Las citas más cercanas para valorar si un paciente necesita una operación de cataratas están para el 2025. Sin embargo, a Briceida Cantillo Hernández, presidenta de la Asociación Segunda Oportunidad de Vida (Anasovi), le ha tocado apoyar a decenas de personas a quienes les han programado la valoración para el 2028 en algún hospital de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Cantillo ha intervenido recientemente en casos de pacientes con cáncer a quienes les programan tomografías (tac) cuyos resultados nunca aparecen, y se ven obligados a reprogramarlas para fechas que los obligan a esperar un año o más. Estas situaciones los llevan a interponer recursos de amparo, y Cantillo les ayuda en estos trámites.
Todo esto sigue ocurriendo pasados 10 meses desde que la Caja emitió una declaratoria de emergencia institucional por listas de espera en cirugías, procedimientos y citas.
Esa medida fue anunciada por la presidenta ejecutiva de la entidad, Marta Esquivel, el 24 de mayo de 2023, como una “decisión valiente” de la Junta Directiva de entonces. Su mensaje lo dio en un escenario de la Casa Presidencial, junto al mandatario Rodrigo Chaves, en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Gobierno.
Para los sindicatos y organizaciones de pacientes, como Anasovi, que llevan el pulso a uno de los mayores problemas en la entidad, las soluciones prometidas siguen sin llegar y los pacientes sufren las esperas que los llevan a recurrir a instancias judiciales, como la Sala IV, para que se les respete su derecho a la salud. En ocasiones, tampoco lo consiguen pese a obtener una sentencia a su favor.
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“Para nosotros, las listas de espera han ido aumentando. Es un caos el que estamos viviendo. La pandemia fue la mejor escuela. Ahí todo se pudo hacer. ¿Por qué ahora estamos en este retroceso en las listas de espera? No es posible que tengamos que hacer y presentar recursos de amparo ante la Sala IV para tener un reporte de un tac o una mamografía”, reclama la vocera de Anasovi.
Un informe de agosto de 2023, tres meses después de la declaratoria, elaborado por un equipo técnico compuesto por la Gerencia General y Presidencia Ejecutiva, señalaba que las estrategias táctico-operativas ejecutadas a ese momento demostraban “ser insuficientes”.
“Pese a la declaratoria de emergencia Institucional para el abordaje y atención de las listas de espera, con base en los principios de oportunidad, urgencia y justicia (...) la orientación actual de los esfuerzos, la distribución y la utilización de los recursos existentes a nivel institucional, no han variado significativamente para abocarse a la atención urgente de la problemática de las listas de espera, según lo instruido.
“Al contrario, se evidencia con los resultados obtenidos, que existe una repuesta inefectiva multifactorial de los estratos táctico-operativos ante este tipo de decisiones estratégicas”, afirmó.
Tres meses después de ese informe y seis después de la declaratoria, se presentó el 7 de noviembre a la ciudadanía la Ruta de la Salud o “Menos espera, mejor servicio”, también divulgada por Esquivel en un acto especial en el Estadio Nacional. Ese plan tampoco avanza.
Una de las promesas esenciales para atacar las listas de espera es el financiamiento. Esquivel ofreció ese 7 de noviembre una provisión de ¢200.000 millones. Sin embargo, esa provisión financiera carece de estudios técnicos, financieros, legales, médicos y actuariales, reveló la Auditoría Interna de la CCSS, el 7 de marzo anterior, cuatro meses después del anuncio.
‘Sin rumbo, a la deriva’
Para Lenín Hernández Navas, secretario general del Sindicato Nacional de Enfermería y Afines (Sinae), la ruta “se encuentra sin rumbo, a la deriva”, pues la situación de los servicios de salud está muy lejos de desahogarse con las medidas ofrecidas.
Actualmente, afirmó Hernández, los asegurados sufren prolongadas esperas en cirugía, procedimientos o citas, que mantienen a más de un millón de personas en alguna de esas filas.
A las listas de espera se suman las plétoras frecuentes en los servicios de emergencias a nivel nacional, con alertas máximas prácticamente todos los días en muchos hospitales, lo cual aumenta los traslados de enfermos en condición crítica por falta de capacidad de atención.
De acuerdo con datos del Sinae con base en información que regularmente solicita a la CCSS, la lista de espera quirúrgica aumentó entre diciembre de 2023 y marzo del 2024, al pasar de 178.601 a 182.000 cirugías pendientes.
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Fuga de médicos
La doctora Janice Sandí Morales, vicepresidenta de la Unión Médica Nacional, también coincidió en que los números de las listas siguen subiendo.
Ese sindicato no ve ningún avance en el manejo de esta crisis, que para ellos tiene muchas causas; una de las más graves es la renuncia de médicos especialistas por condiciones de trabajo y salariales que aún están pendientes de resolver.
De acuerdo con estimaciones de la Unión Médica, en enero al menos un centenar de médicos especialistas solicitaron permisos sin goce de salario para probar suerte laboral en clínicas privadas. Se calcula que la mitad no regresaría a la CCSS.
Datos del Sindicato Nacional de Médicos Especialistas (Siname) de finales de febrero, calculan en 244 las renuncias de estos profesionales a la CCSS.
El miércoles 13 de marzo, La Nación consultó sobre este tema a las autoridades de la CCSS por medio de la oficina de prensa. Se volvió a recordar la consulta este jueves, sin embargo, no hubo respuesta al cierre de edición de esta nota.
Lista de compromisos
Con el plan del 7 de noviembre, que pretende responder a la emergencia institucional, la cúpula de la CCSS planteó las siguientes metas y compromisos:
- Para finales de 2024 no deberá haber ninguna persona que desde el periodo entre el 2017 a 2021 espera ser atendida.
- Para finales de 2025 ningún paciente de ninguna especialidad deberá esperar más de un año para ser atendido.
- Las personas con diagnóstico de cáncer y de enfermedades cardiovasculares no deben esperar más de 45 días para recibir atención.
- Quienes padecen alguna enfermedad de alta complejidad no deben esperar más de 120 días al finalizar el 2024.
- Que las personas en lista por una cirugía de baja complejidad, en promedio, no deben esperar un plazo superior a 365 días.
Entre las acciones para lograr lo anterior, Marta Eugenia Esquivel prometió:
- Contratar especialistas en Radiología y Anestesiología. Se planteó traer profesionales de países como México, Colombia y Brasil.
- A partir de 2024, CCSS asumiría de formación de especialistas.
- Iniciar la formación de especialistas fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM).
- Aplicar nuevos contratos de formación y retribución para médicos especialistas.
- Inclusión de modalidades de copago que financiaría con hasta un 50% o 60% el costo del servicio que el paciente recibiría en clínicas u hospitales privados.
- Modificar el modelo actual de jornada extraordinaria por pago por producto terminado, o destajo.
Desde instancias técnicas a lo interno de la CCSS, hasta externas, como la Defensoría de los Habitantes y diferentes sindicatos, se han cuestionado las medidas propuestas.
Las que más críticas han recibido son las relacionadas con el copago y la tercerización de servicios.
Sobre el copago, la CCSS ni siquiera se ha atrevido a dar una fecha para su aplicación, además de que la propuesta, aun cuando se anunció, carecía del sustento técnico básico: el porcentaje a transferir a los usuarios para que acudan a centros médicos privados para su atención, la metodología utilizada para definir ese porcentaje y los costos de los procedimientos en la CCSS.
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Para Cantillo, el copago no promueve la equidad y esto causa que el alivio a las listas de espera no se dé.
“Proponen pagar la mitad de un estudio para sacarlo de listas de espera, pero, ¿si el paciente no tiene el dinero? Seguirá en una lista de espera que cada vez será más grande. Tenemos a muchos pacientes con problemas económicos severos”, afirmó Cantillo.
Estos planes no tienen ni pies ni cabeza, asegura la vocera de Anasovi. Lo que se necesita, de forma urgente según dijo, es que la CCSS se ordene administrativamente. Propone motivar a los radiólogos a regresar, pero con mejores condiciones de ambiente laboral, equipos y horarios.
Radiología es una de las especialidades más críticas, con los mayores plazos de espera. Uno de los detonantes, es la renuncia de estos profesionales en hospitales como el Calderón Guardia o el San Juan de Dios.
Janice Sandí afirmó que la Unión Médica desconoce, a estas alturas, cómo avanza el plan de reforzamiento del primer nivel de atención, el cual consideran clave para desahogar el segundo y tercer nivel con Ebáis y áreas de salud con más capacidad de resolución.
Reiteró la oposición al copago, pues lo consideran una violación de los principios de la seguridad social.
‘Más dudas que respuestas’
La Defensoría de los Habitantes, por su parte, admitió que “tiene más dudas que respuestas en cuanto a la efectividad y sostenibilidad de las propuestas” sobre listas de espera planteadas por la CCSS.
A la Defensoría le preocupa la ausencia de claridad sobre si el planteamiento anunciado tiene o no el aval de la Junta Directiva o si existen los estudios financieros y jurídicos, como en el caso del plan de copago.
Tampoco identifica acciones estructurales para evitar el incremento de la lista o mejorar la oferta para atender la demanda de los pacientes, más allá de las jornadas de producción, consideradas una medida extraordinaria para atender la emergencia.
Pese a las preocupaciones y la creciente lista de espera, Marta Esquivel dijo el 24 de mayo, junto a Chaves, que “este tema es número uno” entre las prioridades.