Los hospitales privados están interesados en participar en los esfuerzos para bajar las listas de espera en cirugías, procedimientos y citas, que afectan a miles de asegurados en los servicios de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Los plazos, que superan los dos años en las especialidades más críticas, se han incrementado durante la pandemia, pues la crisis sanitaria obligó a los hospitales a atender solo casos de emergencia y pacientes oncológicos en el área de cirugía.
Representantes de centros médicos privados manifestaron su interés en un foro organizado este 14 de julio, por la Cámara Costarricense de la Salud (Promed), con participación de voceros de la Caja, la Defensoría de los Habitantes y empresas privadas.
Entre las propuestas más fuertes que se plantearon está la de abrir espacios de diálogo entre el sector público y privado, que faciliten eventuales colaboraciones futuras.
Massimo Manzi, director ejecutivo de Promed, recordó los ofrecimientos de los servicios privados desde hace varios años, y que se han hecho patentes durante la pandemia.
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“Una de esas soluciones puede pasar por el lado de alianzas público-privadas, como sistema nacional de salud, para poner a disposición todos los recursos de infraestructura y humanos para resolver esta situación.
“Los plazos superan los 500 días y los pacientes requieren soluciones. Esperamos que este foro sea el inicio de un esfuerzo nacional para resolver esta grave situación por la cual pasan muchos costarricenses”, manifestó Manzi.
Según manifestó la Cámara, hay posibilidades de ofrecer apoyos en las áreas de atención ambulatoria y exámenes diagnósticos y laboratorios.
En este momento, pacientes de la CCSS con procedimientos programados en especialidades quirúrgicas como Ortopedia, deben esperar más de 720 días para una operación, según confirmó a La Nación, a inicios de junio, la Unidad Técnica de Listas de Espera (UTLE), de la Gerencia Médica.
Plazos mayores
Un informe de la Defensoría de los Habitantes, discutido en el foro, muestra cómo de marzo al 31 de diciembre 2020, solo se hicieron 40.590 operaciones en lugar de las 102.000 que estaban proyectadas.
Además, según la misma fuente, los tiempos de espera para cirugías registraron un deterioro significativo pues se pasó de 341 días promedio de espera en diciembre 2019, a 495 días al final del año pasado.
El gerente general de la Caja, Roberto Cervantes Barrantes, manifestó semanas atrás el interés de utilizar recursos privados en el desahogo de esas listas de espera, que para él ya es un tema país y debería ser considerado entre los planes de rehabilitación y reconstrucción pospandemia.
Cervantes sugirió, incluso, utilizar en la reducción de los plazos de espera los fondos autorizados por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) para el plan que pretendía utilizar camas en hospitales privados para derivar enfermos no covid de los hospitales públicos.
Ante consulta de La Nación, la CNE aclaró que los casi ¢3.000 millones aprobados para ese plan son exclusivos para la atención de la emergencia nacional por la covid-19, y no para otros fines.
A finales de junio, el Ministerio de Salud aplazó ese plan ante el retraso de la Caja en utilizar los recursos. Dejó abierta la posibilidad de recurrir a esa estrategia, si se vuelven a disparar los casos de covid.