias citas de seguimiento por una trombosis que sufrió el año pasado y que la tuvo entre la vida y la muerte. Acudió con la esperanza de que la doctora pudiera, por fin, despejar sus dudas sobre las causas de aquel coágulo en su pierna. Sobre todo, saber si le volverá a pasar, que es su mayor temor.
La mujer, sin embargo, se devolvió para su casa, en Desamparados, con la misma incertidumbre con la que entró al Hospital San Juan de Dios.
“Fueron 15 minutos de consulta. La doctora, que la verdad es muy amable, me pidió que le comentara mi caso porque el EDUS (Expediente Digital Único en Salud) sigue caído y ella tiene tantos pacientes que no puede recordar mi historia. No tenía los exámenes que me había enviado. Los tuve que ir a buscar y hacer filas extensas para que me dieran los resultados.
“Al final, me envió cita para el 17 de noviembre, con la esperanza de que para entonces ya haya vuelto el expediente (EDUS) y podamos saber qué me causó esos coágulos”, contó Jiménez, de 58 años. Mientras tanto no queda más que esperar y confiar en que la salud no se complique.
De las cuatro horas que pasó en el San Juan de Dios, 15 minutos fueron de consulta, calcula. El resto del tiempo lo pasó haciendo filas por los resultados de exámenes. Se los dieron en papel. Son parte de las consecuencias que siguen sufriendo cientos de pacientes de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), casi tres meses después del hackeo que sacó de operación varios sistemas; entre ellos, el EDUS.
En mayo del 2021, Jiménez ingresó por emergencia referida de una consulta privada luego de que un médico le advirtió que si no se intervenía pronto, su vida corría peligro. Una trombosis venosa profunda se había apoderado de su pierna.
Según la Clínica Mayo, la trombosis la causa un coágulo de sangre (trombo) en una o más venas profundas del cuerpo, generalmente en las piernas, como le sucedió a Jiménez. Dos de sus síntomas y signos maś característicos son el dolor y la hinchazón, y Jiménez llegó muy mal, con la pierna hinchada hasta la ingle, y sin poder caminar.
El riesgo que corrió Jiménez en mayo del 2021 era que ese coágulo se trasladara por el torrente sanguíneo y bloqueara, por ejemplo, los pulmones, ocasionando una embolia pulmonar.
Fue intervenida de urgencia en el servicio de Hemodinamia de ese hospital, donde le hicieron un cateterismo, según dijo. Desde entonces, recibe medicamentos anticoagulantes, que su familia le compra para reducir el riesgo de nuevos coágulos. Esto, mientras en el hospital intentan dilucidar qué causó esos coágulos para prevenir que vuelva a pasar.
Estaban en ese proceso, en medio de exámenes y consultas con especialistas de Medicina Interna y de Hematología, cuando sucedió el hackeo a la CCSS. Como miles de asegurados, el proceso de Estefany Jiménez quedó varado, con el agravante en su caso de que su problema es serio.
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Por ahora, se han descartado causas genéticas y hasta la covid-19 que, como se sabe, también es una enfermedad que afecta venas y arterias.
“Yo me siento bien, la verdad, pero no dejo de sentir angustia porque no sé por qué me pasó la trombosis y, sobre todo, si me puede volver a dar”, comenta.
Reactivación no llega
Aunque el presidente ejecutivo de la CCSS, Álvaro Ramos Chaves, prometió reiniciar todos los sistemas antes de cumplir tres meses del ciberataque, lo cierto es que, hasta la fecha, asegurados como Jiménez siguen con problemas: dificultades en el acceso a su historia médica, limitan al personal de salud para dar continuidad a los procesos de diagnóstico y tratamiento.
La Gerencia Médica hizo un plan piloto para probar la seguridad en el reinicio del EDUS en tres áreas de Salud (Montes de Oro, Chacarita y Cóbano, en Puntarenas), con resultados exitosos. Esperaban extenderlo a más centros de salud, pero esto todavía no ha sido anunciado y, obviamente, en hospitales nacionales como el San Juan, siguen “a pie” o, peor aún, a ciegas.
“Me siento desilusionada. Uno se cansa de ir al hospital. Por ese hackeo, la doctora no pudo decirme por qué tuve mi trombosis. Ella tenía todo lo mío apuntado en su computadora, y todo se le fue. Para mí la doctora es muy buena. Ella me dijo que, para que no perdiéramos tiempo, nos viéramos dentro de tres meses. Como yo, seguro hay muchos pacientes”, dijo Jiménez.