“No es lo que uno esperaba. Hay un inmenso desorden en la fila para retirar medicamentos porque las medicinas no han llegado. No hay filas diferenciadas para adultos mayores; tampoco sirve el ascensor”, comentó Montserrat Chavarría Portillo.
Ella acudió a la sede de Ebáis de Curridabat-Guayabo-Cipreses, que pocas horas antes había sido inaugurada oficialmente por autoridades de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Esta institución retomó este 18 de febrero, de forma directa, los servicios de atención primaria en Montes de Oca, Curridabat y La Unión luego de tenerlos bajo administración de terceros durante casi dos décadas.
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Chavarría se devolvió para su casa, junto a su pequeña hija Larissa Castro, de seis meses, sin el hierro que la pequeña necesita y el acetaminofén que le había enviado el pediatra.
“Me dijeron que regresara el miércoles para ver si ya los tenían. Y no fui la única. Adentro hay mucha gente en la misma situación”, comentó esta vecina de Curridabat.
Pocos minutos después, tras ella, salió Lucas Solano Ortega, de 85 años, bastante molesto también.
“Llevo una hora esperando en la fila de Farmacia y todavía me falta como una hora o más de fila para llegar a la ventanilla. Esas recetas las entregué el 7 de febrero. ¡Mejor me voy para la casa”, comentó este extrabajador de la CCSS, ya pensionado.
En su caso, se quedó sin medicinas para la presión. “Hay tres filas, pero ninguna se mueve casi. Yo me retiré porque ya estoy cansado de estar ahí. Lo que dicen es que de aquí a pasado mañana están”, comentó Solano.
A pocos kilómetros de ahí, en un centro comercial en las inmediaciones de la estación de servicio La Galera, estaba Rafael Luna, de 77 años, en la farmacia del Ebáis, ubicada en el Oficentro Curridabat.
“Necesitaba gotitas para los ojos de mi hija, que afuera son bastante caras (hasta ¢40.000 por envase, comentó después). Pero me dijeron que viniera hasta dentro de ocho días. Me dijeron que como estaban cambiándose no podían atenderme”, agregó este vecino de Curridabat.
En un recorrido de La Nación por varios Ebáis del este, la queja era repetida.
Diana Mora Fonseca, de 32 años y con cuatro meses de embarazo, llegó al Área de Salud San Juan-San Diego-Concepción para cambiar la cita de control que tiene programada para el 25 de febrero.
"Es mi primer embarazo y tengo una infección urinaria. Me preocupa que esto pueda afectar a mi bebé pero ni siquiera pude entrar de la fila que hay. Solo hay una, no tienen fila preferencial para adultos mayores o embarazadas.
“Yo trabajo en el sector privado y uno sabe que cuando se dan cambios así todo debe estar en su punto. No sé porqué dejaron que pasara esto. La gente, además, está molesta porque ahora tenemos que ir hasta Montes de Oca a los exámenes de laboratorio”, comentó Mora.
La mujer no pudo lograr que le reprogramaran la cita. Menos, que la atendieran. Según dijo, regresaría más avanzada la tarde a probar suerte.
Jesús Montoya bajó desde Santiago del Monte y consiguió lo que pocos: la crema de rosas y el óxido de zinc que necesitaba.
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“No duré ni 20 minutos”, comentó Montoya a quien, sin embargo, le preocupa cuando le toque bajar de la montaña hasta Montes de Oca, al laboratorio que la Caja abrió en las inmediaciones de la rotonda de la Hispanidad y que anuncia como uno de los dos más modernos de la institución.
“Buscar transporte, meterse a esas presas y volver a salir... no le me lo quiero ni imaginar. Todos hablan de esto. En verano, con sol. En invierno, con lluvia. No será fácil", pronosticó.
Dos señoras mayores, más pacientes, quienes solo quisieron identificarse con los apellidos Jiménez y Traña, dijeron que para ellas es normal que se dé “un pequeño caos” en los primeros días tras un cambio de estas dimensiones.
Son 250.000 personas, de tres comunidades muy grandes, que regresan bajo la atención directa de la Caja en 41 Ebáis. Claro que la CCSS tuvo, al menos, un año para preparar todos estos cambios.
“Si le pasa a uno cuando se cambia de casa, imagínese a la Caja. Yo no he tenido problema. Vine a hacer una consulta para mi mamá de 94 años, y no me puedo quejar”, comentó la señora de apellido Jiménez.
Traña, quien también logró su buen paquete mensual de medicamentos en el Área de Salud San Juan-San Diego-Concepción, dijo que la gente debería tener más paciencia.
“¿El laboratorio? Ya dijeron que vendrá una unidad móvil. Antes, aquí solo ‘sangraban’ los miércoles. Prometieron resultados más rápidos. No nos queda más que confiar”, dijo.
El costo para la CCSS de asumir esos servicios será casi un 50% más alto que contratarlos a un tercero, según advirtió un oficio de la Auditoría Interna de la Caja, de diciembre del 2017.
Según el estudio, los 37 Ebáis del este de San José costaría ¢4.227 millones más solo en el primer año. La cantidad se incrementaría en los años siguientes.
El cambio además dejó a unas 400 personas sin trabajo, entre médicos, enfermeras y mensajeros.