Fueron casi seis años de espera, pero valieron la pena pues Lesny Yuliana Moya Fallas puede disfrutar hoy de un recuperado sentido de la vista.
Tras recibir el diagnóstico de queratocono (enfermedad que afecta la estructura de la córnea, el tejido transparente que cubre la parte frontal del ojo), Lesny sufría, cada dos o tres meses, de dolorosas alergias en el ojo derecho.
Aunque desde pequeña había padecido de la vista, no fue sino hasta que cumplió 18 años cuando los especialistas le dijeron qué tenía.
Con 24 años, esta vecina de El Guarco, Cartago, asistente de un bufete de abogados, recuerda que en algún momento consultaron el costo del procedimiento en el servicio privado.
“El trasplante de córnea costaba, en ese entonces, ¢1 millón. Estaba fuera de nuestro alcance. Por eso, acudimos a la Caja”, recuerda.
Fue en la Clínica Oftalmológica de esa institución donde le realizaron el trasplante, el 9 de marzo del 2015, en una operación por la cual no tuvo que estar internada ni una sola noche en el Hospital México.
Antes de esa fecha, la vida de Lesny se estaba complicando. Su ojo derecho ya no enfocaba bien, no lograba ver de lejos y su visión era muy borrosa. Los anteojos que usaba como apoyo ya no surtían el efecto esperado.
Recién saliendo de la adolescencia y entrando a la edad adulta joven, esta cartaginesa debió dejar de lado muchas de las actividades propias de su generación para afrontar las secuelas de la enfermedad visual.
Seis años de espera terminaron el 9 de marzo y la rutina le cambió radicalmente.
Ya no ve borroso. Aunque se pone en el ojo varias gotas al día para mantener la humedad y salvar el trasplante, esto no es un problema para ella.
“Estoy cuidando el trasplante porque para mí fue como cumplir un gran sueño”, expresó la joven al reconocer la importancia de contar con un órgano por el cual hoy esperan 620 personas en todo el país.
Casi cuatro meses después de la operación, y todavía con los hilos, no deja de dar gracias a Dios y a los médicos que la operaron en la Clínica Oftalmológica.
“Ya distingo colores, cosas, caras... Es un cambio completo. ¡Había esperado tanto por esto. Es como un sueño para mí!”.