De los 39 años de experiencia que Nieves Monge acumula como enfermera, 30 los ha dedicado a la atención comunitaria geriátrica en el Hospital Calderón Guardia. Fue allí donde la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) dio sus primeros pasos con las visitas a personas adultas mayores en sus hogares, en julio de 1987.
Nieves Monge es considerada una pionera, ya que fue la primera enfermera de la Caja en dedicarse a estos servicios. Actualmente, el Calderón atiende a casi 300 adultos mayores que no pueden desplazarse a recibir atención médica, entre otras razones, por estar inmovilizados en una silla de ruedas o en una cama con algún padecimiento grave. Las visitas son todos los días de la semana.
El ejemplo lo siguió, posteriormente, el Hospital Nacional de Geriatría Raúl Blanco Cervantes. Este centro especializado inició su programa en 1996, informó José Ernesto Picado Ovares, jefe del Servicio de Atención Comunitaria Geriátrica.
Casi 30 años después, el Geriátrico visita periódicamente a 900 adultos mayores en comunidades como Río Azul, Los Guido, San Miguel, Aserrí, Alajuelita, Escazú o Ciudad Colón. Son más los pacientes atendidos fuera del hospital que los internados, cuya cifra ronda los 140.
A pesar de la larga data de este programa, el pasado 6 de febrero Marta Esquivel, presidenta ejecutiva de la CCSS, anunció como novedad a los diputados que la Gerencia Médica de la institución tenía un proyecto para que todas las personas adultas mayores de 85 años reciban atención médica en su casa.
En realidad, este servicio ha estado disponible durante casi cuatro décadas para adultos mayores de todas las edades, y la atención domiciliaria para otros grupos etarios también se ha ofrecido durante al menos dos décadas. Aunque la cobertura no es completa, sí está presente.
Para aquellos que padecen enfermedades terminales, el servicio es proporcionado a través de la red de cuidados paliativos de la institución y por fundaciones que brindan apoyo. En tanto, quienes padecen otros tipos de afecciones reciben visitas periódicas de los Asistentes Técnicos de Atención Primaria en Salud (Ataps), desde los Ebáis y las áreas de salud.
Marta Esquivel destacó el avance del proyecto del cual se apropió, ya que lo considera “fabuloso”. Se trata de garantizar que todos los adultos mayores de 85 años no tengan que acudir ni al primer nivel de atención (Ebáis) ni al segundo nivel (hospitales regionales o periféricos, como los de Alajuela, Heredia o Limón), sino que la CCSS acuda a ellos, explicó a los legisladores.
Adelantó que el proyecto tendría a San Carlos como zona pionera. Mencionó que un servicio de tal naturaleza permitiría a la CCSS economizar en infraestructura.
La geriatra Vilma García Camacho, responsable del Programa Normalización de la Atención de la Persona Adulta Mayor, donde la CCSS lanza las principales políticas para la atención de este grupo poblacional, confesó a La Nación que desconocía la existencia de lo anunciado por la jerarca.
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Se enteró de la propuesta al leer las declaraciones de Esquivel en la prensa y cuando sus colegas geriatras comenzaron a preguntarle al respecto en el chat del grupo de especialistas.
“Desde el día siguiente que salió la noticia yo dije: ‘¿de dónde salió el proyecto y cómo nosotros, como programa, no teníamos conocimiento?’ No sé, no sé de dónde surgió la idea, la inquietud que se le presentó a doña Marta (Esquivel). Realmente no lo tengo muy claro”, manifestó García.
La funcionaria atribuye el origen de la iniciativa a una solicitud de más recursos que hizo la Región Chorotega a la Gerencia, a finales del año pasado. En esa región está localizada una de las cinco zonas azules del mundo, donde hay más centenarios.
Vilma García, quien en sus inicios como geriatra contribuyó a consolidar el programa de visita comunitaria del Blanco Cervantes, confirmó ante consulta de este diario que un día después de que Esquivel hiciera el anuncio, la Gerencia Médica le encargó elaborar una propuesta, que ella les presentó el 19 de febrero.
También indicó que dicha Gerencia le solicitó celeridad, otorgándole un plazo de diez días para la elaboración del plan. La novedad de la propuesta, indicó García, es que ahora las áreas de salud contarían con visitas domiciliarias exclusivas para adultos mayores, lo cual no existe actualmente.
Además de la Región Huetar Norte, a la que pertenece San Carlos, la llamada “experiencia demostrativa” incluirá a las regiones Chorotega, Pacífico Central, y Región Brunca.
La propuesta carece de estudio de costos. Sería llevada a conocimiento de la Junta Directiva de la CCSS la próxima semana, informó la oficina de prensa.
“Hemos sido muy cuidadosos en respaldar lo que ya existe. La CCSS ya tiene su programa domiciliario desde los (años) 80, en los 90 en el (Hospital) Blanco Cervantes, que me tocó consolidar y diversificar. La idea es fortalecer con una intervención; ese es el reto que yo he visto: fortalecer desde un primer nivel para llegar a más adultos mayores que no están acudiendo ahora a los servicios”, aclaró García.
Más necesidades
Marta Esquivel anunció la propuesta sobre visitas médicas a adultos mayores durante su comparecencia ante la comisión de Asuntos Sociales, de la Asamblea Legislativa. El tema para el cual había sido convocada ese 6 de febrero era otro: pensiones.
Esquivel lo mencionó como un ejemplo de las acciones de la CCSS para volver más atractivo el aseguramiento de las poblaciones más jóvenes, tanto al Seguro de Salud como al régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).
La Nación le consultó a Marta Esquivel sobre la iniciativa. Por medio de la oficina de prensa, aclaró que el proyecto no busca reemplazar los programas existentes sino complementarlos y fortalecerlos.
Esquivel reconoció que la CCSS ofrece servicios a los adultos mayores hace casi 40 años. Sostuvo que la iniciativa que están diseñando busca enfocarse en un grupo etario vulnerable, el de los mayores de 85 años, que requieren de una atención más especializada y frecuente.
La meta, dijo, es ofrecer un servicio más integral y adaptado a las necesidades que surgen con la edad avanzada mediante un abordaje especializado. Entre otros beneficios, Esquivel citó la disminución del riesgo de reingreso a un área hospitalaria convencional.
Además, manifestó que no se trata de una visita domiciliar normal, sino de una diferenciada, especializada y con abordaje integral.
Esquivel aseveró que el proyecto no se inició a raíz del anuncio en la Asamblea Legislativa. Indicó que está inspirado en el éxito que han tenido programas implementados, por ejemplo, en el hospital de Puntarenas. Los programas que ya existen serán expandidos con nuevos servicios, como Farmacia y Laboratorio.
“La referencia hecha durante el anuncio en la Asamblea era una confirmación de nuestro compromiso y el avance de las iniciativas ya en marcha.
“La próxima etapa es presentarlo ante la Junta Directiva. Tras su aprobación, planeamos iniciar una fase piloto en zonas como San Carlos, entre otras, para evaluar su impacto y eficacia antes de una implementación más amplia”, expresó la jerarca.
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¿Por qué 85?
El geriatra y especialista en Cuidados Paliativos, José Ernesto Picado Ovares, cuestiona los 85 años como criterio de ingreso al programa anunciado por Marta Esquivel.
Para él, definirlo solo por la edad no sería lo más adecuado pues se genera la duda sobre qué pasará con los que tienen menos de 85 y que también necesitan visita por una situación compleja de salud.
Ni a los especialistas del hospital Geriátrico ni a los del Calderón Guardia se les consultó para la elaboración de ese proyecto, confirmaron por aparte Picado Ovares y la jefa de Geriatría del Calderón, María Rodríguez Fernández.
La geriatra del Calderón también se enteró de la propuesta por el chat de médicos. “Fue conmoción. Ahí están más del 90% de los geriatras y nadie sabía, ni siquiera Vilma García, que está en el nivel central. Nos dijo que iba a averiguar. Nadie nos preguntó. Nos dimos cuenta cuando salió la noticia”, contó la médica.
Para Rodríguez, la edad que citó Marta Esquivel no es un criterio técnico para realizar estas visitas.
“¡Jamás! Es la condición del paciente. Cuando le damos clases de Geriatría a los estudiantes les decimos que no es la edad el indicador, es la valoración geriátrica integral, una herramienta donde evaluamos la condición médica, funcional, social y cognitiva. Hacemos diagnóstico en cada área y planteamos un plan de trabajo. No es la edad la que dice si es candidato a un tratamiento o no”, enfatiza Rodríguez.
A la enfermera Nieves Monge le preocupa, además, la expectativa que esto pueda generar en esa población, que podría empezar a demandar un servicio al cual todavía le faltan muchos recursos.
José Ernesto Picado explicó la importancia de la atención domiciliar para los adultos mayores. Entre las ventajas que cita, está la posibilidad de ver en el domicilio cómo lo atienden y las situaciones de riesgo.También permite educar a los cuidadores.
El equipo del Geriátrico visita a los pacientes cada cuatro meses, en promedio, pero hay a quienes se ve más frecuentemente según su condición. La edad promedio es de 80 años, dijo Picado.
Hace unos años, las visitas se hacían cada tres meses pero la demanda creció y no hay suficiente personal. El que hay ya está sobrecargado.
Para Picado, resultaría valioso que la CCSS salde dos deudas con este tipo de servicios. La primera es la ausencia de abordaje en Cuidados Paliativos y Geriatría en los servicios de emergencia de la CCSS.
Y la segunda deuda es proveer un servicio de teleconsulta, similar al que se dio con covid-19. Estimaciones realizadas por Picado, calculan que la CCSS ahorraría hasta $1.200 (¢612.000) por paciente con la teleconsulta geriátrica.