Solo nueve camas de cuidados intensivos críticos estaban desocupadas a la 1 p. m. de este martes en los hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Mediante un mensaje de la oficina de prensa, la institución informó de que hay dos cupos para pacientes muy graves en el San Juan de Dios; cuatro en el Calderón Guardia; dos en el Centro de Atención Especializada para Pacientes de Covid-19 (Ceaco); y una en el Hospital Escalante Pradilla, de Pérez Zeledón
La entidad dispone de 359 camas de cuidado intensivo para el combate de la covid-19. De ellas, 116 son para los enfermos en situación más delicada y, por eso, se les conoce como cuidados intensivos críticos.
La CCSS recordó que estos números son muy variables y pueden cambiar en cualquier momento, pues el hecho de que fallezcan pacientes o se recuperen, libera espacios.
LEA MÁS: CCSS intenta habilitar más camas para enfermos graves de covid-19 con compra de emergencia
De momento, el punto más crítico se alcanzó la noche del sábado, cuando no se tenían espacios disponibles para los pacientes más delicados y cuatro de ellos fueron atendidos en unidad de cuidado intensivo severo (no crítico).
La saturación en los centros médicos públicos motivó a cinco organizaciones sindicales del sector salud a solicitar al ministro del sector, Daniel Salas, ordenar el confinamiento de la población.
“Exigimos aumentar las medidas restrictivas; una posibilidad es el confinamiento inmediato a partir de este momento y hasta el Año Nuevo, para darle un respiro a la agotada red hospitalaria y su personal”, señalaron.
Salud no ha dado respuesta, mientras que la conferencia prevista para este martes fue reprogramada para mañana miércoles.
Por su parte, la Caja sale a hacer nuevas compras de emergencia para equipar más camas, informó la Contraloría General de la República.
Atención más especializada
No cualquier persona llega a una Unidad de Cuidado Intensivo (UCI). El especialista en Medicina Interna y Cuidados Intensivos Marco Vinicio Boza explicó que las personas ingresan allí si tienen posibilidades de salvar su vida y de ser “rescatados”.
En cambio, aquellos que por su gravedad no tienen posibilidades de supervivencia reciben cuidados compasivos y paliativos.
“Cuidados intensivos requiere una vigilancia rigurosa de 24 horas al día, pero no todas las personas llegan en la misma condición”, aseveró este domingo el médico.
“Cuando alguien llega a UCI con covid se afecta gravemente los pulmones, pero también tenemos posibilidad de tener enfermedades en el cerebro, en el corazón, en el hígado, en los riñones, en el sistema digestivo, trastornos de metabolismo o de las sustancias de la sangre, llamadas electrolitos”, añadió el especialista.
Estas últimas personas, que experimentan fallas en múltiples órganos o sistemas, son quienes principalmente requieren de una UCI crítica. Estas camas tienen mayor cantidad de equipos y más sofisticados.
“En una UCI severa pueden haber dos pacientes e incluso tres por enfermera. En una UCI crítica debe haber un radio de uno a uno, e incluso para algunos procedimientos de UCI crítica se requieren dos o tres enfermeras por paciente”, agregó Boza.
En algunos casos, para atender a un paciente crítico se necesitan aún más equipos, pues es la forma de aumentar sus posibilidades de vivir.