Si está resfriado, tienen algún mal respiratorio o teme ser portador del covid-19 no vaya a misa o cualquier otra actividad religiosa.
Ese fue el pedido que hizo la Conferencia Episcopal de Costa Rica a los fieles católicos, mediante un comunicado enviado este viernes, con el cual se suma al llamado de las autoridades de Salud de evitar sitios de reunión masiva.
La recomendación llega en momentos en que se han confirmado en el país 23 casos del nuevo coronavirus. Precisamente, para evitar que aumente el contagio, el Ministerio de Salud incluso ha recomendado a los ciudadanos mantener una distancia de 1,8 metros con otras personas.
Los obispos, reunidos en la Conferencia Episcopal, también pidió a los creyentes no besar imágenes sagradas de culto público. Adicionalmente recomendó a los católicos seguir la Santa Misa por radio, televisión o medios digitales.
Del mismo modo, ordenó suspender o cancelar cualquier reunión no esencial sea de grupos o movimientos eclesiales, de formación, o de coordinación de actividades.
También solicitó a los creyentes estar vigilantes de otros fieles con estas situaciones para tratar de disuadirlos de acudir a celebraciones o reuniones.
A los sacerdotes, la Conferencia solicitó proveer lo necesario para que en todas las iglesias, salones pastorales y otras instalaciones se disponga de jabón, toallas desechables y alcohol en gel.
“Así como velar por la limpieza con desinfectante de las bancas, reclinatorios y pasamanos antes de cada celebración”, añadió la cúpula católica.
Además, se solicitó a los encargados de las parroquias desplegar en templos, salones pastorales, oficinas parroquiales y otras dependencias la debida rotulación que indique la forma correcta de estornudar, toser, saludar y otros consejos de higiene.
Nuevamente, la Conferencia recordó que el saludo de la paz durante la eucaristía únicamente debe expresarse con gestos fraternos sin tocar las manos o hacer contacto con la cara de otras personas.
“En todo caso se recuerda que este gesto puede omitirse de conformidad con las normas litúrgicas. Además, recordamos a los ministros del altar: sacerdotes, ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión y acólitos, lavarse las manos con agua y jabón antes de iniciar su servicio y al terminar el mismo”, remarca el comunicado.
Desde días atrás, la Iglesia ordenó que la distribución de la sagrada comunión solo debía hacerse en la mano y de ser posible aplicando alcohol en gel antes de comulgar.
La Iglesia también hizo un llamado a “no aprovecharse de la emergencia sanitaria que vivimos para acaparar o vender a sobreprecio los diferentes artículos de higiene necesarios para prevenir el contagio”.
En este contexto de crisis sanitaria, los obispos agradecieron públicamente a las autoridades de Salud, al personal médico, de enfermería y de apoyo del sistema de salud, “por su generosa y entregada labor en atender a los enfermos y en prevenir la propagación de esta enfermedad”.
“Asimismo, agradecemos a todos los comunicadores por mantener a los ciudadanos al tanto de las medidas más apropiadas para prevenir el contagio y mitigar la propagación del virus, siempre con la clara intención de dar la información más equilibrada y constructiva en medio de esta crisis”, concluye el comunicado.