“Irrecuperables”. Esta es la situación de miles de radiografías y tomografías de pacientes a las que el Hospital Nacional de Niños no tiene acceso desde marzo, por una falla en el disco duro.
A esa conclusión llegó la empresa encargada del mantenimiento de servidores del centro médico, en un informe con fecha de 6 de julio.
Esto implica la pérdida de información clave para medir la evolución de los padecimientos de cientos o miles de menores, o bien, que si alguno requiere recibir atención fuera del país, no es posible entregarle el expediente completo.
La situación además expone al hospital a demandas, debido a la pérdida de datos.
El mismo 6 de julio, Olga Arguedas, directora del centro médico, reconoció fallas en el disco duro, pero aseguró que recuperarían las imágenes médicas en tres semanas, aproximadamente.
Sus afirmaciones, sin embargo, distaban del reporte de la empresa Sonda, a cargo del mantenimiento de servidores. La compañía declaró el disco duro como “irrecuperable”.
Arguedas afirmó este jueves que desconocía ese documento y por eso una semana atrás declaró que las tomografías y radiografías podrían rescatarse.
‘No lo iba a comprender’
David Cruz, coordinador general del Centro de Gestión Informática del Hospital, admitió que mantuvieron en reserva el criterio del proveedor.
“El informe es bastante técnico, en un principio no quisimos compartirlo tal cual, porque, tal vez, la doctora Arguedas no lo iba a comprender al 100%”, manifestó el funcionario, en la entrevista de este jueves.
El Centro de Gestión Informática redactó para Arguedas un informe con la situación expuesta por Sonda hasta el 9 de julio. Es decir, un día después de que La Nación revelara los problemas de acceso a las tomografías y radiografías.
¿Por qué no se informó de inmediato a la Dirección Médica sobre la pérdida de la información? ¿Quiénes tomaron esa decisión? La respuesta no es clara.
“Me parece que fue una decisión en conjunto”, contestó Cruz, refiriéndose a Isabel Yock, jefa del Centro de Gestión Informática, y a Roxana Cheng, ingeniera de ese mismo departamento.
‘Más complicado’
El Centro de Gestión Informática tampoco es capaz de precisar cuántas tomografías y radiografías se perdieron, cuántos pacientes fueron afectados o cuántos años de datos se malograron.
Para llegar a esas respuestas, afirmaron, tendrían que realizar cruces de información con el Expediente Digital Único en Salud (EDUS).
El Hospital se limitó a precisar que el disco duro dañado contenía ocho terabytes. Cada terabyte equivale a 1.000 gigas.
“Al principio, tal vez, nosotros pecamos de ser demasiado optimistas cuando pasó el evento. Nosotros vimos la gravedad de lo que estaba ocurriendo, pero fuimos demasiado optimistas; ese tal vez fue nuestro pecado.
“Se dieron estimaciones (de recuperación) de tres semanas, pero conforme fuimos ejecutando las acciones para tratar de recuperar la información, vimos que el tema es más complicado de lo que pensábamos”, concluyó Cruz.
“Al día de hoy, siendo honestos, el balance se inclina más en el sentido de que esas imágenes médicas van a ser difíciles de recuperar. Entonces, es mejor posicionarnos en ese escenario e ir diseñando estrategias para atender de la mejor manera a cada paciente”, añadió la directora médica.
Carlos Jiménez, subdirector del Hospital, garantizó que ningún paciente de Oncología y Neurocirugía perdió imágenes médicas clave, pues esas especialidades no tienen listas de espera.
“Todos los pacientes que requerían cirugías han tenido sus imágenes y ya se intervinieron”, garantizó.
Sin respaldo
Contrario a lo expuesto la semana pasada, el Centro de Gestión Informática del Hospital Nacional de Niños confirmó que no respaldaba las tomografías y radiografías de los menores que acudían a consulta.
La institución argumentó que el formato de esas imágenes era muy pesado y complejo como para guardarlo en cintas magnéticas.
Según David Cruz, coordinador general de esa área, no guardaban respaldos en sistemas de almacenamientos secundarios como centros de datos o la nube, porque no disponían de esos medios.
El encargado alegó, además, que deficiencias en la red institucional les impidió trasladar los archivos de imágenes médicas al centro de datos utilizado por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
“Hasta hace pocos meses o pocos días teníamos muchos problemas con la red interna, teníamos un problema de rendimiento de la red, la cual teníamos saturada. Desde que empezó la pandemia empezamos a sufrir bastante con la red. Se nos empezó a saturar porque muchas personas hacían teletrabajo y hasta hace unas semanas pudimos solucionarlo acogiéndonos a la red de la Caja. La red no hubiese soportado el trasiego de imágenes hacia el datacenter de la Caja”.
Otra justificación es que disponen de solo 15 funcionarios en el Centro de Gestión Informática y, según dicen, eso dificulta completar la protección de los datos.
Olga Arguedas adelantó que abrirá investigaciones para determinar quién o quiénes son los responsables de lo ocurrido. Sin embargo, la acción se tomará hasta tener un veredicto final sobre la pérdida de datos.
A finales del año pasado, el centro médico compró equipo de almacenamiento secundario por ¢126 millones, pero aún no concluye el respaldo de toda su información.
El Hospital Nacional de Niños añadió que ya tomó las previsiones necesarias para que esa situación no se repita.
El proveedor
El Centro de Gestión Informática dijo que no hay responsabilidad por parte del proveedor de mantenimiento informático, Sonda, del extravío de información.
La Nación envió varias consultas a esa compañía para conocer su posición al respecto, pero evitaron responderlas de forma específica.
“La empresa no rinde declaraciones a terceros derivados de sus relaciones contractuales, debiendo canalizarse cualquier consulta a través del Hospital Nacional de Niños”, respondió la firma a través de su abogado.
Sonda brinda mantenimiento preventivo y correctivo de servidores al Hospital Nacional de Niños desde 2016. En ese año ganó una licitación por más de $300.000 en un concurso en el que solo ellos participaron.
Al finalizar la contratación por un periodo de tres años, el Hospital Nacional de Niños decidió extender la relación comercial con la empresa por 18 meses y un monto superior a $100.000. Esa adenda vence en setiembre próximo.