La presidenta ejecutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Marta Eugenia Esquivel Rodríguez, se comprometió a poner en funcionamiento sistemas de información contable confiables para el 2025, como parte de las medidas comunicadas este 14 de junio.
El anuncio lo hizo Esquivel durante una presentación sobre el estado financiero de la Caja que sustituyó la tradicional conferencia de prensa que sigue al Consejo de Gobierno, los miércoles. En su exposición, hizo un repaso histórico donde destacó los principales hechos que, según ella, ponen en riesgo la sostenibilidad financiera y la provisión de servicios de salud.
“En el 2023 la CCSS no respeta reglas contables nacionales e internacionales. Esto ha provocado no tener claridad en los datos financieros. Es irresponsabilidad financiero-contable. Los estados financieros no cumplen ni han cumplido nunca.
“Estamos implementando los sistemas de información confiables que arrancarán en el 2025. Para ese año, los sistemas que no han funcionado van a funcionar, a costa de lo que sea”, prometió Esquivel.
La Auditoría Interna, agregó, ha advertido desde hace varios años sobre la falta de sistema de información financiera confiable. Tampoco existe, dijo, un sistema de costeo de los servicios ni se aplica normativa de contabilidad obligatoria. No hay, además, claridad en los inventarios lo cual, entre otras cosas, impide medir productividad.
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Su presentación, aclaró, era para dar la “verdadera radiografía de la CCSS”.
“Desde los años 90 la Caja ya viene con menos plata ingresando que la que gasta. Vamos generando gastos superiores a los ingresos. ¿Qué ha implicado esto para la institución? Un deterioro grave en la prestación de servicios, compra de medicamentos, equipos que llegan tarde, instalaciones deterioradas...
“Ese hueco financiero ha tenido una consecuencia que todos la sentimos: se ha generado un aumento exponencial de las listas de espera en 20 años. Los servicios se ven afectados por una pésima administración”, recalcó Esquivel.
Pasar a la atención universal fue un avance desde el punto de vista de los Derechos Humanos, expresó, pero que hoy tiene a la CCSS con la obligación de atender a todos aunque no todos pagan.
Como consecuencia, según estimó, cada costarricense le debe a la institución, en promedio ¢500.000 pues la deuda del Estado con la CCSS asciende a los ¢2,4 billones o $4.365 millones.
“Queda claro que la legislación actual del modelo de servicios de salud es financieramente insostenible”, recalcó.
Valuaciones actuariales
La funcionaria advirtió que la Ley constitutiva le ordena a la Junta Directiva de la CCSS tomar decisiones con base en criterios actuariales.
“En un acuerdo de Junta Directiva se autorizó a la Gerencia Financiera para que pudiera generar valuaciones. Eso permitió que un criterio financiero cuestionara la valuación actuarial que es la que por ley debe regir”, declaró Esquivel al informar de que no permitirán acuerdos que los distraigan de sus obligaciones.
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Otro de los compromisos dados a conocer fue la reducción de las 146 unidades de compra de medicamentos y equipos que existen actualmente a 45 para garantizar ahorro en las adquisiciones. El ideal, según ella, es llegar a tener una sola.
Esquivel citó como evidencia del manejo irresponsable de administraciones y Juntas Directivas anteriores hechos conocidos, muchos publicados por La Nación
- Pago de cesantía con un tope de 20 años
- Financiamiento de una doble pensión complementaria para sus empleados.
- Falta de seguimiento de los órganos fiscalizadores.
- Aumentos de salario sin verificar la sostenibilidad financiera.
- Contratación de 10.000 nuevos empleados sin aumentar presupuesto y sin contar con contenido financiero.
- Compra de un edificio que no podía utilizar y en el que debió invertir grandes sumas para adecuarlo.
“Ya les vamos llegando a quienes han usufructuado de los recursos. Argollas que mantienen el control para que nada cambie. Procesos disciplinarios que terminan en nada. Esto es gravísimo porque aquel funcionario correcto que denuncia y ve que nada pasa, no vuelve a denunciar.
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“(...) ¿Qué pasa si no hacemos nada? Deterioro de la prestación de los servicios. Más filas y atrasos en las listas de espera y un colapso en la salud pública y la democracia”, pronosticó.
Como parte del cambio que pretenden, Esquivel adelantó una decisión tomada por la Junta Directiva este miércoles, de la que no dio más detalles: aplicar la mayor sanción disciplinaria contra algunos funcionarios de la CCSS por irregularidades en la compra de mascarillas durante la pandemia, un caso que fue denunciado por este medio.
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“¿Hace cuánto la Junta Directiva no despide a nadie? Son muchos años en que, a la fecha, no se han tomado decisiones. (...) las compras son un festín en la CCSS”, aseveró.
Minutos después, Esquivel pidió al mandatario Rodrigo Chaves acompañarla a la Fiscalía a poner, según dijo, tres denuncias. Una de ellas por una irregularidad durante el hackeo con las farmacias de la CCSS, situación que pedirá analizar al Organismo de Investigación Judicial (OIJ).