El Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) ha formado alrededor de 2.300 cuidadores desde que lanzó, en el 2011, el primero de tres programas que tiene para capacitar asistentes de personas con algún grado de dependencia. Un 90% de esos cuidadores son mujeres.
La creciente necesidad del mercado laboral de este perfil de trabajadores impulsó al INA a diseñar y ejecutar lo que en la actualidad son programas consolidados. Estos son: Asistencia Integral para la Persona Adulta Mayor, que fue el pionero en el 2011; Asistencia a la Niñez (2013), y el enfocado en personas con discapacidad, que arrancó en el 2019.
“Los tres surgen por la necesidad de la población de contar con una capacitación que les permitiera atender o asistir a las personas con cierto grado de dependencia de una forma responsable y con todos los conocimientos de la ley.
“Evidentemente, hay cierto techo de conocimiento que las personas necesitaban, sin intentar incursionar en los quehaceres de otras profesiones”, explicó Randall Cruz Villalobos, quien forma parte del equipo que ha desarrollado estas capacitaciones en el INA.
Instituciones como el Ministerio de Salud y el Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam), consideran al Instituto como el modelo a seguir en lo relativo a la calidad deseada para la formación de cuidadores de personas con algún grado de dependencia.
Por ejemplo, el Consejo Nacional de Personas con Discapacidad (Conapdis) contrata directamente a los asistentes requeridos por esta población y pone como requisito que sean formados en el INA.
De los cerca de 2.300 egresados hasta ahora, 705 corresponden al programa para personas con discapacidad; 900 al de la niñez, y 667 a asistentes de personas adultas mayores.
Línea estándar
Marjorie Chavarría Vásquez también forma parte del equipo de expertos del INA a cargo de estos tres programas.
Chavarría recordó la génesis del plan enfocado en la asistencia a adultos mayores: “Por ahí del 2010, doña Laura Chinchilla (presidenta de la República 2010-2014) impulsó la Red de Cuido. Para el INA, eso fue un impulso grandísimo porque eso dio un empujón no solo para diseñar el programa sino para contratar el personal”.
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Según explica Chavarría, todos los programas diseñados en el INA están alineados al Marco Nacional de Cualificaciones, una dependencia adscrita al Ministerio de Educación Pública (MEP), responsable de decir cuáles son los conocimientos de una persona que se dedique a determinada profesión.
El programa para asistir adultos mayores se compone de 700 horas y tiene siete módulos. En promedio, las personas que lo llevan tardan alrededor de diez meses en completarlo.
El detalle sobre cantidad de módulos y duración de los otros dos programas los puede ver en el siguiente documento:
“(El programa para cuidadores de adultos mayores) son clases de lunes a viernes, de día. Entre esos siete módulos hay variedad. El primero es contextualización de la asistencia para la persona adulta mayor pues le permite interiorizar qué significa asistir, para evitar, por ejemplo, infantilizar al adulto mayor y asegurar que se trate como persona sujeta de derechos. Es el módulo base.
“Cada uno de los módulos es impartido por profesionales de diferentes disciplinas. El primer módulo lo dan gerontólogos, trabajadores sociales, orientadores y psicólogos. El módulo de protocolos de bioseguridad lo dan enfermeras. Hay otro módulo de atención de riesgos y emergencias durante la asistencia, para minimizar los riesgos en el entorno de la persona adulta mayor”, explicó Chavarría.
Como todos los programas impartidos por el INA, estos tres son gratuitos. Para este año, está planeado impartir 25 programas en las 59 sedes del Instituto en todo el país, con lo cual se estarían formando alrededor de 445 personas, informó Cruz.
Los requisitos para recibir estas capacitaciones son: ser mayor de edad, tener primaria completa y cumplir el proceso de admisión establecido por el INA para estos programas; lo cual incluye entrevistas, una sesión de orientación vocacional y la aplicación de pruebas para ver si se tienen las capacidades requeridas para el curso.
“El nivel de escolaridad requerido para estos programas está alineado a lo que establece el Marco Nacional de Cualificaciones. En el caso técnico, los niveles van del 1 al 5. En el INA, nos encargamos de formar del 1 al 3. Estos programas de asistentes de personas están calificados en un nivel 1. Por consiguiente, este nivel lo que solicita como requisito mínimo es tener sexto grado”, explicó Cruz.
El INA no maneja listas de espera para entrar a estos programas, aclaró Cintia Morera, otra de las encargadas de los cursos, que logran concluir alrededor de un 70% de quienes los matriculan. Los interesados deben estar atentos a las convocatorias, anunciadas por los medios oficiales del INA.
La colocación en el mercado laboral es casi inmediata, confirmó Marjorie Chavarría. Según dijo, muchas veces en las mismas prácticas quedan contratados.
“En los hogares de ancianos no es tan fácil, pero siempre hay quienes se quedan. En centros infantiles es más fácil por ser centros privados. En el caso de los asistentes para personas con discapacidad, la contratación corre por cuenta del Conapdis”, explicó.