Los hospitales México, San Juan de Dios y Calderón Guardia apenas dan abasto con la demanda de cientos de enfermos del riñón, especialmente con quienes requieren tratamiento de diálisis para sustituir la función del órgano dañado.
Entre los tres centros atienden a alrededor de 130 pacientes que acuden, semanalmente, a limpiar su sangre de toxinas a las máquinas de hemodiálisis (“riñón artificial”). También ven a otros 300 que reciben diálisis peritoneal en sus casas.
Según el jefe de la Sección de Medicina del Hospital México, Carlos Chaverri Montero, hace 10 años había 100 personas con insuficiencia renal por cada millón de habitantes. Hoy, esa cifra se triplicó, debido, entre otras causas, al impacto de la diabetes, la hipertensión y la llamada nefropatía mesoamericana.
Este es un daño en el riñón provocado por el trabajo en grandes plantaciones, como las de caña. Se ha detectado en trabajadores de la zona de Guanacaste.
Según datos de la Caja, de enero a octubre del 2014, la atención de los pacientes afectados por este tipo de nefropatía superó los ¢3.264 millones.
El Hospital México, responsable de atender la red más grande de servicios de la Caja –más de 2 millones de habitantes–, elevó los tratamientos de hemodiálisis de 500 al mes hace cuatro años, a 700 en la actualidad, informó el jefe de Nefrología, Manuel Cerdas.
Las 14 máquinas de hemodiálisis trabajan ahí de 6 a. m. a 10 p. m., de lunes a viernes, y los sábados, hasta las 2 p. m.
Este hospital intenta reforzar el trabajo de su red para desahogar la demanda. Por ejemplo, se espera que el Hospital Enrique Baltodano, de Liberia, abra un servicio de hemodiálisis el próximo año. El México, además, comprará nueve máquinas.
Según Manuel Cerdas, la atención anual de un paciente en hemodiálisis supera los $100.000. La mayoría de ellos espera un trasplante de riñón.
Cerdas dijo que la insuficiencia renal está en el cuarto lugar entre las causas de mortalidad en la Caja, después de enfermedades cardiovasculares, cáncer y traumas. Anualmente, dijo, fallecen 900 personas por esta causa.
En el Calderón Guardia recibe atención un grupo de 42 pacientes a la semana en las ocho máquinas disponibles, comentó Sergio Herra, jefe de Nefrología.
Ese servicio ampliará su atención y comprará 14 máquinas, en un intento por atender la demanda creciente de enfermos.