Salud

Jaime, el médico intensivista cuya prematura muerte desenmascaró la dolorosa realidad de una pandemia

Tenía apenas 54 años cuando la covid-19 lo dejó en una cama de la UCI en donde tan solo unos días antes él mismo cuidaba enfermos. A una semana de su fallecimiento, sus colegas, amigos y parientes intentan hallar un bálsamo al dolor de su ausencia con los innumerables recuerdos que dejó un hombre bueno

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Jaime Solís Quesada de niño. El futuro médico intensivista fue criado por sus abuelos maternos en el barrio Betania, en Sabanilla de Montes de Oca, al este de San José. La humildad de su familia no fue impedimento para que, con grandes esfuerzos, hiciera realidad su sueño de convertirse en médico. Foto tomada de FB







Ángela Ávalos Rodríguez

Ángela Ávalos Rodríguez

Ingresó a La Nación en 1993. Cubre salud. Graduada de la UCR, máster de la Universidad Complutense, con formación en CDC y NIH, entre otros. Redactora del Año de La Nación 1998, premio SIP 1997, Premio Nacional de Periodismo de Salud OPS 2002, Premio Cámara Costarricense de la Salud 2022. Coautora de Comunicación, palanca para la acción en salud.

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