El Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) empezó la producción de 13.000 caretas de seguridad para el personal de hospitales y centros de salud de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) ante la emergencia por el nuevo coronavirus.
Este proyecto forma parte de la Iniciativa de Abastecimiento Local de Equipo de Protección Personal (Alepp), una alianza conformada por INCAE, Lead University, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (Tec) y la Cámara de Industrias.
Precisamente, para la elaboración de las caretas de seguridad se siguió el diseño creado por del Tec y aprobado por la Caja a inicios de abril. El dispositivo consta de tres partes: cobertor frontal, una banda transparente que se apoya sobre la frente y una banda elástica de ajuste a la cabeza.
El proceso de manufactura se lleva a cabo desde el martes anterior en el Laboratorio de Modelado e Impresión 3D, Innovatio, ubicado en la sede central del INA, y el cual normalmente se utiliza para otras tareas, pero a partir de esta necesidad, se adecuó en equipos y personal.
El INA también tiene la colaboración de Industria Metalmecánica, Gráfica y Plástico. Además, la CCSS apoyó en el ensamble y embalaje.
A mediano plazo, el instituto ve la posibilidad de transferir este conocimiento al mercado local para apoyar a emprendedores en la gestión de la innovación.
“Desarrollar el proceso de manufactura en este proyecto evidencia una vez más no solo el compromiso institucional ante la emergencia país, sino también la capacidad de respuesta y el talento de nuestro equipo técnico para diseñar un proceso de producción, que posteriormente podría ser transferido al sector empresarial a través de capacitaciones, lo cual ayudaría también a la reactivación de la economía”, explicó el presidente ejecutivo del INA, Andrés Valenciano.
La posibilidad de fabricar estos insumos en el territorio nacional representa un alivio para las autoridades sanitarias, en momentos en que el mundo lucha contra la escasez de equipos de protección.
El pasado 15 de abril, la CCSS indicó que las primeras 30.000 unidades de estas caretas comenzaron a distribuirse y la meta es alcanzar una producción de 80.000 unidades por semana, e incluso 100.000, dependiendo de las necesidades.
Para confeccionarlas, se consideraron aspectos que permitan una fácil manufactura y acceso a la materia prima, pero manteniendo siempre el objetivo principal del dispositivo: proteger el rostro del especialista.
La producción de caretas no sería el único implemento diseñado por el Tec, según comentó el vicerrector de Investigación y Extensión de la institución, Jorge Chaves.
“Esta es una muestra más de que la alianza entre instituciones y organizaciones públicas y privadas da resultado. Con gran esfuerzo y dedicación, el personal del Tec trabaja en sus diseños de nuevos prototipos que, al igual que las caretas, serán de fuente abierta, es decir, que son de uso libre en Costa Rica y fuera de nuestras fronteras”.