
Los hospitales volvieron a usar el expediente de papel, o físico, como única salida para garantizar la atención básica de miles de asegurados, luego de detectar un intento de hackeo, este martes, que obligó a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) a apagar todos sus sistemas, incluido el Expediente Digital Único en Salud (EDUS), donde se registran las consultas médicas de los asegurados.
El ciberataque fue calificado de “excepcionalmente violento” por el presidente ejecutivo de la Caja, Álvaro Ramos Chaves, en una conferencia de prensa convocada de manera urgente a las 11 a. m. de este martes, casi diez horas después de haber detectado las “primeras incongruencias” en el Hospital San Vicente de Paúl, en Heredia, el primero en una larga lista de hospitales afectados en el país.
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Ramos aclaró, preliminarmente, que el intento de hackeo no logró penetrar las bases de datos por la rápida respuesta institucional. Esto quiere decir, en términos informáticos, que los delincuentes no lograron encriptar o encapsular los datos por los cuales luego intentarían cobrar un rescate. Entre esas bases de datos está el EDUS y también el Sistema Centralizado de Recaudación (Sicere), donde se manejan las planillas de más de un millón de trabajadores de todo el país.
No hay evidencia de que alguna de ellas fuera vulnerada, pero, fueron desconectadas de Internet como medida preventiva. Tampoco hay certeza de cuánto tiempo se tardará en volver a ponerlas en funcionamiento.
Inicialmente, está confirmado que los ciberdelincuentes introdujeron su virus para capturar datos en unos 30 de los 1.500 servidores informáticos que tiene la CCSS. Ahora, el proceso será “revisar uno por uno”, declaró Ramos.
“Lo que sí determinamos es que existen servidores infectados. Hay que limpiarlos, vacunarlos. Es un proceso tedioso, pero posible. Hay que ir paso a paso, pero lo podemos hacer. Nuestra impresión inicial es que podemos levantar (los sistemas informáticos) en un plazo razonable”, explicó.
“Tenemos que retroceder por unos días al papel, esperamos que no mucho, pero le pedimos paciencia a la población en el sentido de que este fue un intento muy violento de vulnerar los sistemas de la Caja y del país, en un proceso que lleva varios días. El diagnóstico de la afectación final solo lo podremos hacer a posteriori”, agregó.
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El director de Tecnologías de Información y Comunicaciones, el ingeniero informático Roberto Blanco Topping, identificó el ransomware como Hive. Un ransonware es un software intruso y hostil que impide a los usuarios acceder a su sistema o a sus archivos personales y que exige el pago de un rescate para poder acceder de nuevo.
Blanco no señaló el grupo o la fuente del ciberataque, que es el segundo registrado en las últimas dos semanas, pero el primero en importancia por la magnitud de su impacto.
Por esa razón, 300 informáticos de la CCSS fueron asignados a revisar los servidores en todo el país y, además, a un equipo de expertos en ciberseguridad se le encargó preparar soluciones a corto plazo para levantar, en el menor tiempo posible, los servicios más críticos y dar continuidad a los asegurados.
“Es importante continuar brindando los servicios médicos a la población. Por ejemplo, el despacho de medicamentos. Esto se puede hacer en papel. Será más lento, pero nuestro compromiso es seguir brindando los servicios”, afirmó Ramos.
Teléfonos y citas presenciales
El gerente médico de la CCSS, Randall Álvarez Juárez, confirmó que el apagón de los sistemas como medida de seguridad, impidió aplicar el llamado ‘plan B’: usar el expediente digital en ambiente de continuidad, o EDUS desconectado, que es el que reemplaza al EDUS cuando hay algún fallo.
En consecuencia, dijo, se instruyó a cada hospital o Ebáis a utilizar expedientes de papel para registrar las atenciones pues, hasta este martes, no se había girado orden para suspender citas, procedimientos o cirugías programadas. La falta de la información que normalmente se encuentra en el EDUS, y el uso de sistemas manuales, puede ser causa de retrasos en los servicios, advirtió.

A los asegurados se les recomienda sacar las citas de manera presencial, y se les compartió una lista de números de teléfonos para que realicen ahí cualquier consulta sobre atenciones programadas. Hasta nuevo aviso, esos números serán la única vía de contacto pues las plataformas usuales también están fuera de servicio.
También se les pidió llevar una lista con los medicamentos que consumen, o las etiquetas de los productos, para facilitar la atención.
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Sobre los procesos financieros y administrativos, como la gestión de planillas de trabajadores y pagos de asegurados morosos, Álvaro Ramos confirmó que los trámites principales no se realizan en estas fechas, sino a mediados de mes, lo cual es una ventaja en esta emergencia. Pagos como el de las pensiones del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) o del Régimen No Contributivo (RNC), fueron cancelados sin contratiempos.
“No esperamos estar en esta situación 15 días. Se le estaría comunicando a la población si se tiene que extender esta situación de crisis por la razón que sea, pero en principio creemos que la podemos controlar en menos tiempo que el que requeriríamos para estar en una situación más crítica como institución”, afirmó.
A media máquina
“Volvemos al papel”, confirmó el director del Hospital México, Douglas Montero Chacón. Este hospital, cabeza de la red de servicios más grande de la CCSS con más de dos millones de asegurados, aseguró que se hacen esfuerzos para garantizar los servicios de hospitalización, emergencias y consulta externa. Dijo que ninguna atención, incluidas las cirugías, se suspendió este martes.
“Agradeceríamos a pacientes que si vienen a consulta externa o vienen a internarse traigan los medicamentos. El único servicio suspendido es Radioterapia que utiliza un sistema electrónico, esperamos ponerlo a trabajar próximamente”, dijo.
Por su parte, la directora del Hospital San Vicente de Paúl, Priscilla Balmaceda, informó de que tienen instrucciones de no encender las computadoras y describió la situación como “complicada”: “Estamos tratando de organizar la atención de los pacientes usando hojas físicas tanto en Emergencias como en hospitalización y Consulta Externa. Estamos avisando por sonido que podemos tener atrasos en la atención porque estamos ‘a pie’”.
En el Hospital San Carlos, en Alajuela, también regresaron al uso del expediente físico, confirmó su director, Édgar Carrillo: “La atención de la consulta de emergencias y externa (citas con médicos especialistas) se hará con expediente físico. En la parte quirúrgica también se tendrá que ‘hacer a pie’. Esto, evidentemente, ocasionará un retraso en la atención y una sobrecarga de trabajo para el personal de Archivo, principalmente”, afirmó.
Los principales afectados con esta emergencia son los asegurados. Quienes lograron recibir alguna atención, la recibieron a medias y con retrasos. Por ejemplo, Grettel Calvo Masís y su hijo Kendrick Sánchez, de cuatro años. Ambos viajaron desde Pavones de Turrialba, en Cartago, al Hospital Nacional de Niños, en San José, a una cita programada en Otorrinolaringología.
“Sí nos atendieron, pero tuvimos problemas para que nos dieran las próximas citas y los exámenes. Salí de Pavones a las 5 a. m. y llegué aquí casi a las 9:30 a. m. Me dijeron que me llamaban para ver si me pueden dar la cita o tengo que volver a venir”, dijo.
Corrieron con peor suerte Jeannette Orozco y su mamá, María Orozco Vargas. Viajaron desde Turrúcares de Alajuela para una cita que la adulta mayor esperó más de un año en Oftalmología, en el Hospital México.
“Ahora tenemos que esperar a que nos llamen. Nos dijeron que no nos podían atender porque no había sistema. Era una cita que esperamos más de un año”, comentó Jeannette Orozco mientras sostenía a su mamá del brazo a la salida del hospital, en la parada del bus.
Colaboró el fotógrafo y periodista Rafael Pacheco Granados.