La vejez no debería ser sinónimo de enfermedad. Es solo un periodo más de la vida al cual las personas deberían tener la aspiración de llegar plenos de salud y vigor.
Uno de los ingredientes principales para alcanzar vivir esos años sano y feliz es ejercitar el cuerpo y la memoria todos los días, recomienda un grupo de especialistas del Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología.
"Poca cama, poco plato y mucha suela de zapato", afirma el director de ese hospital, Fernando Morales Martínez.
"Es muy importante recordar las enseñanzas que nos dan los ciudadanos centenarios de la península de Nicoya: vivir con una dieta modesta, que consiste en verduras, legumbres, carnes con poca grasa, tortillas de maíz y abundante agua, así como evitar el licor, hacer actividad física y mucha espiritualidad en unión de las familias", agregó el médico.
El Hospital Geriátrico lanzó la mañana de este jueves un compendio de consejos para que las nuevas generaciones aprendan a envejecer saludablemente desde edades tempranas.
"El arte de envejecer bien: consejos prácticos", como se llama el nuevo libro, también contiene pautas para que los adultos mayores de hoy puedan enfrentar las contingencias de ese periodo de la vida junto a sus familias y cuidadores.
Según menciona la publicación, "el envejecimiento en los seres humanos se inicia a los 40 años".
Por esa razón, entre los 40 y los 60 se deben realizar las "acciones necesarias para garantizar un envejecimiento exitoso y extender la esperanza de vida, libre de enfermedad".
Las claves para alcanzar ese objetivo no hay que rebuscarlas mucho.
"A lo largo de la vida, deben cuidarse la audición y la vista. Aunado a lo anterior, se debe tratar de mantener la memoria intacta, ya que es uno de los bienes más preciados", recomienda Fernando Morales, quien estuvo a cargo de editar la publicación.
La actividad física resulta vital como componente necesario para mantener una adecuada capacidad para caminar. Algo que parece tan básico en estas edades resulta fundamental para que una persona mantenga su independencia y una buena calidad de vida.
En treinta capítulos, un equipo de especialistas de ese centro de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), desarrolla temas como la importancia de la espiritualidad, los principales aspectos vinculados con la memoria y pautas para mejorar la nutrición de los adultos mayores.
El libro, cuyo costo es de ¢5.000, puede ser adquirido en el edificio del Servicio Integral Geriátrico Ambulatorio (SIGA), contiguo al hospital, en el área donde los pacientes van a consulta con el especialista o asisten al llamado Hospital de Día.
Fue producido por la Editorial Nacional de Salud y Seguridad Social (Ednasss), con el apoyo logístico de la Fundación Costarricense para la Investigación y Docencia en Geriatría y Gerontología (Fundogen).
Entre las pautas para lograr esa meta de mantenerse activo física y mentalmente, los especialistas proponen las siguientes:
- Entrene la memoria. Todos los días, realice ejercicios de cálculo, como el manejo de un presupuesto. Lea y practique ejercicios de comprensión de lectura. Aproveche y aprenda poemas o recite, cuente cuentos y memorice cosas cotidianas, como números de teléfonos, cédulas, direcciones o recetas.
- Involúcrese en grupos con actividades que sean de su interés.
- No deje de moverse. Intente, en la medida de sus posibilidades, conservar la capacidad de caminar porque esto le dará independencia.
- Haga ejercicio al aire libre.
- Siga el ejemplo de los longevos de Nicoya: viva con una dieta modesta, agregando a sus comidas verduras, legumbres, carnes con poca grasa, y abundante agua.
- Fortalezca su espiritualidad y mantenga la unión familiar.
- Procure dormir ocho horas diarias y evitar las siestas diurnas para no afectar su patrón de sueño.
Aunque el ingreso a la vejez (cuyo edad de inicio actualmente está en los 60 años) implica una disminución en la capacidad del cuerpo para responder a los cambios del entorno, esto no quiere decir que sea sinónimo de enfermedad.
La publicación es clara en que enfermedades como la demencia no son consecuencia del envejecimiento.
"Es indudable que la variedad de problemas que enfrentan las personas adultas mayores requiere la consideración de todos los aspectos biológicos, psicológicos y socioeconómicos, de manera individual", advierte la publicación.
"Nunca debemos claudicar en el esfuerzo de evitar la soledad o el abandono de los adultos mayores y de procurar acortar las distancias que muchas veces nos separan, para convertirlas en un afecto cercano, lleno de acompañamiento humano", aconseja el director del Geriátrico.
La población costarricense ya es una población envejecida. Para el 2030, se espera que el 15% de los habitantes tenga 65 años o más; ese porcentaje casi triplica el de la actualidad.