Luego de varios meses de esperar una cita programada en Foniatría para su papá, Yerlyn Fonseca se tuvo que devolver para su casa en Granadilla Norte de Curridabat, al este de San José, este martes 31 de mayo. Don Marvin Fonseca requería la cita como parte de su recuperación luego de sufrir un infarto cerebral.
En el Hospital Calderón Guardia, donde tenían prevista la atención la mañana de este martes, les dijeron que un hackeo al sistema informático de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) no les permitía atenderlo. “Nos pidieron el número (de teléfono) y dijeron que nos llamarían para reprogramar la cita ¡otra vez! No queda otra más que esperar... ¡otra vez!”, comentó la joven mientras movilizaba a su papá en silla de ruedas en busca del carro para emprender el regreso.
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Esta es una de varias historias de pacientes a quienes les han tenido que cancelar la atención programada para este martes 31 de mayo, luego de que las autoridades de la CCSS confirmaran un nuevo ataque cibernético. En principio, según informaron esta mañana, las bases de datos más importantes, incluido el Expediente Digital Único en Salud (EDUS), no fueron afectadas, pero las sacaron de funcionamiento como medida preventiva.
Supuestamente, tampoco habrían sido vulneradas otras bases de datos, como el Sistema Centralizado de Recaudación (Sicere) y el vinculado con las pensiones.
Directores de hospitales consultados por La Nación confirmaron que se ha tenido que recurrir al uso de expedientes físicos para garantizar las atenciones programadas en consulta externa, emergencias, procedimientos y hospitalización. Esto, sin embargo, provocará retrasos significativos, aclararon.
“Entre las medidas de contingencia básicas se le envió un mensaje a todas las jefaturas de no encender las computadoras. La atención de la consulta de emergencias y externa (citas con médicos especialistas) se hará con expediente físico. En la parte quirúrgica también se tendrá que ‘hacer a pie’, con expediente físico. Esto, evidentemente, ocasionará un retraso en la atención y una sobrecarga de trabajo para el personal de Archivo, principalmente”, dijo Édgar Carrillo, director del Hospital San Carlos, en Alajuela.
Sin atención, o ‘a medias’
Este martes, también Rafael Madriz y su acompañante, Xinia, su hija, tuvieron que devolverse para Calle Blancos, en San José, donde viven. En su caso, el señor tenía programada una tomografía de emergencia para un seguimiento en Oncología del Calderón Guardia.
Según relató su hija, los llamaron el viernes para darles el espacio en el tomógrafo, pero cuando llegaron les dieron la noticia de que no sería posible hacer el estudio por el ataque cibernético. También se devolvieron con la promesa de que los llamarían para reprogramar el esperado examen.
Por su parte, en la Clínica Ricardo Jiménez Núñez, en Goicoechea, San José, algunos pacientes fueron atendidos pero no de manera completa. Lucilla Ormasis Ormasis, de 82 años, llegó a su cita pero la vieron con el expediente físico, según contó al salir del centro de salud. En su caso, tendrá que regresar este miércoles porque no se pudo llevar los medicamentos que su hermano necesitaba, según dijo.
María Inés Ortiz acudió también a la Jiménez Núñez por un medicamento para un pariente, y tampoco lo pudo retirar. “Ayer (lunes), era la última pastilla que tenía. Me dijeron que viniera mañana o el jueves. Era la última receta porque el otro mes tiene la cita”, comentó esta vecina de Guadalupe.
En ese mismo centro de salud, Carmen Herrera fue atendida con expediente de papel. “Tenía que sacar citas para exámenes de laboratorio y no están atendiendo. También están atrasados en la entrega de recetas. Tenía cuatro recetas de familiares y una mía para retirar”, comentó Herrera.
En el Hospital Enrique Baltodano, de Liberia, Guanacaste, la emergencia informática dejó casi desiertas las instalaciones de salud. El guarda era aquí el responsable de informar a quienes acudieron esta mañana por atención. Les decía que solo se están atendiendo emergencias calificadas, como partos, cesáreas o personas con traumas. Farmacia sí entregó medicamentos pero con el sistema manual.
María Crisanta Araya Canales, de Condega, llegó a ese hospital al servicio de Odontología, donde cancelaron todas las consultas, según le dijeron. Otra paciente, embarazada, que no se identificó, caminó tres horas desde un lugar que se conoce como Martina Bustos. Se tuvo que devolver de nuevo a pie, aun en su estado.
María Santos Gutiérrez también acudió este martes para buscar los resultados de una resonancia que le han reprogramado varias veces. “Necesito que me vean y hoy vine a ver si me atendían como urgencia y resulta que no, porque no hay sistema. Me tomaron los datos pero igual, yo paso muy fregada, saca uno el rato y será esperar y volver otro día”, comentó molesta.
En otros centros regionales, como el Ebáis de El Carmen, en Cartago, los pacientes no reportaron mayores problemas. Uno fue Rafael Gutiérrez Conejo, vecino de El Alto de Ochomogo, quien tenía que recibir una coración. Fue atendido sin mayores problemas, aunque supo de los problemas. “Yo no necesito cita porque solo vengo a curación los martes. Por eso, no tuve problemas”, dijo.
No le sucedió lo mismo a una vecina de Turrialba, quien acudió al Hospital Max Peralta, en la Vieja Metrópoli. Se llama Míriam Brenes Brenes, de 82 años, tenía una cita programada de Ortopedia por una lesión en el brazo. “Es una cita que le han programado como cinco veces, todo por la pandemia. Hoy, por el hackeo”, dijo poco antes de devolverse a Turrialba como tantas otras veces, porque no es la primera ocasión que le cancelan.
Información en desarrollo. Colaboró la periodista Marcela Cantero.