La hipertensión y la diabetes son las dos enfermedades más frecuentes entre quienes han fallecido por causas relacionadas con la covid-19 en los hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
De las 422 muertes registradas al 4 de setiembre, en 283 la hipertensión era una de las enfermedades presentes en los fallecidos, según un informe del Área de Estadísticas de la CCSS enviado a solicitud de La Nación.
La segunda enfermedad más frecuente fue diabetes, que la padecían 179 de los fallecidos, seguida por tabaquismo (en 105 fallecidos), obesidad (85), dislipidemias (63) y asma (24).
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su reporte del viernes 4 de setiembre, las posibilidades de tener complicaciones graves por covid-19 aumentan siete veces entre quienes padecen obesidad.
En hipertensos, diabéticos, enfermos de cáncer, y personas con problemas cardíacos o respiratorios, el riesgo de complicaciones es de dos a cuatro veces mayor.
LEA MÁS: Obesidad aumenta siete veces riesgo de complicaciones por covid-19; la diabetes entre dos y cuatro
Las comorbilidades presentes a la hora de contraer el SARS-CoV-2, el coronavirus que origina la covid-19, influyen de manera importante en la forma como la persona responda a la infección. Si esas enfermedades, además, no están controladas, el riesgo se incrementa.
La comorbilidad hace referencia a una condición en donde la persona padece una o más enfermedades además del trastorno considerado primario.
La institución ha insistido, desde el inicio de la emergencia nacional causada por la pandemia, en la necesidad de que los enfermos crónicos mantengan controladas sus enfermedades.
Un diabético descompensado, por ejemplo, es una bomba de tiempo, no solo para covid-19. Mientras que una persona con sobrepeso y obesidad, con los valores de lípidos en la sangre más allá del límite recomendado, tendrá más posibilidades de desarrollar complicaciones respiratorias asociadas a la infección del SARS-CoV-2.
Muertes en adultos mayores
El informe de la CCSS confirma que la población de adultos mayores es la que registra más fallecidos. Este es el grupo de más riesgo de complicación y muerte por esta causa en todo el mundo.
Un 67% de los 422 decesos al 4 de setiembre, contabilizados en los hospitales de la CCSS, sucedieron en personas de 65 años o más (282 fallecidos).
Entre ellos, sobresale el grupo de edad entre los 75 y 79 años, con el 25,6% de las muertes entre las personas adultas mayores fallecidas.
Entre los menores de 30 años, los decesos apenas llegan a las nueve personas, registrándose aquí la de la menor edad: una mujer de 19 años.
LEA MÁS: Familias encaran reto de proteger a sus adultos mayores de la covid-19 sin perder contacto con ellos
Entre los 30 y 39 años, hay ocho muertes. La cantidad se eleva en las siguientes décadas de vida: 29 fallecimientos entre quienes tiene 40 y 49 años; 47 decesos entre quienes tienen 50 y 59 años, y otros 47 entre las personas entre los 60 y 64 años.
Las personas adultas mayores también padecen comorbilidades que los hacen susceptibles a complicaciones y muerte.
Además, tienen una condición que aparece con la edad: la inmunosenescencia, un debilitamiento progresivo del sistema inmunológico asociado con el envejecimiento.
A las puertas de que el país inicie una nueva etapa de apertura, se vuelve más relevante proteger a esta población vulnerable.
Por ello, las autoridades insisten en respetar las medidas de distanciamiento físico, las burbujas sociales, los protocolos de estornudo y tosido, el lavado de manos, y así como el uso de equipo de protección personal, como las mascarillas, para reducir el riesgo del contagio.