La baja en la tasa de incidencia (casos nuevos al año) entre 2019 y 2020 fue de un 56%, según un estudio del Laboratorio Nacional de Aguas, de Acueductos y Alcantarillados (AyA).
En el 2019, la tasa de incidencia se situó en 5.806 casos por 100.000 habitantes, y un año después, en 2.542 casos.
De acuerdo con el estudio Impacto de la promoción del lavado de manos en la incidencia de diarreas en tiempos de pandemia por virus respiratorios en Costa Rica, publicado en marzo anterior, ese indicador ha registrado un comportamiento oscilatorio entre 2007 y 2020.
Justo en ese periodo, el país experimentó los embates de dos pandemias.
Una de ellas en el 2009, causada por el virus de influenza AH1N1. La más reciente, en el 2020, provocada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, causante de la covid-19. Esta pandemia aún está en su fase activa.
La tasa de incidencia de diarreas registró 5.051 casos por 100.000 habitantes en el 2007. Disminuyó a 3.270 y 4.022 casos en 2008 y 2009, respectivamente, pero luego subió y osciló entre 5.028 y 7.161 casos por 100.000, entre 2010 y 2019.
El informe, elaborado por el director del Laboratorio Nacional de Aguas, Darner Mora Alvarado, y los especialistas Pablo César Rivera Navarro y Carlos Felipe Portuguez Barquero, advierte sobre la importancia para las autoridades de Salud de mantener en el tiempo campañas de promoción y educación sobre el lavado de manos.
Los 13 años que se revisaron para ese estudio, muestran cómo el país descuidó el fomento de esa práctica entre la población. Como resultado inmediato, subieron automáticamente las diarreas.
Para 2013, por ejemplo, se registró una tasa de 7.161 casos por 100.000 habitantes.
Fomentar práctica
El lavado correcto de manos con agua potable y jabón está en la triada de medidas estratégicas para mantener a raya a la covid-19, aunque desde hace años se sabe que es la práctica de menor costo y mayor beneficio sanitario para la prevención de enfermedades infecciosas.
Las otras acciones contra la diseminación del nuevo coronavirus son el distanciamiento físico y el uso de mascarilla.
A la lista se agrega mantener al máximo la llamada “burbuja social”, y más recientemente, la vacuna contra la covid-19 para las personas que forman parte de los grupos de riesgo.
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“(...) el fomento de la higiene y el lavado de manos para prevenir el contagio con el coronavirus SARS-CoV-2, indirectamente provocó el mayor bajonazo en la incidencia de la tasa de diarrea por 100.000 habitantes de la historia de Costa Rica”, concluyen los autores del estudio.
Para Mora, Rivera y Portuguez, “las amplias coberturas con agua de consumo humano por cañería y su alta calidad, han sido esenciales para el lavado de manos.
“No obstante, este estudio demuestra que la promoción persistente de la higiene de manos es un factor fundamental para educar a la población en la lucha contra la transmisión de enfermedades entéricas y respiratorias”, advierten.
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Las dos principales recomendaciones que lanzan los especialistas tienen que ver con ampliar la participación de más entidades públicas y privadas en varios de los programas que existen, y que promocionan el lavado de manos.
Citan Bandera Azul Ecológica y Sello de Calidad Sanitaria, en las categorías de salud comunitaria y promoción de la higiene.
También hacen un llamado a los Ministerios de Salud y Educación Pública para que fortalezcan todas las medidas dirigidas a convertir la higiene y el lavado de manos, con agua potable y jabón, en un hábito y parte de la cultura del país.
Poco antes de declararse la emergencia nacional por la pandemia, en marzo de 2020, Daniel Quesada, emergenciólogo y coordinador del Centro de Atención de Emergencias y Desastres (CAED), de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), explicó la importancia de practicar un correcto lavado de manos.
En esa acción, dijo, se dan dos procesos: uno químico, por efecto del jabón; y otro físico, donde el agua potable es un elemento fundamental.
“Las bacterias y los virus son sensibles a los químicos. El jabón es un químico. El jabón también quita la grasa de la piel, que es donde se acumulan más bacterias y virus. El agua tiene un efecto físico que es arrastrar las bacterias y los virus y eliminarlas de la piel”, precisó.
De acuerdo con datos del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), el lavado de manos con agua y jabón podría reducir la incidencia de diarrea hasta en un 47% y la de infecciones respiratorias en un 23%.