A las 9:30 p. m. de este jueves 1.° de octubre, Alba Gutiérrez Rivas y su esposo, Rafael Villegas Moya, llegaron a la clínica de Garabito, Puntarenas, para traer al mundo a su hija. Sí, a una sola niña. La mujer desconocía que en realidad cargaba en su vientre dos criaturas.
Pero aquel no fue el único hecho inesperado de la noche: primero, tuvo que dar a luz dentro de la ambulancia que la iba a llevar al Hospital Monseñor Sanabria.
Luego, en Caldera, un bloqueo obligó a la unidad de emergencia que transportaba a la mujer y a sus bebés a permanecer detenida durante 40 minutos y, como si no fuese suficiente, al vehículo se filtraron los gases lacrimógenos lanzados por la Policía para dispersar a los manifestantes.
“Tuve miedo, el olor de las bombas que lanzaban se metía a la ambulancia y el doctor me tuvo que poner oxígeno porque se metía el olor, las bebés empezaron a toser”, relató la mujer de 34 años y madre de otros cuatro hijos con edades de entre 5 y 13 años.v
Gutiérrez contó que ella llegó a la Clínica de Garabito con dolores de parto y allí decidieron trasladarla de emergencia al Monseñor Sanabria. Sin embargo, recién subía a la ambulancia comenzó el parto y dio a luz a Jimena, de 2.900 gramos.
En ese momento empezaron las sorpresas para doña Alba y su esposo: no era solo una bebé, eran dos. Dentro del vehículo, con varias complicaciones, tuvo a su segunda hija, Gabriela, de 2.500 gramos.
Con las bebés recién nacidas, los médicos decidieron trasladar a la madre y las pequeñas al centro médico puntarenense.
Juan Barrantes, chofer de la ambulancia de Soporte Vital que llevaba a las pacientes, narró que toparon con el cierre a la altura de Caldera.
"Los manifestantes estaban dejando pasar ambulancias, pero resulta que la ambulancia que yo ando es un camión grande, por el espacio que estaban pasando las ambulancias el camión no iba a pasar. Ya estando allí me hice a un lado para que pasaran otras ambulancias, no podía echar marcha atrás porque los manifestantes tenían una parte bloqueada con llantas con fuego, no podía dar la vuelta.
"Procedo a coordinar con los compañeros del centro de operaciones para que me envíen una ambulancia pequeña desde Orotina; ya esa ambulancia en ruta, cuando llega donde están los antimotines y no la dejan pasar para realizar el transbordo y trasladar a las bebés y la madre.
“¿Cuál fue la sorpresa? que por más señas que hicimos y por más sirena, se le informó a la Fuerza Pública e hicieron caso omiso a la ambulancia y lanzaron gases a las personas y directamente a la ambulancia.
"Esos son los hechos, porque algunos medios dijeron que las bebés nacieron en el bloqueo (...) las bebés no nacieron el bloqueo, nacieron en el parqueo de la clínica dentro de la ambulancia”, afirmó el conductor.
La madre confirmó el relato de Barrantes.
"Estuvimos 40 minutos parados, esperando a ver qué pasaba, no podíamos pasar porque había camiones grandes atravesados, la ambulancia era muy grande y el espacio para que atravesaran las ambulancias era muy pequeño (...). El doctor y el chofer se bajaron varias veces para decirle a la Policía que por favor no lanzaran gases. Ya luego fue la misma Policía la que nos ayudó a pasar”.
Agregó que llegó al Hospital Monseñor Sanabria pasadas las 2 a. m.
“Yo no sabía que iban a ser gemelas, a los seis meses tuve un ultrasonido. Me dijeron que sería una niña, pero no que serían gemelas”, expresó Gutiérrez.
“Yo estaba preparada solo para una bebé, por ejemplo solo traía ropa para una chiquita”.
No oculta dos preocupaciones: cómo cubrirá las necesidades de su segunda bebé y cómo regresará a su casa, ubicada en Herradura, Garabito, en medio de los bloqueos.
“Estamos viendo si me dan la salida mañana (sábado), pero también estamos viendo cómo vamos a volver”, narró este viernes desde el centro médico.
Daniel Calderón, director de la Fuerza Pública, reconoció que la ambulancia sí quedó en medio de los disturbios entre los oficiales y los manifestantes, pero aseguró que siempre buscaron la forma de sacar con bien a los pacientes del lugar.
“Cuando comienza la intervención policial se inicia a una distancia bastante lejana, era difícil saber que esa ambulancia estaba ahí. Además, desde la barricada en llamas empezaron a lanzarnos objetos, después de pasar esa barricada fue que nos encontramos la ambulancia (...). Hacer un transbordo en ese momento era imposible porque la otra ambulancia no podía llegar.
“Yo entiendo la presión del chofer por tener a los pacientes en la ambulancia y la obligación, pero no se podía hacer el transbordo (...). Yo personalmente le dije al chofer que lo íbamos a sacar de ahí y eso hicimos”, aseguró el jefe policial.