María José Herrera Díaz acudió este viernes 10 de febrero a Emergencias de la Clínica Jorge Volio, de San Joaquín de Flores (Heredia), con síntomas sospechosos de covid: fiebre, malestar general, diarrea, dolor de garganta y pérdida de olfato.
Sin embargo, ahí no la quisieron atender porque su cédula de identidad venció el pasado 31 de enero, denunció su mamá, Marlene Díaz Vargas. “No hubo poder humano para que la atendieran”, resumió Díaz.
Su hija, de 42 años, se tuvo que devolver sin atención a su casa, en La Asunción de Belén, a pesar de que acudió a la Contraloría de Servicios de la clínica y a la jefatura médica, donde más bien le recomendaron ir al Registro Civil a renovar el documento.
“¡Cómo le dicen eso si está enferma, no está en condiciones de ir a hacer filas y, además, es posible que contagie a otras personas!”, lamentó Marlene Díaz.
Liza Vásquez Umaña, directora del Área de Salud Belén Flores, de la CCSS, aseguró, por medio de la oficina de prensa, que la paciente sí tuvo valoración médica como corresponde en estos casos, cuando el usuario no porta documento de identidad vigente.
Cuando indica valoración médica, Vásquez se refiere a la efectuada por médicos y personal de enfermería a su ingreso.
“Se anotan los síntomas de consulta que fueron referidos por la usuaria a saber: diarrea, náuseas, vómito, tos y odinofagia (dolor de garganta) desde el pasado 7 de febrero (3 días de evolución).
“Se documentan también los signos vitales presentados por la usuaria durante su valoración: frecuencia cardíaca, saturación de oxígeno, temperatura y cifra de presión arterial”, explicó Vásquez.
Según la funcionaria, esta valoración quedó registrada en un documento físico (papel) de atención de urgencias, destinado a estos casos.
Vásquez hizo referencia a una circular (GG-1593-2022) sobre las disposiciones relacionadas con la vigencia de los documentos de identidad y el acceso a los servicios institucionales, del 15 de junio de 2022.
Sin embargo, María José Herrera salió de la clínica sin medicamentos y sin ninguna otra indicación médica más que la de ir a renovar el documento de identidad.
La mujer, quien es pensionada por invalidez al tener una condición médica especial, empezó con síntomas gastrointestinales el martes. Se los trató con medicamentos que compró en una farmacia.
Pero la situación empeoró este jueves, con fiebre alta, dolor de garganta, congestión nasal y pérdida del olfato. “Yo le dije que ya no se podía tratar en la casa, que fuera a Emergencias, y le salieron con esto. Mi hija ni cuenta se había dado de que su cédula estaba vencida”, reclamó Marlene Díaz.
María José Herrera tiene dos hijos, también con condiciones especiales, que requieren mucha atención y a una mamá que esté bien para verlos. Esto, según Marlene Díaz, también se lo dijo a los médicos pero tampoco se conmovieron.