La cantidad de personas que están en lista de espera para cirugía, procedimientos diagnósticos y citas con el especialista experimenta un incontenible crecimiento, pese a la declaratoria de emergencia y a las promesas de la Presidencia Ejecutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) para desacelerar el incremento de las cifras.
En mayo del 2023, las listas de espera fueron declaradas emergencia institucional para facilitar la provisión de recursos a los centros de salud y bajar los números, que alcanzaron niveles históricos el año pasado. En noviembre, además, la presidenta de la Caja, Marta Eugenia Esquivel Rodríguez, presentó su estrategia denominada “Ruta de la salud. Menos espera. Mejor servicio”.
Esquivel se comprometió, entre otras cosas, a que para finales del 2024 no habrá ningún paciente rezagado del periodo 2017-2021 esperando atención. Cuando termine el 2025, tampoco debería haber pacientes, de ninguna patología, con esperas superiores a un año para ser vistos en un hospital de la CCSS.
¿Qué dicen los números de la Caja más de un año después de la declaratoria de emergencia y a siete meses del lanzamiento de la “Ruta de la salud”?
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La lista de citas para estudios diagnósticos, incluidos radiografías, Tac o ultrasonidos, es la que más ha aumentado en todos estos meses. Dichos procedimientos son básicos para identificar enfermedades y decidir el tratamiento a seguir en padecimientos como el cáncer.
En agosto del 2023, los registros de la Caja contabilizaban 622.018 citas para estudios diagnósticos pendientes. El 31 de mayo anterior, la cifra de procedimientos diagnósticos era de 737.607 citas pendientes; 115.589 estudios más (18,5% de aumento).
Un 75% de todos los estudios acumulados a mayo corresponden a Radiología, que registra un plazo promedio de espera de 161 días (más de cinco meses). Sin embargo, hay estudios como los ultrasonidos generales con un tiempo promedio de 268 días (casi nueve meses); o los ultrasonidos de mama, con 280 días promedio de espera (más de nueve meses).
Las citas pendientes con el médico especialista en consulta externa de los hospitales, también aumentaron. En agosto del 2023, había 285.457 consultas de primera vez sin realizarse, mientras que a finales de mayo la cantidad alcanzó las 313.674 consultas con un tiempo de espera promedio de 424 días. El aumento fue de 28.217 citas sin atender (casi un 10% más).
Un 65% de las consultas pendientes en mayo tienen plazos superiores a los 90 días; incluso, el tiempo máximo de espera registrado por los sistemas de la Caja es de 2.443 días (casi siete años), según datos del Área de Estadística en Salud, de la Gerencia Médica de la CCSS, facilitados a solicitud de La Nación.
Psiquiatría, una de las especialidades críticas por el incremento de las crisis en salud mental, acumula 11.555 citas pendientes con el médico especialista, con un plazo promedio de espera de 242 días (poco más de ocho meses) y máximos de 656 días (casi dos años).
La lista de espera para cirugías también creció. En agosto del 2023, las operaciones programadas pendientes eran 176.919. A finales de mayo anterior, había 188.079. El Hospital Calderón Guardia es el que tiene la lista quirúrgica más grande, con 23.466 pacientes con un promedio de espera de 598 días (casi dos años).
Al Calderón Guardia le sigue un hospital de su red, el Max Peralta (Cartago), con 19.226 enfermos que aguardan para operarse. El plazo promedio de espera en Cartago es de 455 días (15 meses). En tercer lugar, está el Hospital San Vicente de Paúl (Heredia), con una lista quirúrgica de 15.630 pacientes, y un plazo promedio de espera de 425 días (14 meses).
A pesar de lo anterior, la lista de espera quirúrgica ha mostrado un descenso en los tiempos promedio de espera, pasando de 551 días en el 2021 a 424 en mayo de este año (127 días menos; o más de cuatro meses).
Datos del Sindicato Nacional de Enfermería y Afines (Sinae), al 3 de julio anterior, corroboran la tendencia al incremento en las listas de espera. Para ese día, las cirugías pendientes eran 189.433, los procedimientos 769.746 y las citas con el especialista sumaban 313.830, informó el secretario del Sinae, Lenín Hernández Navas.
Marta Esquivel: ‘No avanzamos y la gente se está muriendo’
El 13 de junio, en una sesión de Junta Directiva de la CCSS donde se analizó el tema de las listas de espera, la jerarca Marta Eugenia Esquivel reconoció que no hay avances mientras “la gente se está muriendo”.
“No tenemos capacidad, o si la tenemos, lo hacemos mal. (...)”, admitió Esquivel al llamar la atención por el atraso en la aplicación del modelo de pago por resultados. Dicho sistema se diseñó, inicialmente, para sacar los procedimientos pendientes en especialidades críticas como Radiología. Se ideó para resolver la situación de pacientes que esperan desde el 2017 y 2018.
Conocido como Cumcas por la fórmula que aplica para el reconocimiento del pago, este modelo fue aprobado por la Junta Directiva a finales del 2023 pero apenas echó a andar el 28 de mayo. A la fecha, solo dos hospitales de los 29 de la CCSS, y un área de salud de las 105, lo están ejecutando.
“La ruta presentada por Marta Esquivel ha sido un rotundo fracaso. Si lo vemos por los números, es un rotundo fracaso. Esto es por el intrusismo de la Casa Presidencial en una institución autónoma.
“Como nunca antes, se ha dado una intrusión política en decisiones que deben ser técnicas, financieras y científicas. Esa intromisión política ha llevado a que la actual presidenta ejecutiva, en lugar de presentar un plan estratégico, operativo e integral salga con ocurrencias”, aseveró Lenín Hernández, quien augura que las metas anunciadas por Esquivel en noviembre, en el Estadio Nacional, no se cumplirán.
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Para alcanzar los plazos prometidos, Esquivel habló en noviembre del copago, de una provisión de ¢200.000 millones, tercerizar servicios y hasta de traer médicos del extranjero.
Siete meses después, las iniciativas están estancadas principalmente por carecer de fundamento técnico, jurídico y financiero; como sucedió en el caso del copago y de los fondos para comprar servicios.
La inestabilidad de la CCSS durante esta administración, con numerosos cambios en las gerencias, en la coordinación de la Unidad Técnica de Listas de Espera (UTLE) y en la Junta Directiva, es otro de los elementos que incide en el fracaso de los planes contra las listas.
“El discurso de Marta Esquivel sigue siendo un discurso totalmente populista. Se le dio el tiempo suficiente para poder llevar a cabo algún plan o programa efectivo para el abordaje de las listas. Por el contrario, se han erosionado la confianza entre sectores y gremios. El problema, si bien es arrastrado, se ha exacerbado en este gobierno”, reiteró Hernández.
Janice Sandí, vicepresidenta de la Unión Médica Nacional, reconoció la preocupación de este sindicato por el aumento de las listas de espera en el último año. Sin embargo, confían en la aplicación del modelo de pago excepcional por resultados que, aunque tardíamente, podría ayudar a desahogar la presa.
Por su parte, Carlos Valerio Monge, de la Defensoría de los Habitantes, aseguró que hay un “serio problema de gobernanza” en la Caja, el cual fue advertido por dicha institución desde diciembre anterior.
Valerio atribuye el incremento en las listas y la falta de avance de las propuestas a la ausencia de claridad en cuanto a lo que políticamente se dice y lo que técnicamente se plantea.
“Hablaron de copago, de traer médicos extranjeros, y otra gran cantidad de propuestas para las cuales no hay claridad de que hubieran sido aprobadas por la Junta Directiva. Tampoco hay claridad de que existan documentos técnicos que las respalden”, afirmó Valerio, quien nunca consideró realizables las metas anunciadas por Esquivel en noviembre. De hecho, las califica como “un cumplimiento de campaña”.