Ante la sospecha de que hay lotes de anestesia contaminados, los hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) suspendieron, como medida preventiva, la realización de procedimientos quirúrgicos ambulatorios y exámenes.
Se trata de intervenciones donde se utiliza un inductor de la anestesia conocido como Propofol. Entre los procedimientos diagnósticos que más usan ese producto están las gastroscopias y las colonoscopias, donde se requiere una sedación corta pero efectiva para que el paciente salga rápido del hospital.
La institución solicitó a los hospitales priorizar las operaciones y procedimientos de emergencia, y reprogramar cirugías y exámenes electivos (programados) hasta que se disponga de nuevo del medicamento, cuya compra de emergencia llegaría a los hospitales en una semana.
La información la confirmó el presidente ejecutivo de esa institución, Fernando Llorca Castro, ante consulta de este diario.
Según el jerarca, la medida se informó a los hospitales este lunes luego de que el Centro de Farmacovigilancia del Ministerio de Salud les comunicara haber recibido notificaciones sobre problemas en pacientes a quienes se les suministró el fármaco.
Estas posibles anomalías se detectaron ante la obligación de los médicos de reportar efectos adversos como resultado del uso de todos los medicamentos. Los profesionales deben llenar una boleta y enviarla al Ministerio de Salud.
En en este caso, la entidad recibió en las últimas semanas varias notificaciones por efectos adversos después de usar este producto.
Angélica Vargas Camacho, jefa del Área de Medicamentos y Terapéutica Clínica de la CCSS, confirmó en un comunicado de prensa que el Ministerio de Salud instruyó, el 30 de abril, no usar Propofol 1% hasta no realizar los análisis de calidad a todos los lotes del medicamento disponible en la CCSS.
En ese proceso se encuentra el Laboratorio de Normas y Calidad de Medicamentos de la CCSS. Un primer cultivo dio negativo, pero se esperan los resultados de otras pruebas y la consulta a los hospitales sobre si realizaron sus propios análisis con las botellas del fármaco.
Por el momento, se retiraron dos lotes del producto.
Cinco pacientes
Albin Chaves Matamoros, director de Farmacoepidemiología de la CCSS, explicó que según la directriz de Salud los efectos adversos por el posible uso del medicamento se dieron en cinco pacientes. Cuatro de ellos ya dejaron el centro médico y el otro permanece en el Hospital Calderón Guardia.
Este último caso corresponde al de una mujer a quien se le puso el fármaco durante una operación de corazón.
Estos pacientes presentaron síntomas como escalofríos y fiebre después de haber sido sometidos a procedimientos donde se utilizó este medicamento.
La sospecha, no confirmada aún, es que el producto pueda estar contaminado con alguna bacteria, dijo Chaves.
"El tema es que se detectó un riesgo. No es que necesariamente se haya concluido que hubo un problema. Hay una sospecha y solo esto es suficiente para iniciar una investigación. El Laboratorio de Calidad de la CCSS hizo una evaluación de algunos lotes y terminó identificando algunos posibles riesgos de calidad", dijo Llorca.
Según Chaves, la institución actuó con base en un principio de la farmacovigilancia, que es garantizar la seguridad de los medicamentos que se ponen a disposición de la gente.
"Se giraron las instrucciones para que el Propofol quedara en cuarentena, que no se utilice hasta que no estén los resultados del Laboratorio de Control de Calidad, en unos ocho días", manifestó Chaves.
El Propofol es un inductor de la anestesia (sedación) que se utiliza desde hace años en la Caja, principalmente en cirugía ambulatoria y en procedimientos cortos, para que el paciente egrese más rápido, liberar camas y ofrecer más acceso a los servicios de salud. explicó Chaves.
El consumo mensual de este producto ronda los 16.000 frascos, agregó Chaves.
Compra de emergencia
Además de ordenar la "cuarentena" de este fármaco, la CCSS inició el proceso para la compra urgente de 132.000 frascos, con un costo de $470.000. La institución promete tener abastecidos a los hospitales nuevamente en una semana.
Esta adquisición suplirá a los centros médicos de la Caja por ocho meses, informó la institución en un comunicado de prensa.
"La Gerencia de Logística está realizando todos los esfuerzos administrativos para garantizar a la brevedad el abastecimiento de este medicamento esencial", comentó Angélica Vargas.
La funcionaria aseguró que los hospitales tienen otras opciones farmacológicas en su lista oficial de medicamentos como inductores intravenosos, sedantes y anestésicos inhalados, que podrán ser utilizados en operaciones de acuerdo con el criterio especializado de los anestesiólogos.
En el Hospital San Rafael de Alajuela, donde se realizan un promedio de 60 operaciones al día, las que se verán más afectadas son las ambulatorias, unas 20.
El director médico de ese hospital, Francisco Pérez Gutiérez, calcula que estarán en capacidad de sostener la situación por sus propios medios una semana más, en espera de la compra centralizada que está manejando la CCSS.