A tres días de que se ensaye un nuevo relajamiento de las medidas de mitigación en el país, un concepto clave se posiciona entre las estrategias sanitarias para mantener a raya la diseminación de covid-19: la “burbuja social”.
Si una persona quiere salir a partir del lunes a cualquiera de los sitios públicos que cuentan con permiso de funcionamiento del Ministerio de Salud, entre ellos un cine, un restaurante o parque nacional, tendrá que hacerlo sin dejar su “burbuja social”.
Salirse de ella implicará un riesgo mayor de contraer el SARS-CoV-2, el nuevo coronavirus que ocasiona covid-19.
Esa “burbuja social” está integrada, básicamente, por las personas que conviven diariamente bajo el mismo techo.
Puede ser una familia o también personas sin lazo sanguíneo, pero que vivan en una misma casa.
Esa convivencia propicia que compartan, además de prácticas sociales, la misma flora bacteriana y viral, explicó la pediatra infectóloga de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), María Luisa Ávila Agüero.
Roberto Arroba Tijerino, coordinador nacional de Influenza y otros virus respiratorios, explicó el propósito de la estrategia.
“¿Por qué tenemos que movilizarnos a lugares públicos en ‘burbujas sociales’? Para evitar enfermarnos por no estar con personas con las que habitualmente convivimos en la casa. Estas ‘burbujas’ deben guardar una distancia de 1,8 metros entre cada una con el fin de reducir la probabilidad de contagio.
"Si no se respetan, tenemos un riesgo importante de que si hay un enfermo en la ‘burbuja social’ dos y tiene contacto con la ‘burbuja social’ 1, alguien aquí se enferme”, advirtió.
LEA MÁS: Nuevo coronavirus: 801 casos; gobierno anuncia medidas para flexibilizar comercio y recreación
Así que no se alegre más de la cuenta si piensa, equivocadamente, que en su burbuja están sus amigos, familiares que viven en otras casas, compañeros de trabajo o el equipo de fútbol con el que acostumbraba mejenguear algún día por la noche. Porque no. Ellos no están en su burbuja social. Al menos, no deberían estarlo por ahora.
‘La gente lo adaptará a su cotidianidad’
Este concepto no es nuevo, porque surgió varias décadas atrás para referirse, entre otras cosas, a las interacciones que salen en plataformas como Internet.
Así lo explicó la doctora en Antropología de la Universidad de Costa Rica (UCR), Denia Román Solano, para quien resulta estratégico que cada país adapte a su condición socioeconómica y cultural esa práctica.
"Debemos verlo en un contexto evolutivo. El homo sapiens tiene 165.000 años de existir. Somos seres totalmente sociales y comunicativos, y es parte de nuestra constitución como especie. Tenemos una capacidad adaptativa enorme. Los hábitos sociales, las prácticas cotidianas, el tránsito por los espacios públicos traerán cambios que se van a ir incorporando a las condiciones sociales, económicas y culturales de cada sociedad.
“Habrá un periodo de adaptación y transición. La gente lo adaptará a su cotidianidad, pero llegará un momento en que las propias personas irán creando sus estrategias para adaptarse a esas condiciones”, explicó la antropóloga.
Para Raúl Ortega, del Colegio de Profesionales en Psicología, los seres humanos siempre han funcionado en burbujas: "Hay una en nuestro entorno familiar, con grupos de amigos. Hay por clase social y en los grupos laborales, que crean sus propias normas e interpretaciones, incluso hay formas diferentes de expresarse.
“Lo nuevo ahora es un señalamiento oficial: la burbuja que ya tienes habitualmente, que son quienes viven alrededor tuyo, bajo el mismo techo, tiene que mantenerse y protegerse para disminuir el riesgo de contagio. Recuerda: protege tu burbuja, y cuando mejoren las condiciones (se reduzca el riesgo de infección o aparezca una vacuna contra covid-19), podrás volver a interactuar con otras burbujas. Mantenerte en tu burbuja también es proteger a otros”, explicó el especialista en Psicología de emergencias y desastres.
Posible arma contra covid-19
El concepto lo tomó prestado Nueva Zelanda, considerado uno de los países con más éxito en el manejo de la pandemia, que lo adaptó entre sus tácticas para facilitar a sus ciudadanos el regreso a la vida cotidiana tras el confinamiento inicial, explicó la antropóloga.
Posteriormente, otros países como Bélgica lo incluyeron entre sus métodos y ahora Costa Rica, en el ensayo que empezará a partir del lunes cuando se relajen medidas, como la restricción vehicular sanitaria, y se amplíe la lista de espacios públicos con autorización de abrir sus puertas, siempre con ciertas limitaciones.
Para María Luisa Ávila Agüero, esa “burbuja social” trasladada a terrenos de la salud representa una protección personal y familiar contra el nuevo coronavirus.
“El riesgo de contraer covid-19 es mayor cuando, por ejemplo, uno incluye en la burbuja a los primos, quienes, aunque son familia y forman parte del entorno social, no conviven en la misma casa. Ellos tienen otras burbujas. Uno debería construir un entorno que sea seguro, que es inicialmente la familia o quienes conviven bajo nuestro mismo techo”, explicó Ávila.
La “burbuja social” funciona tanto para espacios privados (la casa) como para espacios públicos, que es lo que quiere probar el Ministerio de Salud: si usted pretende salir a espacios públicos no lo haga mezclándose con otros que no sean de su burbuja inmediata.
Lo explica el sociólogo de la Universidad Nacional (UNA), Abelardo Morales Gamboa: “Hay dos objetivos. En primer lugar, prevenir el contagio, y segundo facilitar las posibilidad de interacción entre personas que pertenezcan a un círculo social. Inicialmente, familiares”.
Escudo protector
FUENTE: MINISTERIO DE SALUD || J.C. INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
También es una medida con propósito de reactivación paulatina de la economía, dijo Morales, para quien es imposible evitar la interacción con miembros de otras burbujas debido a la alta interdependencia entre las personas, por lo que se hace vital respetar el distanciamiento físico recomendado de 1,8 metros.
“Hay una división social del trabajo muy compleja, y esto nos está poniendo a prueba, no solo en Costa Rica sino en el mundo entero. Es una prueba para la capacidad humana de atacar el virus, de vencerlo y superar la enfermedad”, agregó el sociólogo.
Adoptar y adaptar
Entre los factores que podrían poner en riesgo la práctica de esta estrategia está el no adaptarla a las condiciones propias de una sociedad como la costarricense.
"Debe haber un ejercicio de traducción interdisciplinario porque el ser humano es constructor de cultura permanente y sociable. Y en la sociedad contemporáneamente se expresa cultural, económica y socialmente de manera muy diversa.
“Los slogans paradigmáticos de ‘quedate en casa’, ‘burbuja social’ o nueva normalidad no son lo mismo ni en Europa ni en China ni en Latinoamérica. Hay diferencias que hacen que todos lo vivan de manera distinta. En América Latina, hay gente que no puede cumplir con el ‘quedate en casa’ porque aquí el trabajo informal es altísimo y la calle es escenario de superviviencia”, explicó la antropóloga Román.
Si la estrategia resulta, el siguiente paso, como en Nueva Zelanda, será ampliar las burbujas paulatinamente a la familia extendida y luego a los espacios laborales hasta llegar al barrio o a la ciudad. Se irá, según Román, de lo más íntimo hasta lo más público y colectivo.
“Es un retorno a la comunidad. Un darse cuenta de que no vives solo, de la importancia de cuidar a tu gente más cercana pero también con ello a la gente que hay a tu alrededor”, concluyó Raúl Ortega.