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La colocación de 31 kilómetros de alcantarillado sanitario en ocho cantones josefinos se iniciará en abril, tras el refrendo al contrato de los trabajos, por $45 millones.
El Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), informó de que la Contraloría General de la República refrendó el contrato para la construcción y mejora de colectores y subcolectores del megaproyecto, este viernes 26 de marzo.
Los cantones beneficiados son San José, Goicoechea, Montes de Oca, Vázquez de Coronado, Moravia, Desamparados, Alajuelita y Tibás.
Las obras se realizarán bajo la licitación pública 2019 LI-000011-PRI, denominada “Construcción y mejora de colectores y subcolectores”, precisó AyA en un comunicado de prensa.
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Los trabajos fueron contratados a la empresa francesa SADE CGTH, y se prolongarán durante 32 meses.
La inversión es parte del megaproyecto ‘Somos Agua’, de $600 millones, con el que se recolectarán y tratarán las aguas residuales de 1,1 millones de personas del Área Metropolitana de San José.
“Con esta nueva obra de ¢27.000 millones, que representa un importante compromiso financiero, la institución demuestra que es capaz de asumir los retos de impulsar el desarrollo y el bienestar de la población”, dijo Tomás Martínez Baldares, presidente ejecutivo de AyA.
Estas obras, destacó Martínez, se realizarán con tecnología de punta para reducir los tiempos de ejecución y las incomodidades a quienes transiten por las áreas de trabajo.
Así se rehabilitarán casi 10 km de tuberías existentes sin necesidad de extraerlas, utilizando una tecnología llamada Spiral Wound o Cured In Place Pipe (enrollado en espiral o tubería ‘curada’ en el sitio).
Además, informó AyA, se aumentará el caudal de la planta de tratamiento de aguas residuales Los Tajos, que pasará de los 430 litros por segundo actuales, a 966 litros por segundo en el 2025; es decir, un aumento del 123%.
Con este proyecto, que ha sufrido múltiples atrasos en los últimos años, se busca impactar positivamente al ambiente al eliminar el uso de tanques sépticos y sanear la condición de los ríos urbanos, destacó AyA.
En el 2018, se detectó un “hueco presupuestario” en el proyecto global, de $175 millones en aquel momento.
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Este proyecto empezó a gestarse hace más de una década. Inicialmente, se había estimado en $250 millones, pero un dato publicado por este diario en setiembre de 2019 ubicaba el nuevo estimado en $466 millones.
En ese entonces, todavía faltaba un 30% de las obras.
En el 2019, encargados de la Unidad Ejecutora justificaron los atrasos y el encarecimiento de las obras al informar de que, sobre la marcha, se encontraron con planos de hace 50 años con trazos no ajustados a la realidad, invasiones, conexiones ilegales e imprevistos naturales como rocas de gran tamaño o ríos que arrasaron con la tubería.
En diciembre pasado, la Contraloría llamó la atención sobre los costos adicionales por situaciones consideradas “previsibles” y que debieron considerarse desde la planeación.
Según una auditoría del órgano contralor, el costo de las líneas 2, 4 y 5, en Coronado, tuvo una variación del 95,3%, casi el doble.
