El México, como el resto de hospitales del país, empezó a ordenar a los nuevos pacientes con cirugía programada según las necesidades particulares de cada enfermo y, no por orden cronológico, como era lo usual hasta hace relativamente poco.
La nueva clasificación la realizan desde junio, siguiendo una instrucción de la Gerencia Médica de la Caja, que pretende cumplir con el objetivo de operar lo más pronto posible a quienes más lo necesitan.
Sin embargo, al igual que otros hospitales, el México comenzó a usar este nuevo sistema con un rezago importante de pacientes que llevan varios años esperando una cirugía.
En total, 9.000 personas permanecen en la lista de espera de ese hospital y los casos más viejos corresponden a Ortopedia y Cirugía General, sobre todo, la bariátrica (para enfermos obesos), que datan del 2009.
A estos pacientes antiguos, el centro médico espera resolverles la cirugía con programas especiales, entre ellos, operar después de las 4 p. m. o los fines de semana, informó su director, Douglas Montero Chacón.
El México cuenta con un programa informático que le permitirá registrar a los pacientes nuevos quirúrgicos utilizando la nueva clasificación.
Ese es el principal reto del nuevo modelo, según reconoció la gerenta médica de la Caja, María Eugenia Villalta Bonilla, en una entrevista en mayo, cuando dijo que el arranque de la nueva clasificación se pasó de enero a junio, atendiendo un pedido de los directores médicos.
“El temor que tienen los directores es con la prioridad alta, que no es clínica, pues se toman en cuenta otras variables. A ellos les da temor subir a la gente a prioridad alta teniendo una lista de espera vieja”, reconoció Villalta.
La funcionaria se refiere a variables nuevas como edad, situación laboral, presencia de otras enfermedades que puedan complicar el caso y número de incapacidades. Ahora, ya no se toma en cuenta solo el aspecto médico.
Esos indicadores se ponderan y se obtiene un resultado que clasifica al paciente en prioridad baja (para operar en un plazo de 12 a 18 meses), media (de 6 meses a un año) o alta (6 meses o menos).
Retos. Francisco Pérez , director del Hospital San Rafael de Alajuela, centro donde se originó la idea y que sirvió de plan piloto a la Caja, admite que arrastrar pacientes antiguos es una dificultad grande.
“Tenemos una lista vieja de pacientes rezagados y otra orden de las autoridades de la Caja de sacar a los pacientes más antiguos de esa lista. Por eso, nosotros echamos a andar el programa vespertino”, explicó Pérez sobre el plan de cirugía que se inició en especialidades quirúrgicas como Oftalmología, el 20 de junio.
Desde entonces, en Alajuela han sacado a 119 personas de esa lista. Eran asegurados que tenían la intervención pendiente desde los años 2012 y 2013.
La dirección médica del Hospital Calderón Guardia, informó de que también están resolviendo casos según la nueva orden de la CCSS. En su caso, ellos utilizan la fórmula 80% de los pacientes que se resuelven son los más antiguos de la de lista, y un 20 % corresponden a los nuevos criterios de temporalidad: baja, mediana o alta prioridad.
En el Hospital San Vicente de Paúl, en Heredia, se está aplicando la nueva clasificación en Cirugía General, informó su director, Roberto Cervantes.
Allí tienen un comité gestor de listas de espera que analiza casos de otras especialidades quirúrgicas, según los nuevos criterios de clasificación, pero solo si los pacientes así lo solicitan.
“¿Qué vas a hacer con quienes llegaron hace tiempo y cuándo los vas a operar?”, preguntó Cervantes a las autoridades.
Para él, este nuevo sistema es un avance para la Caja, pero plantea el reto de buscar opciones –como el pago de jornadas de producción– para poder sacar a los pacientes que llevan años esperando ser operados.
“Cuando nosotros llegamos, en el 2014, teníamos pacientes desde el 2010; alrededor de 2.500. Hoy, ya no están en lista de espera porque la Caja ha dado el contenido económico para sacar ese rezago”, explicó Cervantes. Recientemente, ese hospital logró la autorización de la Junta Directiva de la Caja para sacar 7.000 pacientes de lista de espera quirúrgica, en un plan de cirugía vespertina en el cual la institución invertirá más de ¢1.000 millones.