Las víctimas de violencia en el hogar llegan en cantidades cada vez mayores a los hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), revela un informe de Vigilancia Epidemiológica.
La tasa de casos de violencia intrafamiliar atendidos en los servicios de salud aumentó en el último trienio: se pasó de 20,8 casos por cada 10.000 habitantes en el 2013 a 27,3 el año pasado.
En número de casos, ese aumento representa un brinco de 9.823 atenciones en el 2013, a 13.036 dos años después; es decir, un 32% más.
Los datos tienen como fuente el Sistema de Vigilancia Epidemiológica Institucional (Sisve).
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Según la epidemióloga de la Caja, Leandra Abarca, estos datos evidencian que la violencia está presente y debe abordarse con un mayor esfuerzo social. "No estamos detectando el problema en etapas tempranas si no cuando consultan porque ya se han desencadenado episodios que reflejan deterioro de la salud física", aseveró.
El maltrato físico fue la causa más frecuente de consulta hospitalaria por violencia intrafamiliar durante el 2015: representó un 25,2% de los casos.
En los centros de salud de la Caja es más frecuente recibir a mujeres víctimas de agresión intrafamiliar (un 52% de los casos).
Según el informe del Sisve, los grupos de edad más afectados entre mujeres fueron las adolescentes y las adultas de 20 a 39 años.
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Mientras, los pacientes masculinos representan un 48% de todos los casos atendidos. Entre ellos, los más afectados son los niños y los adolescentes menores de 19 años.
En la población adolescente, las formas de abuso más frencuentes fueron la sexual, la negligencia y el abandono.
Entre los cantones que reportaron más incidentes atendidos por la Caja en el 2015 están Aguirre (100,8 por cada 10.000 habitantes), Turrubares (97,6), Los Chiles (76,7), El Guarco (69,1) y Jiménez (61,7).
De acuerdo con otro informe de la CCSS que toma como base los reportes de los comités encargados de atender a niños agredidos en los centros de salud, la cantidad de menores de edad víctimas de diferentes tipos de abuso creció casi en un 50% entre 2013 y 2014, sumando casi 10.000 casos atendidos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incorporado a los diferentes tipos de violencia como una de las principales causas de enfermedad y mortalidad en el mundo.
Según la OMS, cada año 1,4 millones de personas mueren por esa causa. Por cada uno de estos fallecimientos, hay varios lesionados que quedan con secuelas físicas, sexuales, reproductivas y mentales.
"Entre los efectos a largo plazo (de la violencia) se encuentran los trastornos mentales, como la depresión, los intentos de suicidio, los síndromes de dolor crónico, los embarazos no deseados, el VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual.
"Los niños víctimas de la violencia corren mayor riesgo de abusar del alcohol y las drogas, de ser fumadores y de tener comportamientos sexuales de alto riesgo. Esto puede ocasionar, aunque sea muchos años después, enfermedades crónicas como cardiopatías, cánceres e infecciones de transmisión sexual", advierte la OMS.