Una segunda secuenciación del genoma del SARS-CoV-2 circulante en Costa Rica está en proceso, por lo que el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa) trabaja en la selección de los casos más representativos.
Francisco Duarte Martínez, coordinador del Laboratorio de Genómica del Inciensa, confirmó que por ahora los únicos datos oficiales disponibles son los revelados a finales de abril, cuando trascendió que la composición genética del SARS-CoV-2 aquí indica que proviene de Estados Unidos, Alemania o Brasil.
Estos datos son resultado del análisis de muestras tomadas a seis pacientes nacionales entre los 18 y los 62 años: cinco hombres y una mujer; tres de Alajuela, uno de Cartago, uno de Heredia y uno de San José.
“Estamos trabajando en la selección de los casos importantes. Estamos buscando muestras representativas de diferentes lugares, de hospitalizados y no hospitalizados, para poder generar información lo más fidedigna posible. Esperaríamos en unas cuatro semanas poder hacer alguna liberación de datos”, informó Duarte.
Según explicó el científico, estas secuenciaciones no se hacen caso por caso. Para optimizar el uso de los reactivos disponibles se trabaja en lotes.
“Se tiene que acumular una cantidad de muestras y tratar de sacar la mayor cantidad de resultados. Estamos en esa etapa para hacer una segunda corrida. Lo importante aquí es que no se trata de una cosa puntual, sino que esta programación entra en los sistemas de vigilancia y está en la actividad de vigilancia propia del Inciensa y del sistema de salud”, aclaró Duarte.
Los datos que salen de estos análisis son fundamentales para la toma de decisiones de las autoridades de Salud, agregó.
Conocer al enemigo
No todos los virus causantes de covid-19 son genéticamente idénticos, saber cuál o cuáles circulan en Costa Rica es de mucha utilidad de cara a futuras vacunas o tratamientos muy específicos.
FUENTE: Nextrstrain, Christian Marín, virólogo; Allan Orozco, bioinformático || JUAN CARLOS ALPÍZAR Y WILLIAM SÁNCHEZ,INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Los primeros resultados de abril son preliminares, pues apenas forman parte de un análisis mayor. Las muestras tomadas de seis casos apenas representaron menos del 1% de la cantidad total de enfermos confirmados en aquel momento en Costa Rica.
En ese entonces, se informó de que todos los datos extraídos de ese primer análisis fueron incluidos en la página nextrain.org, donde se registra el origen, evolución y desarrollo de los diferentes microorganismos descubiertos.
Según Duarte, al tratarse de un microorganismo de muy reciente hallazgo, lo que existe en la actualidad son propuestas para clasificarlo de diferentes maneras. Aclaró que internacionalmente no hay unidad de criterios entre los científicos para esto.
“Desde los diferentes puntos de vista, lo que podemos encontrar en la bibliografía son diferentes esquemas para tratar de agrupar los virus circulantes según su similitud genética. Por eso, es muy temprano para hablar de cepas. En nuestro caso y con los datos disponibles hasta ahora no podemos ver esa diferenciación. Lo que hay son variantes genéticas o cambios en su material genético. Usar el término de cepa no es adecuado todavía”, aclaró Duarte.
Hasta la fecha, el criterio más extendido es que el mundo está en presencia de una sola cepa que es la que causa todo el brote. Dentro de ella, hay variaciones genéticas, y aunque hay estudios que tratan de relacionar esas variantes con la severidad, no existen evidencias concluyentes todavía, dijo el científico.
Desarmar al enemigo
Para conocer cuál cepa está en Costa Rica (o si están ambas) debe secuenciarse el genoma del virus, es decir, la totalidad de su información genética.
Ángela Ávalos Rodríguez
Ingresó a La Nación en 1993. Cubre salud. Graduada de la UCR, máster de la Universidad Complutense, con formación en CDC y NIH, entre otros. Redactora del Año de La Nación 1998, premio SIP 1997, Premio Nacional de Periodismo de Salud OPS 2002, Premio Cámara Costarricense de la Salud 2022. Coautora de Comunicación, palanca para la acción en salud.
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